Legislativas. Macri y De Narváez retoman los contactos en busca de un acuerdo
El líder de Pro instruyó a Posse, Cariglino y a su primo Jorge para establecer alianzas con el diputado del PJ disidente; el denarvaísmo celebra el acercamiento y espera "hechos concretos"
Después de meses de distancia y tirantez, Mauricio Macri y Francisco de Narváez están otra vez dispuestos a buscar un acuerdo electoral. En las últimas horas, el jefe de gobierno porteño y el diputado del Frente Peronista dieron señales de que quieren acercar posiciones de cara a las elecciones legislativas de octubre.
El martes a la noche, Macri se reunió con los intendentes de San Isidro, Gustavo Posse; Vicente López, Jorge Macri, y Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, y los instruyó para que retomen el contacto con De Narváez. En rigor, las conversaciones con el diputado del peronismo disidente y sus allegados nunca se cortaron del todo, y fueron justamente esos tres intendentes quienes mantuvieron abiertos los canales de diálogo político.
Fue un encuentro distendido en la casa de Posse en San Isidro. Macri recibió felicitaciones por el proyecto para proteger la libertad de expresión en la ciudad de Buenos Aires que había anunciado horas antes. "Fue un gol olímpico", lo describió uno de los asistentes a la comida.
El mensaje del jefe de Pro fue claro: los intendentes quedaron habilitados para reactivar el diálogo fluido con el denarvaísmo, acercar posiciones y buscar coincidencias. "Siempre hubo contactos, faltaba el aval de más arriba. Y ese aval llegó", graficó uno de ellos. "La gente y su pedido de unidad nos llevan a estar juntos, y nos va a castigar si no lo hacemos", dijo Posse a LA NACION.
Se decidió que Cariglino funcionará como nexo y vocero de los contactos. Él mismo lo admitió anoche cuando llegó a la reunión del peronismo disidente que José Manuel de la Sota encabezó en la Casa de la Provincia de Córdoba. "Ya hubo conversaciones", dijo antes de unirse al resto de los comensales (ver aparte). Sonriente, remató: "Vamos a terminar todos juntos".
Allegados a De Narváez, que también participó del encuentro en la Casa de Córdoba, admitieron que el contacto con el macrismo se reactivó en los últimos días y que hay buena disposición para que las conversaciones lleguen a buen puerto. "Siempre hemos dicho que estamos para armar un frente lo más amplio posible. Eso no cambia", dijeron a LA NACION cerca de De Narváez.
"Nuestro criterio es la unidad. No estamos para desperdiciar espacios de acercamiento cuando lo que está en juego es la posibilidad de ganarle al kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires", ahondaron. No obstante, matizaron: "Queremos hablar, pero sobre hechos concretos".
Más allá de la buena voluntad de los protagonistas, la "reconciliación" entre Macri y De Narváez aparece rodeada de interrogantes. El primero tiene que ver con el futuro de Roberto Lavagna, que hace dos semanas se enfrentó duro con Macri por las críticas del líder de Pro a la cumbre que el ex ministro de Economía compartió con De Narváez, De la Sota y Hugo Moyano. Congelado el diálogo con el porteño, Lavagna decidió alejarse por unos días del frenesí de la coyuntura para cumplir con "compromisos académicos" en el exterior, según dijeron a LA NACION desde su entorno.
También habrá que ver cómo encaja en el nuevo mapa la figura de Moyano. Ayer, el camionero inauguró una sede de su Partido por la Cultura, Educación y Trabajo en La Matanza. De Narváez fue su principal invitado. "Tenemos que salir a caminar los distritos bonaerenses junto a los compañeros y a toda la gente para construir este nuevo espacio", arengó durante el acto.
Ambivalente
El vínculo entre Macri y Moyano es, por lo menos, ambivalente. Ubicados en antípodas discursivas, el líder de Pro y el jefe de la CGT opositora supieron alimentar sin embargo un vínculo pragmático en relación con la gestión de la ciudad.
Esa buena sintonía tiene un ejemplo claro en los sucesivos acuerdos para la recolección de residuos en territorio porteño y, más recientemente, en la intervención de la Subsecretaría de Trabajo de la ciudad en el conflicto del gremio de camioneros con Maxiconsumo.
Otro de los interrogantes es qué alcance podría tener un eventual acuerdo. En el denarvaísmo vislumbran un acercamiento circunscripto a la provincia de Buenos Aires, sin proyección nacional. El macrismo, por su parte, trabaja desde hace tiempo en acuerdos por distrito.
Por lo pronto, De Narváez y Cariglino coincidieron anoche en la segunda reunión del frente peronista que se lanzó en Córdoba el 1° de mayo pasado. "Seguimos dando pasos en la unión de muchos que estamos dispuestos a ponerle un límite a Cristina", aseguró De Narváez.
Macri dedicará los próximos días a mostrarse en territorio bonaerense. Hoy estará en Mar del Plata y en Santa Teresita, en actos con el ex corredor de TC Eduardo "Lalo" Ramos, y mañana recorrerá el municipio de La Matanza para mostrar a Javier Castrilli, la flamante incorporación a Pro bonaerense.
Con la colaboración de Jaime Rosemberg
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