Menem fue procesado con prisión preventiva
El juez Urso le imputó también falsedad ideológica y le embargó bienes por $ 3.000.000 Además, el texto completo de la resolución
En una resolución muy extensa por el detalle de las pruebas reunidas y las citas de jurisprudencia nacional e internacional, el juez federal Jorge Urso procesó ayer con prisión preventiva al ex presidente Carlos Menem como jefe de la asociación ilícita que entre 1991 y 1995 envió ilegalmente a Croacia y a Ecuador miles de toneladas de armamento que en su mayoría pertenecían al Ejército.
Urso también procesó a Menem por introducir falsedades (falsedad ideológica) en los cuatro decretos secretos que firmó con cuatro ministros y que dieron cobertura legal a las maniobras, y le trabó un embargo de tres millones de pesos.
Como organizadores de la asociación ilícita, delito que tampoco es excarcelable, Urso procesó con prisión preventiva en el mismo escrito al ex jefe del Ejército teniente general (R) Martín Balza y al ex ministro de Defensa Antonio Erman González.
Al ex canciller Guido Di Tella y al ex subjefe del Ejército general (R) Raúl Gómez Sabaini los procesó como integrantes de la asociación y, por lo tanto, no deberán cumplir prisión preventiva.
"Carlos Menem actuó su jefatura (de la asociación ilícita) en las sombras, pero salió a escena cada vez que las circunstancias así se lo impusieron, encarnando en la asociación el proyecto que se determinó a poco de su asunción. Desde la jefatura de Menem cobran lógica todas las conductas que aisladamente aparecen temerarias y sin sentido", dice Urso antes de precisar una por una e hilvanar las pruebas contra el ex presidente.
En otro tramos sostiene que Menem actuó "como un verdadero gerente de los personajes que circularon en derredor de los ilícitos" y, tras considerar probado "el despojo que sufrió el patrimonio del Ejército", destaca que "Menem era, en su carácter de presidente, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas".
Ante una pregunta, Urso dijo a La Nación que estaba "satisfecho con el trabajo realizado" tras más de seis años de investigación y destacó "el esfuerzo de todo el personal del juzgado".
En un escrito aparte, el juez restringió severamente las condiciones de detención -ahora prisión- que Menem cumple en una quinta de Don Torcuato por tener más de 70 años.
A partir de ahora, en la quinta cedida por Armando Gostanian sólo podrán vivir Menem y otras tres personas incluido el personal de servicio, y sólo se autorizará el ingreso de visitantes entre las 10 y las 20. No podrán concurrir más de dos visitas al mismo tiempo. De este régimen quedan exceptuados los familiares, médicos y abogados de Menem.
La defensa del ex presidente apelará el fallo ante la Sala II de la Cámara Federal.
El escrito de Urso, de 532 páginas, describe en forma detallada cómo habría funcionado en el seno del anterior gobierno la presunta organización delictiva.
Para ello hace suya la acusación del fiscal federal Carlos Stornelli, primero en introducir la figura de la asociación ilícita, y recurre a las últimas resoluciones de la Sala II de la Cámara Federal, su superior, para fundar la existencia de esa asociación.
Estas citas están intercaladas y matizadas con citas de otros tribunales y de jurisprudencia de otros países. Luego, el juez desarrolla las pruebas en contra de Erman González, Balza, Gómez Sabaini y Di Tella, que también lo son en contra de Menem.
Qué hizo Menem
Para Urso, la asociación ilícita "se instaló en el seno de las decisiones del Poder Ejecutivo a poco de asumir Menem", que "designó a cada uno de sus integrantes, dio las órdenes e intervino en la ejecución de las maniobras cada vez que fue necesario, firmando los cuatro decretos sabiendo las falacias que contenían".
A Erman González, cuya estrecha amistad con Menem destaca, lo califica de autor de la idea de los "decretos marco" que autorizaban la venta al exterior de gigantescos arsenales en sucesivos embarques. Se trata de los decretos presidenciales secretos 1697 y 2283, de 1991, que autorizaron falsas ventas a Panamá, y del decreto 1633, de 1992, con falso destino a Bolivia, que se firmó, pero no se ejecutó. El cuarto y último decreto es el 103, de 1995, con falso destino a Venezuela. Todo fue a Croacia y a Ecuador.
Erman firmó los tres primeros con Menem, Di Tella y el entonces y actual ministro de Economía Domingo Cavallo. El de 1995 lleva las mismas firmas, excepto la de González, pues el ministro de Defensa era Camilión. Este ex funcionario fue procesado por la falsedad ideológica del decreto 103/95. Cavallo no está imputado, pues en su contra sólo existe por ahora la firma en los decretos. En cambio, habría varias pruebas que involucran a los demás firmantes.
"González estableció y puso en práctica los aspectos formales de las operatorias y en ello radica su vital aporte a la asociación (ilícita). Se trata -afirma el juez- de su virtual organización y establecimiento, pues con su actuar González sentó las bases de las operaciones y permitió la cobertura legal implementando el sistema. Llevó adelante su preponderante función desde el cargo que ocupó con la evidente intención que deja entrever su desapego a los avisos que se le hicieron llegar."
Mientras firmaba los decretos, González fue advertido del contrabando a Croacia por funcionarios de la Cancillería y contaba con un informe del Ejército. A su vez, "Menem sabía de qué se trataba" cuando firmaba los decretos, dice Urso, y recuerda lo que afirmó González en su última indagatoria: en los decretos "los ministros y el secretario de Estado refrendan la decisión del Poder Ejecutivo, que es el presidente de la Nación. Tampoco se da el caso de que un decreto que llega a la firma pueda obligar al presidente a tomar una decisión a propuesta de los ministros."
