Moreno: una transición tensa entre dos intendentes peronistas, en medio de las urgencias del conurbano
Festa, alejado de La Cámpora, y Fernández, del Movimiento Evita, aún no se reunieron; hay enfrentamientos con sectores gremiales y tomas de tierras
En Moreno, la transición no es ordenada aunque el traspaso de poder en la intendencia sea entre dos agrupaciones peronistas. El intendente, Walter Festa, quien supo estar identificado con La Cámpora, será sucedido por Mariel Fernández, del Movimiento Evita. Todavía no se reunieron, cruzaron acusaciones y a sus desencuentros se agregan otros focos que agitan el clima del recambio de autoridades.
El intendente está en conflicto con los empleados municipales por un aumento que no efectivizó y varios concejales del peronismo trataron, sin éxito, de interpelarlo. Además, se registraron tomas de tierras en distintos barrios. El distrito, que desde al año pasado encadenó hechos críticos, tampoco encuentra paz a la hora de la transición. Festa y Fernández no tuvieron por ahora una foto juntos, pero cruzaron mensajes en sus redes sociales. Por esa vía, el intendente le informó a su sucesora que "la planta municipal cuenta con 5300 trabajadores", que "el salario neto mensual significa unos $158 millones" y que "el aumento de 7,5% generaría un adicional de $9 millones".
Festa le pidió a Fernández, en esa comunicación, que interceda ante el ATE, que realiza protestas diarias, porque sus "delegados se encuentran concentrados en impedir la recaudación municipal". Y le recordó: "Dicha entidad gremial militó activamente en su campaña y, de seguro, la consideran a usted una referente importante".
Fernández le contestó a Festa en duros términos, también desde las redes. "Resulta irresponsable, aunque lamentablemente predecible, que el actual intendente pretenda tercerizar las responsabilidades por la crisis que hoy atraviesa su gestión. Le pedimos que no copie los métodos de Marcos Peña. El intendente a cargo debe arbitrar los medios para pagar salarios en tiempo y forma", decía su mensaje.
Según pudo averiguar LA NACION, los únicos movimientos de transición en Moreno son encuentros informales entre funcionarios salientes y entrantes. Festa y Fernández cruzaron mensajes telefónicos, en los que el intendente le pasó algunos datos a su sucesora.
El mandato de Festa, quien se fue alejando del camporismo, se cierra con aguas agitadas, una constante en Moreno. En agosto de 2018, por una explosión en la Escuela Nº 49 fallecieron la vicedirectora Sandra Calamano y el auxiliar Rubén Rodríguez. Las escuelas del distrito se cerraron tras ese hecho. Un mes después de la explosión, la docente Corina de Bonis denunció que la secuestraron y tajearon, en un caso que se vinculó en principio con la presencia narco, pero por el cual terminó acusada de falso testimonio. El 27 de septiembre del año pasado, la Escuela Nº 36, de Paso del Rey, sufrió un incendio intencional.
Este año, la disputa electoral fue caliente. A contramano de casi todos los distritos gobernados por el PJ, no hubo lista única. En una dura interna, seis precandidatos desafiaron a Festa, quien perdió por casi 10.000 votos ante Fernández.
El frente sindical acecha. "Hay un enojo personal de ATE con Walter, quieren que se vaya sin pagar sueldos. La ley de responsabilidad fiscal no nos permite dar el aumento, impactaría en la gestión que viene", subraya una fuente cercana a Festa. El gremio reclama un aumento prometido en octubre. Paró el municipio y llegó a cortar el Acceso Oeste.
El secretario general de ATE de Moreno, Walter Cravero, dijo a LA NACION que el 9 de octubre se acordó "un aumento de 15%, en dos tramos de 7,5%, que sumado a lo negociado anteriormente asciende al 28%". Explicó que desde hace más de un mes realizan retención de tareas, que acudieron al área de Trabajo bonaerense y que los tres gremios municipales se reunieron con la intendenta electa. "Le transmití que no vamos a cesar en el reclamo y que eventualmente recaerá también sobre ella", afirmó.
El reclamo municipal, más un cuestionado proyecto inmobiliario, entre otros puntos, derivaron en un pedido del Concejo Deliberante para interpelar el miércoles pasado a Festa, quien no concurrió a la sesión, que no tuvo quorum porque faltaron diez ediles que habían aprobado el pedido. Entre los impulsores estuvieron concejales que enfrentaron a Festa en las PASO, como Cintia González y José Luis Barreiro. "Fuimos 16 concejales que planteamos la interpelación, pero diez cambiaron de parecer en cinco días", reprochó Barreiro, en diálogo con LA NACION.
Una serie de tomas de tierras en los últimos días, en barrios como Las Catonas o Villa Escobar, enrarece más el clima de la transición.
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