Elecciones 2015. Lousteau y Ocaña, en un debate con mucha cordialidad
Junto con Borthagaray, los candidatos de ECO presentaron sus propuestas y mostraron más coincidencias que diferencias; no hablaron de Pro
"Como decía Graciela", "Concuerdo con Martín", "Como ya se ha planteado".. El primer debate televisivo entre los precandidatos a jefe de gobierno de ECO fue reflejo fiel de la campaña "de propuestas y nada de confrontación" que Martín Lousteau y Graciela Ocaña acordaron hace cuatro meses, cuando decidieron competir por la posibilidad de suceder a Mauricio Macri. Del debate, que se hizo ayer en TN, participó también Andrés Borthagaray (Abramos Buenos Aires), el tercer precandidato del espacio.
Discutieron sobre la relación entre la Nación y la ciudad, desarrollo social (vivienda, educación y salud) y desarrollo urbano. En bloque, tuvieron un primer minuto y medio para exponer sus propuestas, otro minuto adicional para completarlas y nueve minutos de discusión libre.
Lousteau habló de la importancia de la "alternancia" en el poder, volvió a hacer foco en "construir sobre lo construido", aunque también habló de sus "diferencias" con Pro, que centró en "la definición de prioridades" y en la distribución del gasto, el manejo de la salud y los recursos que Pro destina a la publicidad oficial.
Ocaña resaltó su experiencia en la gestión ("Transformé el PAMI y sé cómo hacer una ciudad segura e inclusiva"), pidió evitar las "miradas refundacionales", volvió a reclamar la transferencia de la policía y detalló sus propuestas para salud y manejo de la basura.
Borthagaray, subsecretario de Descentralización de Enrique Olivera, aprovechó para presentarse como el candidato "con pocos recursos" y dio muestras de su conocimiento de temas específicos, como transporte.
Parte del partido se jugó en las tribunas. En el primer escalón había un lugar reservado para Elisa Carrió, que volvió anteayer de su viaje a Jerusalén y siguió risueña el primer bloque del debate. El clima se tensó antes de que empezara el programa, cuando Ocaña se acercó a saludarla. Buenos modales y caras de nada.
Flanquearon a Carrió el diputado Fernando Sánchez, precandidato a vicejefe de Lousteau, y Roy Cortina, cabeza de la lista de candidatos a legisladores compartida por el ex ministro y Ocaña. Entre otros integrantes de la lista estuvo Bárbara Bonelli, hija del periodista Marcelo Bonelli, uno de los moderadores del debate.
Uno de los pocos momentos apenas ásperos se dio cuando Borthagaray azuzó a sus rivales con el pacto entre Pro y la UCR. Hablaban de descentralización. "¿Cómo van a diferenciarse de Pro si hay un acuerdo a nivel nacional?", disparó. Ocaña se salía de sí por contestar. La disfonía con la que llegó al estudio no la inhibió de exclamar: "Nosotros no tenemos ningún acuerdo nacional. Somos una fuerza porteña". Lousteau esquivó la bala. Siguió hablando de villas y urbanización.
Ocaña no se separó de un vaso térmico lleno de té al que recurrió para aclararse la garganta. En un momento de verborragia, Lousteau la cruzó con humor. "Tenés mal la voz, pero.." "Es el té", devolvió ella. "Qué tendrá ese té", insistió él. Rieron los tres.
En el cierre, cada uno tuvo 60 segundos para pedir el voto. "Pro tuvo ocho años y mucha plata. Si creés que necesitan 12 o 16 años para hacer lo que no hicieron, tu voto está en otra interna. Si creés que podés exigir más, éste es tu espacio. Danos la posibilidad de estar en el ballottage. Podés votar a Graciela o a Andrés, pero votá dentro de ECO", se despidió un Lousteau conciliador.
Ocaña repitió el chiste del 2x1. "Si quieren la fórmula con Martín me tienen que votar a mí. Con un voto se llevan a los dos." Hubo risas.
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