Luis Majul: "Cae otro alfil de Alberto Fernández: Cristina Kirchner y La Cámpora se quedan con todo, mientras la Patria sigue mejor que nunca"

Es verdad que a María Eugenia Bielsa, exministra de Desarrollo Territorial y Hábitat, la venían esmerilando desde hace tiempo. No solo Cristina Fernández y los chicos grandes de La Cámpora. También el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, le achacaba inacción y falta de coraje.
"Ya pasó medio año y el presupuesto está más que subejecutado. Si tiene miedo de poner la firma y quedar pegada que renuncie y le deje el puesto a otro", le dijo un día Massa al presidente Alberto Fernández.

Alberto les pidió tiempo a los referentes de Cristina y los de Massa. En simultáneo, presionó a la ministra para que "se pusiera las pilas". Mientras tanto, los auditores informales de La Cámpora en el ministerio de Bielsa reportaban, semana tras semana, que nada había cambiado.
Pero, ¿por qué la ministra no se animaba a firmar ningún papel? Porque el loteo de cargos le impedía cubrir con "tropa propia" el lugar desde donde, naturalmente, se "le cuida la firma" a los ministros.
Además, la hermana del loco Marcelo Bielsa y del excanciller Rafael Bielsa tenía otro problema: había reconocido públicamente que el kirchnerismo choreaba. Eso, en el código del kirchnerismo, es más grave, todavía, que robar.
De manera que cuando Alberto se quiso acordar Cristina y sus muchachos no solo le habían sacado un "problema" de encima. También le habían traído la solución: el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi.
Experto en presupuestos, muy desprolijo, pero sin complejos para ejecutar, ahora se quedará con el ministerio y seguirá manteniendo su influencia en la intendencia. Algo parecido pasó con el expresidente de la Anses Alejandro Vanoli. Primero lo cocinaron a fuego lento. Después le impusieron al Presidente a Fernanda Raverta, una chica de la "orga" que ahora lidia con el IFE y el desorden crónico del organismo. Le había ido bien en Mar del Plata. De alguna forma había que pagarle. La "orga" es una máquina de acumular poder. No retrocede jamás. Además, nunca reconoce un error de los suyos.
A nosotros, por ejemplo, nos gustaría preguntar: ¿Qué hizo de bueno Juan Cabandié en el ministerio de Medio Ambiente? Y también me gustaría derribar otro mito. El de la supuesta eficacia de Eduardo Wado de Pedro. Porque primero: ¿cuál sería el verdadero laburo de Wado? ¿Intermediar para conseguir o no la guita que reclaman los gobernadores? ¿Operar en Comodoro Py, el Consejo de la Magistratura y la Corte Suprema? ¿Llevar y traer mensajes de Cristina a Alberto y de Alberto a Cristina?

La eficacia de un político, cuando controla cajas millonarias, a veces no se mide tanto por idoneidad o ejecutividad, sino por cómo maneja la billetera. Es decir: la caja blanca y también la negra.
El 9 de agosto del año pasado, antes de las PASO, Ferraresi fue denunciado por el desvío de fondos destinados al sistema alimentario escolar que manejaba su esposa. Según Alfredo Popriptkin, de Contadores Forenses, se habría cometido un fraude al municipio por 96 millones de pesos.
El tema es así. Avellaneda habría recibido 214 millones de pesos de la propia municipalidad y del gobierno de la provincia para financiar el Sistema Alimentario Escolar (SAE). Según Popriptkin, debían destinar la totalidad a proveedores. Sin embargo, el matrimonio Ferraresi se habría quedado con casi 100 millones de pesos. Lo único que tiene de bueno para el Gobierno el ruido que produce la renuncia de Bielsa y la asunción de Ferraresi es que tapa otro escándalo mayor: el de presentar las señales de ajuste que está enviando Guzmán y el Gobierno al fondo.
Durante los últimos dos años del gobierno de Macri hicieron todo tipo de campañas con las siguientes consignas: "No al FMI" y "La patria está en peligro". No fue una declaración aislada. Fue una campaña. Y movilizaron a medio país.
Lo mismo sucedió con la fortísima campaña contra la aprobación de la fórmula de ajuste jubilatorio que presentó Macri en el Congreso. Mirá, por ejemplo, Página 12 de la época, y cómo lanzaban toneladas de adoquines contra las fuerzas de seguridad, quejándose por una decisión que implicaba, para los jubilados, un ajuste menos gravoso que este.
Como quizá parte de la oposición está un poco bombardeada y confundida, fuimos a preguntar a diputados y dirigentes que se ocupan del tema si lo que anunciaron sobre los jubilados es o no un ajuste hecho y derecho. Pero también en aquella época, la de la campaña contra el FMI, se anotaron Axel Kicillof y Pablo Moyano.
¿Por qué ahora estarán tan calladitos? ¿Por qué ahora no dicen ni "mu", si lo que están haciendo con las jubilaciones es todavía peor, desde su propia lógica, de lo que le achacaban al gobierno de Macri? ¿Por qué ahora dicen si al FMI, si saben de memoria, que para arreglar van a tener que decir y hacer lo mismo que dijo y que hizo Macri, aunque nos quieran vender humo para convencernos de todo lo contrario?
No hay novedad en el Frente de Todos: Alberto Fernández entrega otro alfil, mientras Cristina Fernández y La Cámpora acumulan más poder, y la Patria ya no corre peligro porque cada vez está mejor, con la heladera llena de relato.

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