Urso considera que Erman "distribuyó gente de su confianza en Fabricaciones Militares (FM) -como el caso (del ex interventor Luis) Sarlenga- que operó y ejecutó fielmente los planes trazados".
A su vez, Esteban Caselli, ex subsecretario de la Secretaría General de Gobierno, declaró que en 1993, cuando Camilión quiso echar a Sarlenga, fue Menem quien ordenó mantenerlo en el cargo.
Y Sarlenga confesó, recuerda Urso, que en el gobierno anterior "todos sabían que las armas iban a Croacia". Antes de darse a la fuga, el intermediario Diego Palleros declaró: "La operación estuvo desde el inicio en conocimiento de las más altas autoridades del Gobierno."
En su confesión, Sarlenga involucró seriamente en las operaciones a Emir Yoma, ex cuñado de Menem. Yoma ya está procesado con prisión preventiva como organizador de la asociación ilícita. Según Sarlenga, Yoma le dijo que ellos contaban "con Dios".
"El cuadro estaba armado a gusto de la organización. Ejecutarlo -sigue Urso- sería función de Emir Yoma, quien sobre la base de lo actuado por González y Di Tella, y contando con el cardinal aporte de Balza y el de los demás integrantes, llevará adelante las maniobras cimentado en la figura de jefe de la asociación."
La confesión de Sarlenga
Otro elemento que perjudica a Menem es el relato de Sarlenga sobre el decreto 103 de 1995: "Camilión fue siempre medio reacio a todo esto. Di Tella tardaba en firmarlo". En ese punto habría intercedido el ex jefe de la Casa Militar de la Casa Rosada general riojano Jorge Rearte ante el embajador Guillermo González -hoy acreditado en Washington- para que en la Cancillería escucharan a Sarlenga.
"Cabe preguntarse -plantea el juez- quién pudo pedir a Rearte que efectuara esa llamada."
Urso señala como antecedente del funcionamiento de la asociación la forma en que se frustró la venta de seis submarinos a Taiwan a partir de lo declarado por los intermediarios, el almirante (R) Edmundo J. Schaer y el vicecomodoro Tomás Medina.
Ambos contaron que, en 1990, Menem se mostró muy interesado en esa operación y que los envió a ver a Alfredo Karim Yoma -hermano de Emir- entonces secretario de Asuntos Especiales de la Cancillería, y luego al secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan. Los dos oficiales relataron que Karim exigió "el 99 por ciento de la comisión" y que Emir les dijo que "el negocio es nuestro".
Luego, "el taller ejecutivo de la organización se trasladó a las oficinas de Emir Yoma".
El papel jugado por González, agrega Urso, "sirvió de respaldo a los demás integrantes de la asociación".
En cuanto a Balza, "supo de los hechos acaecidos y participó desde el preponderante lugar que ocupó, en la diagramación de la salida de enorme cantidad de material bélico, cuya entrega dispuso".
Agrega que "la expeditiva e injustificada entrega de cañones, obuses, fusiles y munición que se encontraban bajo su tutela y responsabilidad (...) conforman el aporte vital que realizó a la organización y transforman su rol en indispensable".
Una vez desnudada la operación, "Balza intentó por cualquier medio, incluso los que conllevarían falsedades, justificar lo que hoy se encuentra a la luz, lo cual también indica que supo lo que había sucedido".
Urso precisa que las negativas de Balza "caen por tierra ante la evidencia que le apunta" y reseña "el proceso de duplicar cañones y obuses" para ocultar que los originales fueron a Croacia. La clonación fracasó en muchos casos.
"Menem -concluye- actuó con acabado conocimiento de las conductas de los componentes del grupo que había formado, imponiendo su presencia cada vez que fue necesario, y firmando los decretos."
Endurecen la detención en Don Torcuato
Las nuevas normas de detención para Carlos Saúl Menem, dispuestas ayer por el juez Jorge Urso, limitan a tres los acompañantes permanentes del ex presidente en la quinta de Don Torcuato.
Además, establecen un régimen limitado de visitas, admiten la presencia irrestricta de familiares directos, representantes legales y médicos, pero advierten sobre "conductas y acontecimientos que excedan una prospectiva moderada" en las personas que estén en el lugar de la detención.
Las normas conocidas ayer -que ya están en vigencia- significarán un rotundo cambio en la vida cotidiana del ex presidente. Hasta ahora, en la quinta de su amigo Armando Gostanian convivían a tiempo completo con el detenido Menem y su esposa cuatro mucamas, dos cocineros, seis secretarios privados y un jardinero.
Las tres personas que vivirán con él en la quinta no habían sido designadas hasta anoche.
Modificación
La modificación más relevante en las normas se refiere a las visitas que podrá recibir el detenido.
El horario habilitado para recibirlas será de 10 a 20, los siete días de la semana, y sólo podrán visitarlo dos personas a la vez, además de familiares y abogados.
La otra cuestión que queda limitada es la realización de manifestaciones públicas en la puerta de la quinta, y de los saludos de algunos de sus moradores a la gente reunida allí, algo habitual hasta ayer.
Los cambios en las condiciones detención significarán, por ejemplo, que el matrimonio Menem deba optar entre tener personal de servicio o asistentes personales.
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