Música francesa, papeles y la pose de una estrella
"Love generation", el hit de la noche porteña, saturaba los parlantes con su ritmo contagioso.
Debajo de una lluvia de papelitos, Jorge Telerman apareció sonriente y, a la manera de una pop star, fue a enfrentarse con su público. Improvisó unos cuantos pasos de baile y tendió la mano a cuanto dirigente y simpatizante se le acercó. Fue la aparición estelar del jefe de gobierno en el escenario del pabellón cinco de Costa Salguero, un cierre de campaña hecho a su medida y gusto personal.
Desde el principio, el acto tuvo detalles que mostraron distintas facetas del jefe comunal. Velitas blancas y azules encendidas con los nombres Telerman-Olivera estaban distribuidas en cada mesa. Ocho pantallas de video estaban listas para reflejar cada detalle, mientras los mozos recorrían las mesas enfundados en camisas blancas en las que podían verse la calva del candidato y las letras tlrmn, al modo que pusieron de moda los mensajes de texto.
El DJ Diego Zuccari le ponía música a la espera, con mayoría de temas en francés. "Es pura casualidad", se atajó el músico cuando se lo consultó por la coincidencia con los gustos del "afrancesado" candidato.
Pero no era casualidad, como lo demostró la aparición del grupo Los Licenciados, que subió a escena en una muestra más del buen humor a toda prueba de Telerman. Los rapados Dodó, Jean Pierre, Clouseau y Alain tocaron una decena de canciones. Sí, acertó: todas en francés.
Uno por uno, los distintos sectores que conforman la variopinta coalición de Telerman fueron llenando las tres mil butacas. No se vieron micros escolares en la puerta, aunque sí asistencia perfecta de funcionarios del gabinete porteño. Roy Cortina, del PS, trajo la barra más ruidosa, aunque también se hicieron notar los demócratas cristianos y los radicales.
De la Coalición Cívica sobresalieron Elisa Carrió y el rabino Sergio Bergman, que llegaron para escuchar los discursos y se fueron juntos. María Eugenia Estenssoro y Patricia Bullrich se mezclaron con el Chango Farías Gómez y el bombista Tula, infaltable en todo acto peronista, cerca del ex diplomático Eduardo Valdez.
Antes de entrar, Telerman repasó en video su campaña. Sobresalieron un fervoroso baile con rabinos ortodoxos y un beso paternal a una niña. Llegó el final y Telerman bailó con ganas por su sueño: seguir gobernando.