Luis Majul: "El problema más grave de la Argentina se llama Cristina Kirchner"
- La Argentina es un país con demasiadas anomalías, pero la más grave de todas es el papel que juega Cristina dentro del Gobierno, en el Senado, las instituciones y el país. No estamos diciendo que no ganó en octubre del año pasado, en elecciones libres. Decimos, porque ya es obvio, que ese triunfo es hijo del oportunismo político. Que fue muy efectivo para ganar y volver al poder, pero que está siendo cada vez más dañino para la democracia.
- Cristina es tóxica, está fuera de tiempo. Pero dentro del Frente de Todos nadie la puede parar. Este fin de semana se levantó con la idea de dar un golpe a la Corte Suprema de Justicia. Primero se lo encargó a Vanesa Siley, una diputada que no tiene la menor idea de dónde está parada. Ella pretendió iniciarle un juicio político al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosenkrantz, solo porque considera que falló mal en la ley del 2 x 1.
- Sinceramente, Rosenkrantz le podría dar una clase magistral de derechos humanos. Y no solo a ella, también a Leopoldo Moreau, otro soldado incondicional de Cristina, quien tuvo la audacia de pedirle juicio político a toda la Corte. Como una especie de Golpe de Estado a un poder independiente. El que debería ser el más independiente de los poderes.
- Ayer, Paula Oliveto, en el pase entre el Especial Domingo y La Cornisa, fue directo al asunto. Pero la diputada por la Coalición Cívica incorporó al debate algo de lo que se habla poco. Equiparó el deseo de resentimiento, venganza de impunidad, con la ostensible inutilidad de los funcionarios de este Gobierno.
- El kirchnerismo no tiene mayoría propia en el Congreso para avanzar con el juicio político contra la Corte
- Pero también explicó el actual estado de cosas, sin guardarse nada, el expresidente del Banco Central y exministro de Hacienda Alfonso Prat Gay. Me pareció bien, me gustó, por supuesto, que también hiciera una autocrítica y recordara los errores del expresidente Mauricio Macri. Uno en especial, la equivocación de dividir el área económica en compartimentos estancos, sin darle al ministro de Economía todo el poder de decisión.
- La novedad de este cuarto gobierno kirchnerista, o mejor dicho, la mala noticia y que constituye otra anomalía, es la constitución del gabinete de ministros, y el loteo no solo de los ministerios, sino también de las segundas líneas. Porque genera, como resultado general, una gestión muy mediocre, para no decir directamente muy mala. Me consta que el presidente electo, antes de asumir, no quería a este gabinete.
- Que pretendía uno de más peso, envergadura y capaz de salir a defender cada una de las decisiones que se tomaran. El gabinete original que tenía el jefe de Estado en la cabeza incluía a Roberto Lavagna como ministro de Economía con plenos poderes sobre Hacienda, Producción, AFIP y mucha incidencia en el Banco Central.
- A Sergio Massa, como jefe de gabinete, a Gustavo Béliz o Florencio Randazzo como ministro del Interior. Y por supuesto, a Marcela Losardo, como ministra de Justicia, pero sin el control de Juan Mena, su viceministro, todavía procesado en la causa de Memorándum de entendimiento con Irán. Pero hoy el gabinete parece más un rejunte que otra cosa.
- Con los diferentes responsables del área económica jugando su propio partido. Cuidando su pequeña gran quintita. Defendiendo su metro cuadrado. Y con mucha confusión sobre el rumbo a seguir. Un solo ejemplo:
- En apenas nueve meses de gobierno, ya está probado que la emisión monetaria no está funcionando, que no sirve para hacer crecer la economía, ni para detener la devaluación de la moneda. No hay que ser Mandrake para entender que el equilibrio de la economía se alcanza por la vía de la baja del gasto y el crecimiento. Como te darás cuenta, crecimiento tampoco hay, así que ayer, Antonio Laje le hizo una pregunta de puro sentido común al ministro Guzmán.
- Así que no piensan seguir congelando las tarifas, aumentar el gasto público, seguir emitiendo hasta que esto explote, impedir a la gente que compre dólares, y presionar sin éxito a los productores para que liquiden las divisas. Y todo esto, a punto de quedarnos sin reservas en el Banco Central. Bueno: qué sorpresa. Pues entonces ¿qué piensan hacer? ¿Magia? ¿Seguirle echando la mitad de la culpa a Macri, y la otra mitad a la pandemia?
- A veces las cosas por más academia y más pergaminos universitarios que uno tenga chocan contra la realidad. Chocan contra lo que pasa en la calle.
- Me llegó por una amiga un video de un laburante argentino que se fue a hacer una changa a Uruguay, y según dice, vivió uno de los peores momentos de su vida. No lo robaron. No lo maltrataron. Vivió uno de los peores momentos de su vida, porque sintió que le tenían lástima. Lástima por venir del país de donde venía. De uno que les queda muy cerca: la República Argentina.
- El mandó cuatro minutos. Nos tomamos la libertad de editarlo. Son apenas un par de minutitos. Él está triste porque comprueba, en carne propia, que nos vamos camino a Venezuela. Que ya, en algún sentido, somos Venezuela. Y repite, como una letanía: "Argentina, despertate".
- Por eso, no hay que darle más vueltas. El problema más grande que tiene la Argentina es político. Es de confianza. El problema más grande se llama Cristina Fernández de Kirchner, y la imposibilidad del presidente Alberto Fernández de conducirla, de ordenarla y de contenerla.
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