Mauricio Macri apuntó contra las barras y criticó a la Justicia por los incidentes en el River-Boca

Su rostro serio, al ingresar a la reunión de gabinete, lo decía todo. Cuando salió, el presidente Mauricio Macri llegó al salón Norte de la Casa Rosada para hacer público su enojo y "frustración" por lo ocurrido durante el fin de semana, dentro y fuera del estadio de River Plate. Apuntó en dos direcciones: a dirigentes políticos opositores que "apañan" a los violentos, y a jueces que "dejan libres" a quienes cometen desmanes, como quienes agredieron al micro que llevaba a los jugadores de Boca Juniors y provocaron la suspensión del superclásico, a pocos días de la cumbre del G-20 que reunirá a los presidentes de los países más poderosos del planeta en Buenos Aires.

"Una vez más la violencia ha ganado un espacio, pero frente a esto no nos queda otra que persistir, rechazar a los violentos, a las mafias que muchas veces están detrás de ese tipo de violencia", dijo el Presidente con rostro serio y voz algo disfónica. "Hay una parte de la dirigencia que apaña estas cosas, ve como una conducta razonable tirar piedras, agredir, y claramente eso no es aceptable bajo ningún concepto", dijo el Presidente.

"Esto que sucedió nos tiene que llevar en serio a la reflexión, no quedarnos con la anécdota, ir al fondo de la cuestión. Hace dos años y medio los ministros presentaron una ley de barrabravas [para] ayudar a que ningún fiscal ni juez se equivoque cuando tipifica un delito, y podamos actuar con mayor claridad y contundencia, apoyando a nuestras fuerzas de seguridad cuanto actúan. Espero que después de este bochorno, esperemos que en Extraordinarias la podamos aprobar", dijo Macri. Un rato después, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich especificó que el proyecto de ley "tipifica como conductas penales (no contravenciones) a la agresiones en contexto de partidos de futbol, y los sanciona de manera más fuerte, con aislamiento incluido", según expresó la ministra ante una consulta de LA NACION.

Sin aviso previo, Macri irrumpió en forma sorpresiva en la conferencia en la que se preveía la palabra de Bullrich y el ministro de Justicia, Germán Garavano. El Presidente apuntó a la Justicia por liberar a los que protagonizaron las agresiones.

"Tiene que ver un sistema judicial que garantice que el que no cumpla la va a pasar mal", dijo el Presidente. "¿Cómo puede ser que se detuvieron 23 personas después de todo lo que pasó, y horas de vuelta estas personas estén libres? ¡No entiendo, en nombre de todos los argentinos, no entiendo!", se enojó el primer mandatario. Y comparó estos hechos con los desmanes de fines del año pasado, cuando se discutía la ley previsional en la Cámara de Diputados.

"Lo mismo nos pasó en el Congreso, cuando vimos ese destrozo masivo, esa agresión bestial, no entiendo cómo puede haber dirigentes que avalen esto unánimente, y no salen a decir que están en contra", afirmó, y se mostró sorprendido por los escupitajos recibidos por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, cuando ingresaba en la cancha de River. "No entiendo como alguien puede pensar que está bien escupir (…) el futbol no habilita a comportamientos salvajes", agregó Macri en una declaración sin preguntas que duró algo menos de nueve minutos.

En la conferencia, Bullrich negó internas o disidencias con su par porteño Martín Ocampo, y afirmó que "los responsables son los que tiraron las piedras". Negó la existencia de una "zona liberada" para la agresión de los barras y afirmó que quienes atacaron el micro de Boca "tienen que ir presos". ¿Esto complica al G-20? "Vamos a hacer todo lo posible para demostrarle al mundo que estamos en condiciones de organizar [la cumbre]", dijo la ministra.