Masivo reclamo por las muertes de Avellaneda
A cuatro años de la muerte de los piqueteros Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, cerca de 10.000 manifestantes cortaron ayer el puente Pueyrredón, para exigir "juicio y castigo a todos los responsables políticos" de la denominada "masacre de Avellaneda".
Las agrupaciones se concentraron desde la mañana sobre la avenida Pavón. En un acto simbólico, familiares de las víctimas renombraron la estación de trenes de Avellaneda, de la ex línea Roca, "Darío y Maxi".
El corte del puente provocó un importante congestionamiento de tránsito tanto de los vehículos que ingresaban como aquellos que salían de la Capital. Desde la estación Avellaneda, las más de 80 agrupaciones que adhirieron a la protesta emprendieron la marcha hacia el puente, donde, pasadas las 13, los piqueteros quedaron enfrentados con 500 hombres de la Policía Federal, de la policía bonaerense, la Gendarmería y la Prefectura, que impedían el avance hacia la Capital.
"Quince días atrás, informamos al Gobierno que íbamos a hacer un acto conmemorativo en el puente, pero no obtuvimos respuesta. Y ahora nos encontramos con esto, con todo este despliegue de seguridad que es una provocación innecesaria del ministro del Interior, Aníbal Fernandez", dijo Juan Cruz Dafuncio, de la agrupación MTD Aníbal Verón.
Las fuerzas de seguridad no se movieron y la tensión no aflojó hasta que los manifestantes comunicaron su decisión de continuar con el corte. El acto iba a finalizar a las 15.30, pero se prolongó hasta las 17.
Al ritmo de bombos y platillos, los piqueteros permanecieron en el puente Pueyrredón, que no habían logrado cortar en forma completa desde agosto de 2005, a la espera de la lectura de un documento, que tuvo lugar pasadas las 16.
"Volvemos al puente a denunciar que Kirchner se llenó la boca de justicia, pero garantizó la impunidad de la masacre de Avellaneda, porque hoy él ha cobijado en sus filas a la mayoría de esos responsables políticos", señaló el documento, que nombraba entre los responsables políticos de las muertes a Aníbal Fernández, Felipe Solá, Alfredo Atanasof, Juan José Alvarez, Carlos Soria y el ex presidente Eduardo Duhalde.
Santillán y Kosteki fueron asesinados el 26 de junio de 2002 en la estación Avellaneda por el ex comisario de la policía bonaerense Alfredo Fanchiotti y el ex cabo Alejandro Acosta, condenados a prisión perpetua en 2005.