Negociarán un tratado de libre comercio con Corea del Sur
En su gira por Asia, el canciller Faurie anunció que las tratativas comenzarán "próximamente" y que vincularán a todo el Mercosur
/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/lanacionar/M2TUSGCLFBCCJH7ZMISCK4RKSA.jpg)
SEÚL.– Concha y Toro, Montes, Pudú, Santa Rita. Ubicadas en la cabeza del estante, las botellas de vino chileno sorprenden al viajero desprevenido que ingresa a C&U, la cadena de almacenes que brotan por doquier en Corea del Sur. Comercios donde uno puede conseguir desde lapiceras hechas en Túnez a chocolates suizos, cervezas japonesas, sopas listas de China o shampoo francés. Más abajo en el estante de vinos asoman botellas californianas, italianas y australianas. Pero no, no hay ningún malbec argentino.
La escena puede repetirse hasta el cansancio en las ciudades de Seúl, Incheon, Busan y Suwon y la conclusión será la misma: la Argentina que se propone como supermercado del mundo, si se toman literalmente las palabras del presidente Mauricio Macri, está casi absolutamente ausente de las alacenas y mostradores de Corea del Sur, un país en el que, a partir de su alto nivel de ingresos y su política de puertas abiertas, consume productos de todo el mundo. Y los redistribuye por toda Asia.
Para encontrar vinos argentinos, y pese a que son bien valorados por los coreanos, hay que bucear en los grandes hipermercados o la cava de algún hotel de lujo. Con más suerte aún, se puede descubrir un Bon o Bon en las casas especializadas de golosinas. Y nada más.
Sin embargo, la aceleración de las conversaciones entre los gobiernos argentino y coreano para profundizar la integración comercial augura que esa situación estaría cerca de revertirse.
Hacia un Tratado de Libre Comercio
El jueves último, el canciller Jorge Faurie anunció en Corea que “próximamente” iniciarán las conversaciones para firmar un tratado de libre comercio entre el Mercosur y Corea. El camino para esas negociaciones comenzó en marzo de este año, cuando el ministro de Producción, Francisco Cabrera, firmó con su par coreano un entendimiento para promover el comercio y la inversión con el objetivo de fondo de reencauzar las negociaciones para lograr el acuerdo al que se refirió el canciller y que está frenado hace más de 15 años.
“No hubo avances por algunas dificultades, básicamente por diferencias entre los miembros del bloque”, explicó en diálogo con LA NACION el embajador de Corea del Sur en la Argentina, Jong-youn Choo. No obstante, según el funcionario, el “cambio de clima político en el Mercosur” y, particularmente, en la Argentina y Brasil, “facilita” que se retome el diálogo. En marzo, la entonces canciller Susana Malcorra acordó con Seúl relanzar las tratativas.
“Si el acuerdo con el Mercosur entra en vigor, seguramente no solamente el comercio, sino también las inversiones entre Corea y Argentina van a aumentar, y los productos argentinos tendrán mayor competitividad en el mercado coreano comparados con los productos de países como Chile, Perú y Colombia”, adelantó el embajador.
Un acuerdo de ese tipo entre la Argentina y Corea debe hacerse a través del Mercosur, pues por la reglamentación del bloque no se pueden negociar tratados de libre comercio bilaterales.
"Varios productos argentinos son atractivos para los coreanos"
“Hay varios productos argentinos atractivos para los consumidores coreanos. Pero, el problema es que los consumidores no los conocen. Sería recomendable que Argentina envíe más delegaciones comerciales a nivel nacional y provincial que participen en las principales ferias de productos alimenticios en Corea”, señaló el funcionario.
En 2016, según datos de la Embajada de Argentina en Seúl, el comercio bilateral entre nuestro país y Corea del Sur alcanzó los US$ 1628,4 millones, lo que representó una caída de US$ 117,4 millones respecto de 2015 (US$ 1745,8 millones), pero una suba de US$ 373,3 millones respecto de 2014 (US$ 1255,1 millones). El año pasado, la balanza fue superavitaria para la Argentina en US$ 37 millones, revirtiendo la tendencia deficitaria de 2014 (US$ 252,5 millones) y 2015 (US$ 348 millones).
Ese nivel de intercambio y las oportunidades de negocios resultan mucho menores a la que manejan Chile y Corea, con un promedio de US$ 7000 millones anuales. ¿Por qué insistir con Chile como ejemplo? Porque firmó un Tratado de Libre Comercio con Corea en 2003 y, desde entonces, el intercambio entre ambos países creció a un ritmo promedio del 10% anual.
La diferencia de volumen comercial con otros países de la región también es sustancial. A modo de ejemplo, según explicó el embajador, la balanza con Brasil alcanzó los US$ 7900 millones y con México, US$ 13.400.
Oportunidades y riesgos para la industria local
El alto nivel de tecnificación de la industria coreana, que además tiene una economía decididamente enfocada en la exportación, debería despertar reparos en la Casa Rosada. En los últimos años, las exportaciones argentinas a Corea se explican casi absolutamente por productos primarios y manufacturas de origen agropecuario.
Corea, en cambio, introduce principalmente al país vehículos (mayormente de transporte y carga) y autopartes, electrónica, maquinarias y sus partes.
En este punto, el caso chileno despeja algunos temores. La balanza comercial es superavitaria para el país trasandino, en gran medida por la exportación de cobre (70%), otros minerales (5%), pero Chile ha logrado insertar en sus exportaciones a Corea un 20% de productores industriales. Todo esto, además, sin olvidar un fenómeno que crece año a año: los teléfonos, televisores y computadoras coreanos Samsung o LG ingresan a la Argentina cada vez más baratos y sin pagar impuestos. Cruzan a diario la frontera desde Chile.