"No afecta la gobernabilidad"
La ministra de Desarrollo Social y Medio Ambiente, Graciela Fernández Meijide, reconoció ayer que cuando era diputada escuchó rumores sobre presuntos sobornos pagados para que se aprobasen ciertas leyes, aunque aclaró que nunca le pasó algo similar en sus días de senadora.
En declaraciones a Radio Del Plata, la funcionaria frepasista aseguró que "siempre hubo esa sensación de que muchas cosas en el Parlamento se hacían con "premios personales"", y puso como ejemplo algunas de las privatizaciones del gobierno de Carlos Menem.
La ministra dijo que las sospechas de coimas fueron "casi siempre en la Cámara de Diputados", en tanto que el Senado "era un lugar donde uno poco podía meter la nariz".
Fernández Meijide consideró que la situación generada por las sospechas es una crisis, pero de las "buenas", porque "no va a perjudicar la gobernabilidad sino que, por el contrario, la fortalece".
Afirmó que a ella nunca le ofrecieron dinero a cambio de un voto y consideró que, aunque nunca se descubra la verdad de lo que ocurrió, "hay una ventaja secundaria, porque nadie se va a animar en el futuro a pensar siquiera en un soborno".
Por su parte, el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, afirmó que, en el caso de que se ratifiquen las sospechas de presuntas coimas en el Senado para aprobar la ley de reforma laboral, hay que "instar a que se limpie" la política y no retirarse de ella, como dijo que haría el ex presidente Raúl Alfonsín.
Contra la protección
"Es muy importante que se limpie la política, no veo por qué hay que tomar decisiones en favor de la protección. La actitud de Alfonsín es una protectiva", dijo Ruckauf en una entrevista con la agencia de noticias DyN.
No bien se denunció la posibilidad de que algunos senadores hubiesen recibido dinero a cambio de respaldar el proyecto de reforma laboral que impulsaba el Gobierno, Alfonsín dijo que, si las sospechas se confirmaban, se retirará de la política.
"El Presidente hizo lo correcto cuando ordenó que todos los funcionarios se presentaran ante la Justicia y que todos los presuntamente involucrados con la sospecha se quiten los fueros", dijo Ruckauf.
Ayer también opinó sobre el tema el senador justicialista Jorge Yoma (La Rioja), quien atribuyó la "tensión institucional" que se vive en la Cámara alta a la "feroz disputa por el poder" que mantienen el vicepresidente Carlos Alvarez y el jefe de la SIDE, Fernando de Santibañes.
"Creo que esto va a tener un costo político muy fuerte para el oficialismo", aseguró Yoma en un reportaje que se publicó ayer en el diario rosarino La Capital.