Más de 300 intendentes piden que se anule la resolución 125

Por tercera vez en las últimas semanas, los intendentes de las provincias agropecuarias llevaron su reclamo al Congreso. Claro que esta vez los jefes comunales redoblaron la apuesta: no sólo cuadruplicaron en número sus visitas anteriores, sino que además emitieron a coro un duro mensaje: si la resolución ministerial 125 se aprueba como está, "volverán los cortes de ruta y la pobreza a los pueblos".

Con su indignación a cuestas, unos 300 intendentes de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa y San Luis llegaron a Buenos Aires, en un último esfuerzo para torcer la voluntad del kirchnerismo y frenar la convalidación parlamentaria de la resolución del ex ministro de Economía Martín Lousteau, que disparó el conflicto el 11 de marzo último. En total, ya pasaron por el Congreso unos 500 intendentes de los 2200 que tiene todo el país, según datos de la Federación Argentina de Municipios.

Organizados, los jefes comunales llegaron temprano al teatro Broadway, a metros del Obelisco, y efectuaron un acto junto a la Mesa de Enlace, que agrupa a las entidades del agro. Cerca del mediodía se trasladaron al Salón Azul del Senado y compartieron el púlpito con dirigentes opositores y líderes religiosos. Más tarde se reunieron con el vicepresidente Julio Cobos.

En cada escenario, repitieron el discurso: hay que "declarar ilegal" o suspender el aumento de las retenciones, solucionar el conflicto entre el Gobierno y el agro y encontrar un mecanismo de redistribución del ingreso para que el dinero de la coparticipación federal retorne a los municipios.

Ante un teatro colmado, se iniciaron las críticas. "Son muy pocos los intendentes de nuestras provincias que no creen que la 125 fue una resolución equivocada", afirmó el intendente cordobés de Oncativo, Osvaldo Vottero, antes de darle la palabra a Luciano Miguens (Sociedad Rural), Mario Llambías (CRA), Carlos Garetto (Coninagro), Eduardo Buzzi (Federación Agraria) y al carismático Alfredo De Angeli. Hubo coincidencia en las críticas a la resolución 125, pero las de De Angeli fueron las palabras que los intendentes querían escuchar. "Minga nos van a poner de rodillas", repitió el titular de la Federación Agraria entrerriana, antes de invitar a la concurrencia a "llenar el Congreso" con el reclamo.

Dicho y hecho. Los intendentes llegaron a pie y en taxi al salón del Senado que Cobos les cedió para un multitudinario encuentro con la oposición. "No queremos transformar esto en un acto opositor", afirmó el intendente de Las Rosas, Raúl Poncio, aunque no se vio un solo oficialista en el lugar.

Luego de encendidos llamados al diálogo de Fernando Gianetti (Iglesia Católica), del pastor Hugo Baravalle (Iglesias Evangélicas) y del rabino Sergio Bergman, hablaron los intendentes. "Sólo el talento argentino pudo generar semejante crisis donde no la había", gritó Vottero. "No miramos lo que pasa en el campo, ¡nosotros somos el campo!", se enojó Carlos Torres (UCR), intendente de Firmat. Allí pidieron la nulidad o suspensión de la resolución y rechazaron las críticas del Gobierno hacia el agro. "No somos golpistas; lo que diga el Congreso será palabra sagrada", afirmó Carlos Gorosito, intendente de Saladillo.

"A nosotros también nos votó la gente", ironizó Juan Carlos Olivero, intendente de Parera, al recordar haber votado los superpoderes en su período como diputado radical. "Me equivoqué. Reconocer un error es un acto de grandeza", agregó. Osvaldo Salomón (Frente para la Victoria), intendente de Chabás, llamó la atención por la dureza de su discurso: "A los legisladores de mi partido les pido que no sean obsecuentes y legislen para el pueblo".

Una delegación fue recibida por Cobos. "Le dijimos lo que vemos: la gente está a la vera de las rutas, y si la resolución sale como está tendremos marchas y cortes otra vez", afirmó Salomón a LA NACION. Comentó, resignado, cómo todo había cambiado en su localidad. "Hasta hace poco, pedíamos empleados por radio porque nos faltaban. Hoy nadie compra una máquina, un auto, es increíble", se quejó el intendente santafecino.