- No es correcto ni democrático ir hasta la casa de un miembro de la Corte a reclamarle por el voto de mañana.
- Pero tampoco es correcto ni democrático presionar, como lo hizo Alberto Fernández, al presidente de la Corte, Carlos Rosenkrantz,solo porque en uso de sus facultades procesales llamó al máximo tribunal a un acuerdo extraordinario mañana, para que trate los desplazamientos de los camaristas Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli.
- ¿La presión del Presidente sobre un miembro de la Corte podría ser el equivalente al escrache en la casa de un magistrado? En este contexto, sí. Claro que sí. Así que, con todo respeto, yo me atrevería a pedirle al jefe de Estado que evite opinar a horas de un fallo tan trascendente para la República.
- Los vecinos de Rafaela, que se acercaron hasta la casa de Lorenzetti y le tocaron bocina, dicen que no fue un escrache.
- Que habían ido a otra manifestación y que pasaron por la casa del juez y se expresaron.
- Si de verdad están indignados con la forma de gobernar de esta administración y la agenda conflictiva y extravagante de Cristina, yendo a la casa de Lorenzetti no le están haciendo ningún favor a la causa ni a las ideas que defienden.
- ¿Por qué deduzco que no es bueno este escrache, aunque sea elegante y que se termina transformando en una trampa? Porque a esta ahora, en vez de discutir el fondo de la cuestión
Y el fondo de la cuestión es:
- El Gobierno debe dejar de sacar de sus puestos a los fiscales y los jueces que actúan conforme a derecho, para poner a magistrados que apoyan ostensiblemente al kirchnerismo.
- Lo mismo debería suceder con los gobiernos de cualquier color político.
- El otro gran problema que hay con la Justicia es que las causas en las que están involucradas personas como Cristina Kirchner, Cristóbal López y Pablo Moyano no avanzan.
- Están frenadas. Por pandemia, por falta de fondos o porque los magistrados temen que, si hacen lo que tienen que hacer, les pase lo mismo que a Bruglia, Bertuzzi y Castelli.
- Y nosotros, los periodistas, estamos precisamente para eso. Para llamar la atención sobre todas y cada una de las maniobras tendientes a evitar que se imparta Justicia.
- Todos nosotros sabemos que hubo un pacto implícito, que rápidamente se hizo explícito, entre Cristina y Alberto, sobre las investigaciones judiciales y la elección de la fórmula presidencial. Ella lo ungió y él, se comprometió con ella a hacer todo lo posible, y parece que también lo imposible, para sacarle ese lastre de encima.
- Pero en un país democrático, con pleno funcionamiento de la división de poderes sabemos que ni siquiera un Presidente puede torcer la voluntad de un juez. ¿O sí?
- Y también sabemos que ganar una elección, ni por una diferencia de siete puntos, ni 100 a cero, le da impunidad a quienes ganaron, si previamente fueron acusados y procesados de integrar una asociación ilícita, como Cristina Fernández de Kirchner.
- Así que volvamos al centro de la cosas. Porque otra obligación que tenemos los periodistas, que investigamos y analizamos las cuestiones de Estado, es poner sobre la mesa los asuntos verdaderamente relevantes.
- Para nosotros, en este comienzo de semana los grandes temas de la Argentina, además de la vigilia, por el fallo de la Corte de mañana, son tres: la economía, la economía y la economía. Porque se viene a pique. Y los datos que dan el Indec y las medidoras serias son contradictorios con el discurso del Gobierno, cuyos funcionarios vienen agitando el parche de "lo peor ya pasó".
- Voy a ser más específico dentro de un rato, cuando hablemos con Martín Tetaz, pero en el Gobierno están diciendo que ya se recuperó el nivel que tenía la economía en marzo, y no hay un solo dato que indique semejante cosa.
- Y dentro de la economía, la acelerada destrucción del peso.
- Porque, hay que volver a decirlo: contra todas las promesas del Gobierno, somos entre un 25 y un 30 por ciento más pobres que desde agosto del año pasado, cuando se conoció el resultado de la PASO.
- Y eso, para no hablar del crecimiento del desempleo, de la pobreza y de la bomba sobre la educación y la salud mental.
- Ahora parece que Máximo Kirchner habló y se paró un poco el mundo. Le ha encontrado a todo lo que pasa hoy un único culpable: el gobierno de Mauricio Macri. Y ha encontrado, también, en el controvertido atraso de la publicación de los muertos por Covid, el mismo enfoque triunfalista que le está dando el gobierno de la provincia de Buenos Aires. Porque no solo no reconocen que metieron la pata. Ahora dicen que descubrieron un sistema de registro que es el más moderno eficiente del planeta.
- Bien. A pesar de que soy periodista y desconfiado, voy a intentar pensar bien. Supongamos, por un momento, que no escondieron 3500 muertos bajo la alfombra, porque no podrían ser tan perversos. Que no hicieron como ya lo hizo Daniel Scioli en La Plata, con los cientos de muertos escondidos por la gran inundación.
- Bien. Lo que tampoco pueden hacer es responsabilizar del atraso o el error al sector privado de la salud, los hospitales públicos, los agentes efectores y todo lo que no sea del gobierno de la provincia de Buenos Aires. Porque ellos son los responsables de dar a conocer los datos. Y si no, que no me manden a hacer cuarentena.
- Pero, además, los antecedentes sobre el manejo de las cifras no los acompañan. Empezaron a manipular las estadísticas oficiales del Indec en 2006. Alberto Fernández era jefe de gabinete. Suponían que si le decían a la gente que la inflación era mucho más baja de lo que era de verdad la economía debía funcionar mejor.
- Pero ni siquiera Hugo Moyano, un veleta de las ideas y de los principios cuya única ideología son los negocios, por entonces, les creía. "La verdadera inflación es la del changuito", decía el Moyano, excombativo.
- En 2013 vino Kicillof, y decidió que medir la pobreza en la Argentina era estigmatizante. Y eso le permitió a gente como Aníbal Fernández sostener que en Alemania había más pobres que en la Argentina, y a la entonces presidenta Cristina, ante la FAO, afirmar que la pobreza en nuestro país todavía no había llegado a los 5 puntos porcentuales.
- ¿A vos te gusta que te mientan? A mí no. Así que, cuando Máximo Kirchner dice que hay que pedirle al gobierno nacional las cifras de todos los muertos, distrito por distrito, lo primero que me surge es: ¿Perdón, señor diputado? ¿Y usted a qué gobierno pertenece? ¿Acaso no es el jefe del bloque de diputados del oficialismo, el mismo bloque al que hasta el jueves pertenecía un tal Juan Emilio Ameri? ¿Acaso no es el Frente de Todos, igual que su madre, la vicepresidenta de la Nación?
- ¿Tiene Máximo Kirchner un problema de desdoblamiento de la personalidad política, como el que le adjudican a Alberto Fernández cada vez que dice una cosa, que parece exactamente la contraria a la que dijo hace un tiempo?
- A propósito de Máximo Kirchner. Tengo una gran expectativa por saber si va a terminar pagando el impuesto a los grandes patrimonios. Me gustaría saber, con precisión, qué va a decir su próxima declaración jurada. Ojalá que no sea otra muestra del "haz lo que yo digo, nunca lo que yo hago". Ojalá.
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