Macri retomó la agenda local con la mira en el FMI y la réplica a los gremios

Ni bien bajó del avión que lo trajo desde Nueva York, el presidente Mauricio Macri retomó hoy su agenda de trabajo en un día trascendente, por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional ( FMI).

Después de recorrer el Círculo de Suboficiales de Gendarmería, que sufriera un atentado con bombas molotov durante su ausencia del país en el marco de una protesta sindical, el Presidente, el jefe de gabinete, Marcos Peña, y solo seis de sus ministros (Dujovne y Jorge Faurie está en el Exterior, Rogelio Frigerio en el Congreso defendiendo el presupuesto 2019 y Alejandro Finocchiaro reponiéndose de una dolencia) analizaron las implicancias del acuerdo con el FMI, las consecuencias del paro nacional organizado por la CGT y los coletazos de la renuncia de Luis Caputo al Banco Central.

El Presidente "dijo que el FMI y el mundo tienen mucha predisposición a ayudarnos, y que el nuevo acuerdo es bueno para todos", según relató uno de los presentes a LA NACION. El ministro coincidió con otro testigo en que Macri lucía "cansado" pero "con buen ánimo de cara a los tiempos que se vienen".

"Esperamos un tiempo más previsible, más calmo, mejor para la gente", evaluó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que junto a su par Dante Sica (Producción), enfrentó a los periodistas en conferencia de prensa, luego de la reunión con el Presidente. "El acuerdo que logramos ya está generando certidumbre en los mercados", agregó Sica en relación con el acuerdo con el organismo de crédito.

El paro nacional impulsado por la CGT mereció evaluaciones dispares por parte de los ministros. "Trabajamos todos los días, aprendemos de nuestras equivocaciones, somos un Gobierno que siempre trata de adaptarse, dentro del rumbo elegido", contestó Sica cuando LA NACION le preguntó si la Casa Rosada rectificaría alguna política luego de la demostración de fuerza del sindicalismo. Sica, al igual que todo el Gobierno, afirmó que "un paro con falta de transportes es difícil de medir", y relativizó así su "éxito".

"También es hora de que la CGT se pregunta si no es hora de cambiar la metodología de protesta, y si van a seguir parando el país", retrucó Bullrich, para quien "el diálogo no es hacer lo que el otro quiere. Diálogo sin imposición no parece un diálogo", contraatacó la ministra. Descartó así un llamado inminente a los gremios para evitar nuevas medidas de fuerza.

Algo más incómodos, Sica y Bullrich respondieron por la salida de Caputo. "El FMI no tuvo nada que ver con su salida, que ya estaba en carpeta y se hizo de manera consensuada", interpretó el ministro de Producción ante la insistencia de los periodistas.