Miceli lo cuestionó nuevamente
Dijo estar dispuesta a contestarle a Lavagna cuando sea necesario
La ministra de Economía, Felisa Miceli, reiteró ayer sus críticas hacia su antecesor, Roberto Lavagna, y advirtió que volverá a hacerlo cada vez que el potencial candidato a presidente cuestione las medidas adoptadas por el Gobierno.
Miceli afirmó que, pese a que se hicieron públicas en las últimas semanas, ciertas diferencias con Lavagna "vienen de antes".
En un cóctel que ofreció ayer en el salón de Cuadros del Palacio de Hacienda por el Día del Periodista, en el que también se refirió a la marcha de la inflación (sobre lo que se informa en la sección Economía), la funcionaria agregó un capítulo en la disputa verbal que comenzó días atrás con Lavagna.
"Son momentos de la vida pública; en su momento salí a contestarle de una manera no agresiva y lo hice exclusivamente sobre temas puntuales de la economía", señaló Miceli.
Si bien parecía dispuesta a no volver a referirse a la cuestión, advirtió que en el caso de recibir nuevos cuestionamientos de Lavagna estaría dispuesta a responderle "de acuerdo con el tema y con el momento" en que el ex ministro vuelva a referirse a la marcha de la política económica.
El ex ministro de Economía había cuestionado la falta de disciplina en materia de política fiscal y el desaliento a la inversión a través del control de precios instrumentado por el Gobierno. Además, Lavagna había cuestionado las restricciones impuestas a las exportaciones de carne, que fueron levantadas en forma parcial la semana pasada.
Sobre esta cuestión, Miceli dijo que el Gobierno no terminará de liberar la venta externa de los productos cárnicos, como pide el sector empresarial. "No se puede exportar lo que no hay", indicó Miceli.
De todos modos, la funcionaria detalló que la limitación para vender al exterior sólo rige para los cortes congelados y enfriados. "Para el resto no hay restricción, por lo que en realidad se va a poder exportar alrededor del 65 por ciento" del total de las exportaciones cárnicas realizadas en ese período.
Los intercambios de críticas entre Miceli y Lavagna parecen tener una raíz más política que práctica, ya que la funcionaria reivindica el superávit alto y el aliento a la inversión como pilares de su gestión, al igual que su predecesor.
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