Malvinas: Londres no ve una "amenaza creíble"
El ministro de Defensa británico, Philip Hammond, admitió que no existe "una amenaza militar creíble" por parte de la Argentina respecto de las islas Malvinas.
Según publicó la prensa británica, Hammond compareció el lunes ante el Parlamento británico y abordó, entre otros temas, la política de defensa del Reino Unido para las Malvinas.
En este contexto, el funcionario que responde al primer ministro conservador David Cameron dijo que "no hay planes para un cambio significativo" en cuanto a la dotación militar en el archipiélago.
El parlamentario conservador Amber Rudd le preguntó durante el debate legislativo si estaba seguro de que el Reino Unido cuenta con "suficiente presencia naval en la zona para hacer frente a un ataque naval".
Hammond, entonces, negó que existiera una "amenaza militar creíble" por parte de la Argentina.
Sin embargo, ratificó que "el gobierno [del Reino Unido] está comprometido en la defensa del derecho de autodeterminación de los habitantes de las Malvinas".
A pesar de la escalada bilateral de las últimas semanas por el debate sobre la soberanía de la Argentina en las islas Malvinas, cuando falta poco más de un mes para que se cumplan 30 años del inicio de la guerra de 1982, Hammond subrayó que Londres "no tiene ningún deseo o intención de incrementar la intensidad" del debate en torno a la soberanía sobre el archipiélago.
Por otra parte, el ministro de Defensa restó importancia a los comentarios de parlamentarios conservadores que reclamaban la presencia de un portaaviones en la zona de las islas para intentar una recuperación rápida, si hubiera un intento argentino de tomar por la fuerza el archipiélago.
La puja verbal entre la Argentina y Gran Bretaña que se desató en las últimas semanas llegó a su pico de mayor tensión cuando el primer ministro inglés declaró que la Argentina tiene intenciones "más que colonialistas" respecto de los habitantes de las archipiélago.
La declaración de Cameron fue seguida del anuncio del envío a las islas de un destructor modernísimo en reemplazo de una nave similar más antigua y el arribo al archipiélago del príncipe Guillermo, heredero de la corona, para realizar un entrenamiento militar durante seis semanas.
La presidenta Cristina Kirchner respondió el mensaje del gobierno británico el 7 de febrero con un discurso en el que denunció la "militarización" del mar austral: "He instruido al canciller [Héctor Timerman] para que presente formalmente ante el Consejo de Seguridad y ante la Asamblea de Naciones Unidas esta militarización del Atlántico Sur, que implica un grave riesgo para la seguridad internacional".
Posteriormente, el canciller Timerman se entrevistó con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien aceptó realizar una mediación con el gobierno de Londres para acercar posiciones y evitar una escalada. Hasta ahora no se tienen noticias del resultado de ese compromiso asumido por la máxima autoridad de Naciones Unidas.
Mientras tanto, el gobierno kirchnerista intenta mostrar que no tomará medidas drásticas pese a la disputa diplomática. El embajador argentino en Chile, Ginés González García, reiteró ayer que no ha hecho gestiones en ese país para la suspensión de los vuelos de la empresa LAN a las islas Malvinas.
Además, González García agradeció la postura de apoyo a la Argentina tomada por el presidente chileno, Santiago Piñera, en una reciente conversación telefónica con Cameron.
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