Menem propuso combatir a los "encapuchados con garrotes"
Carlos Menem no se detiene en su propuesta de militarización para eliminar la delincuencia. Por tercera vez consecutiva en menos de una semana, el ex jefe del Estado y actual precandidato presidencial del PJ destacó ayer que va a utilizar a las Fuerzas Armadas para combatir a los "encapuchados con garrotes que están en las calles".
Esta vez, la frase resonó en medio de un almuerzo realizado en la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) que formó parte de la agenda de campaña del ex presidente. Pocos minutos después del discurso de Menem ante un nutrido grupo de empresarios, LA NACION consultó a Jorge Raventos, vocero del ex mandatario, que aclaró a que, al hablar de "encapuchados con garrotes", Menem no estaba haciendo referencia a los piqueteros o grupos de desocupados, sino a todas aquellas personas que salen a la calle con su cara cubierta y portando algún tipo de armas.
Durante el almuerzo, el precandidato presidencial del PJ dijo que "gobernar es pacificar", y adelantó que, en caso de llegar nuevamente a la presidencia, utilizaría a las Fuerzas Armadas para restablecer la "paz social".
En este sentido, Menem recordó que, en la época de su niñez, "cuando había corsos para salir a la calle disfrazado con máscaras había que pedir permiso", con la intención de poner en evidencia la falta de poder que tiene el Estado en la cuestión de la seguridad. Luego afirmó que su objetivo es trabajar para que "la gente pueda caminar tranquila por la calle".
Menem explicó que "es fundamental saturar las calles de fuerzas de seguridad en caso de que se declare un estado de sitio".
Según el ex presidente, las fuerzas policiales no alcanzarían para luchar contra la inseguridad, por lo cual "sería necesario utilizar los servicios de las Fuerzas Armadas" como complemento de las primeras.
Las leyes de defensa y de seguridad interior prohíben de manera estricta que las Fuerzas Armadas realicen tareas de seguridad o inteligencia interna. Pero ayer Menem explicó de qué manera lograría su propósito: "Si es necesario cambiar las leyes, lo haremos", dijo.
Las expresiones del ex presidente generaron en forma inmediata una profunda controversia en el arco político y en los sectores de piqueteros.
Interrogado por LA NACION, Néstor Pitrola, del Polo Obrero (integrante del Bloque Piquetero Nacional), opinó que la afirmación de Menem "es un planteo golpista, una salida de fuerza contra el movimiento popular". Pitrola consideró que "Menem se coloca como cabeza política de un emprendimiento represivo, busca acallar las protestas con una masacre", y añadió: "No lo va a lograr".
Por otra parte, Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), dijo: "El es el verdadero delincuente, y no los que reclamamos por nuestros derechos".
También el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, criticó la propuesta de utilizar a las Fuerzas Armadas para combatir la delincuencia, al calificar la idea como un "acto simplista".
"Salvajes"
Frente a los miembros de la Cámara de la Construcción, Menem calificó a las elecciones internas del PJ de "salvajes", y se encargó de aclarar que con el presidente Eduardo Duhalde no tiene ninguna cuestión personal.
"Todos los partidos políticos del mundo tienen conflictos internos, y el PJ no es la excepción", explicó el ex presidente al hacer referencia a las diferencias que viene protagonizando el peronismo.
Con relación a las disputas que existen respecto de la fecha de las internas justicialistas, Menem sentenció que las acciones de Duhalde tienen una única finalidad: "Atrasar los comicios para que los ciudadanos no puedan elegir a su presidente".
"El cambio de mando debe ser el 25 de mayo", insistió Menem, y concluyó: "Queremos un gobierno legítimo", al hacer alusión al actual mandatario que fue elegido por la Asamblea Legislativa en medio de una crisis institucional sin precedente.
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