Macri palpó la dificultad de moderar tensiones en el mundo
La víspera de la cumbre del G-20 le ofreció a Mauricio Macri un muestrario de lo complejos que serán los consensos entre las grandes potencias del mundo. El Presidente este jueves le imprimió un tono amistoso a las primeras reuniones bilaterales y cosechó los primeros acuerdos con los líderes internacionales. Pero también comenzó a palpar, como anfitrión de los otros 18 mandatarios que llegarán a Buenos Aires, la intensa tormenta que se vive en el plano geopolítico y que tendrá en la cumbre un capítulo incierto.
"Como presidencia del G-20 tenemos una responsabilidad en la búsqueda del máximo consenso", dijo el jefe de Gabinete Marcos Peña .
Muchos funcionarios, sin embargo, reconocían las dificultades. "La Argentina se tiene que mostrar como articuladora de países con visiones muy distintas. Si se logra, el comunicado conjunto será un elemento más", evaluaba uno de los funcionarios involucrados en la agenda de la cumbre. En un escenario donde la Argentina es solo actriz de reparto, las expectativas del Gobierno se concentraban el jueves mucho más en los acuerdos bilaterales que en ser la sede de un gran acuerdo multilateral.
Macri tuvo, durante la mañana, dos alertas. La primera, el mensaje que publicó en Twitter Donald Trump desde el Air Force One, donde anunció que canceló la reunión con su par ruso Vladimir Putin por el recrudecimiento del conflicto con Ucrania. "Es verdad que afecta al clima de la cumbre, pero a nosotros no nos toca de cerca", analizaba un funcionario de la primera línea.
....in Argentina with President Vladimir Putin. I look forward to a meaningful Summit again as soon as this situation is resolved!&— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 29 de noviembre de 2018
La segunda luz roja llegó en la reunión que a media mañana mantuvo con el presidente de Francia. "Macri pudo ver lo enojado que está Emmanuel Macron con Trump por los temas climáticos y de comercio. Trató de hacer un trabajo fino para llevar paños fríos, no sé si lo logró", dijo a LA NACION uno de los invitados a la reunión que tuvo lugar en Casa Rosada. Ambos mandatarios mostraron voluntad para avanzar en un acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur. Pero Macron lo supeditó al rol que asuma Jair Bolsonaro en Brasil, que ya mostró estar en línea con las ideas de Trump.
Con el presidente de los Estados Unidos Macri se encontrará hoy, a primera hora del día. Buscará que su viejo amigo ratifique el apoyo que le brindó a la hora de obtener el favor del FMI y pondrá el foco en fortalecer los lazos comerciales y las inversiones en el país. El jueves, el equipo económico palpó de cerca las inquietudes de los inversores. "Antes preguntaban por el plan financiero, hoy preguntan cómo vamos a hacer para ganar las elecciones en 2019", dijeron en ese sector del Gobierno.
"El Presidente quiere que la cumbre se traduzca en resultados concretos para la vida de la gente", repitieron durante el día al menos cuatro funcionarios. Macri quiere imponer en el G-20 los tópicos del "futuro del trabajo" y de la "infraestructura para el desarrollo", en una cumbre que nació con un perfil financiero, en respuesta a la crisis del 2008.
Agenda apretada
Macri comenzó el día previo a la cumbre a las 6.45, con un repaso de las actividades del día. En las últimas semanas, el Presidente se preparó junto al canciller Jorge Faurie y al secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo para estudiar a fondo a sus interlocutores de la cumbre. "Está muy focalizado. Le importan más los resultados concretos que la cuestión protocolar", describió uno de los asesores que compartieron la jornada de ayer con el Presidente.
La agenda se abrió con un encuentro en Olivos con primer ministro de la República de Singapur, Lee Hsien Loong. Hubo caras conocidas: a la reunión asistió el amigo de la vida del Presidente, Nicolás Caputo. Macri luego recibió en la Casa Rosada a los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, y de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker y al titular del BID, Luis Alberto Moreno.
A media mañana dio inicio a su agenda con Macron. El cronograma previsto pareció trastocarse por la lluvia. Los cuatro aguardaron en el despacho de Macri a que el cielo aclarara para partir helicóptero al Delta de Tigre. Macri se despegó, en esa instancia, de los funcionarios que lo escoltarán, por turnos, durante toda la cumbre: Pompeo, Faurie, y el secretario de la Presidencia Fernando De Andreis, encargado de cuidar su logística y su agenda.
Por la tarde, Macri cerró el Foro de Inversiones en el Centro Cultural Kirchner. La jornada culminó con actividades más relajadas. Primero asistió al cóctel ofrecido al premier italiano Giuseppe Conte en el Museo de la Casa Rosada, que contó con un invitado especial, el presidente de la FIFA Gianni Infantino. Cerró el día con una cena en Olivos con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
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