Massa reunió a su tropa para debatir si se postula, pero postergó definiciones

Envuelto en un hermetismo casi absoluto, el intendente de Tigre, Sergio Massa, reunió anoche a la tropa de intendentes y legisladores con los que planea enfrentar al kirchnerismo en las elecciones legislativas. El objetivo del encuentro, que no incluyó a los aliados más recientes del tigrense, era debatir si Massa debe encabezar la lista del Frente Renovador y cuándo anunciarlo.

La otra alternativa en discusión era la presentación de una fórmula massista encabezada por el intendente de Almirante Brown , Darío Giustozzi; la mujer de Massa, Malena Galmarini, y el diputado Felipe Solá. Sin embargo, desde el massismo insistieron ayer en que esa incógnita será develada recién mañana, cuando se cumpla el plazo para presentar las listas de candidatos ante la justicia electoral.

"Se están discutiendo la candidatura firme de Sergio y el día para presentarla", indicó a LA NACION uno de los protagonistas del armado massista, mientras todavía se desarrollaba el encuentro, al cierre de esta edición. Luego cortó toda comunicación, como exigió Massa, que especulará con el reloj para no anticiparle ningún movimiento a la Casa Rosada, que mantiene en el mismo misterio a los protagonistas de su boleta.

Las fuentes indicaron que el lugar elegido para el cónclave fue una quinta de la localidad de General Villegas, ubicada casi en la frontera noroeste con La Pampa, donde gobierna uno de los primeros laderos que tuvo Massa, Gilberto Alegre. El celo con el que se manejó la información y las versiones encontradas, no obstante, colaboraron para poner en duda cada arista del encuentro.

En la misma sintonía, Massa se dejó ver poco y nada ayer. Durante la mañana presentó equipos desfibriladores instalados por el municipio. Por la tarde, escribió tres tuits referidos al Día de la Bandera, casi en simultáneo con los que escribió la Presidenta luego del acto que encabezó en Rosario.

No participaron del encuentro los últimos dos aliados que sumó el massismo: Giustozzi y el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, que no fueron invitados.

Tampoco asistió un tercer intendente que suena cada vez más fuerte como aliado de Massa y que podría generar un nuevo cisma en la UCR: Mario Meoni, de Junín, a quien el massismo ve "muy cerca" de un entendimiento. Las tensiones en el radicalismo no son pocas, ya que el ex cobista se había asegurado un lugar en la lista del FAP-UCR para que Malena Baro renovara su banca.

Giustozzi dedicó los últimos días a puntear, sección por sección, los aliados que se le acercaron en las últimas semanas. Pero también debió enfocarse en proteger su territorio: los mensajes de amor que en un principio le dedicó la Casa Rosada se trasladaron en los últimos días a las segundas líneas de su armado en Almirante Brown. En concreto, a los funcionarios municipales que integran Unidos y Organizados, indicaron desde el Gobierno.

Frente a esas versiones, cerca de Giustozzi prefirieron mostrar su satisfacción por haber limitado la integración del macrismo en el Frente Renovador. No obstante, nadie descarta por estas horas que el intendente de Vicente López, Jorge Macri, pueda llegar a colocar algún nombre en las listas o que enganche alguna boleta vecinal de Pro en el Frente Renovador.

Cariglino, por su parte, se mostró anoche en el canal Todo Noticias. Había preparado un libreto similar al que desplegó el diputado Felipe Solá: dar indicios de que Massa jugará (Cariglino dio el salto al massismo cuando lo convencieron de que así sería), pero no confirmarlo.

Las peripecias del massismo mantuvieron en vilo también a los intendentes kirchneristas del conurbano. En la primera sección, bastión del tigrense, la comidilla tuvo que ver con la interna que se habría desatado entre el ex mandamás de José C. Paz Mario Ishii y los jefes comunales Alberto Descalzo (Ituzaingó), Hugo Curto (Tres de Febrero), Raúl Othacehé (Merlo) y Mariano West (Moreno).

La tensión pasaría por el deseo de Ishii de encabezar la lista de senadores provinciales por la primera sección y la negativa del resto de los intendentes, que prefieren un candidato más competitivo.

En la tercera sección electoral, quien dejó en evidencia el malestar con Massa y Giustozzi fue el siempre frontal intendente de Ensenada, Mario Secco. "No somos traidores ni malagradecidos", afirmó, en diálogo con la FM Cielo.