Millonaria recompensa por los dos militares prófugos
El Gobierno ofreció dos millones de pesos por cada uno de ellos; nueva crisis en el ámbito militar luego del caso Milani
El Gobierno ofreció recompensas de dos millones de pesos cada una a quienes aporten datos que faciliten la captura del mayor retirado del Ejército Jorge Olivera y del teniente primero retirado Gustavo De Marchi, condenados por crímenes de lesa humanidad y que anteayer, de manera aún misteriosa, se fugaron del Hospital Militar Central de Palermo.
La Justicia pidió, además. la captura nacional e internacional de ambos oficiales, cuya fuga provocó una nueva crisis en el ámbito militar en momentos en que continúan las fuertes críticas al Gobierno por el ascenso a jefe del Ejército del general César Milani, cuestionado por su actuación durante la última dictadura.
Anoche, a raíz de la fuga de Olivera y De Marchi, el Gobierno pasó a retiro a dos generales: el director de Salud del Ejército, Marcelo Carlos Gutiérrez, y el director general del Hospital Militar, Juan Carlos Adjigogovic. También pasaron a retiro cuatro coroneles con responsabilidades directas en el hospital y el área de salud del Ejército.
La fuga de los militares habría sido planificada durante las últimas tres semanas, según la sospecha del Gobierno, que acusó a la mujer de Olivera de ejecutar el plan de escape con la supuesta anuencia de un juez federal sanjuanino, dijeron a LA NACION altas fuentes oficiales.
El Ministerio de Defensa paso ayer a disponibilidad a la esposa de Olivera, Marta Ravassi, psicóloga del Hospital Militar, ante la sospecha de que fue la cómplice principal de la fuga. Por su parte, el Ministerio de Justicia adoptó igual medida con ocho agentes penitenciarios encargados del traslado de los prófugos.
Intervienen en la investigación de la fuga el juez federal Claudio Bonadio, por una denuncia del Gobierno, y el juez correccional Raúl García. Ayer, la Justicia allanó el Hospital Militar para secuestrar las historias clínicas de los prófugos y las filmaciones de seguridad, para reconstruir los hechos.
A su vez, el ministro Julio Alak le envió una carta al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, donde le pidió que dicte una acordada para indicar a los jueces federales de todo el país que los detenidos por delitos de lesa humanidad que deban ser trasladados por temas de salud sean llevados al Hospital Penitenciario de la Cárcel de Ezeiza, para evitar nuevas fugas.
La cartera realizará también un relevamiento de la salud de los presos por delitos de lesa humanidad internados en el Hospital Militar y, si es posible, los trasladará al hospital de la cárcel de Ezeiza.
Fuentes del Ejército y voceros del Ministerio de Defensa negaron que la fuga de Olivera y De Marchi tuviera vinculación con algún signo de malestar por la designación del jefe de la fuerza, general César Milani.
Olivera, un oficial de inteligencia, y De Marchi, paracaidista, habían sido condenados el 4 de julio pasado por el Tribunal Oral Federal de San Juan, integrado por los jueces Héctor Cortés, Raúl Fourcade y Alejandro Piña. De Marchi fue condenado a 25 años de cárcel por secuestros y tormentos, y Olivera a reclusión perpetua por la muerte de prisioneros a los que ordenó torturar. Los militares transitaron el juicio con calma y hasta sonrieron cuando les leyeron su condena. Apenas terminado el proceso, relataron las fuentes, la esposa de Olivera, Marta Ravassi, se presentó en el Juzgado Federal N° 2 de San Juan, a cargo de Leopoldo Rago Gallo. Este juez estaba a cargo de los presos durante el cumplimiento de su sentencia en el penal de Chimbas, en San Juan.
La mujer le planteó al juez que Olivera debía ser atendido por un problema dermatológico en el Hospital Militar Central de Palermo y que De Marchi necesitaba tratamiento psiquiátrico. Las fuentes precisaron que la señora fue con los turnos médicos ya otorgados. Pidió que los dos condenados sean trasladados de San Juan a Buenos Aires para su atención. Rago Gallo, del Juzgado Federal N° 2, se fue de vacaciones y su colega Miguel Ángel Gálvez firmó el traslado.
Alak dijo ayer que el traslado fue "irracional, injustificado y de dudosa fundamentación", y sembró dudas sobre la actuación del juez Rago Gallo.
Los presos fueron llevados al penal de Marcos Paz y desde allí eran llevados al Hospital Militar para el tratamiento. Un oficial del Servicio Penitenciario y siete suboficiales fueron asignados a su traslado.
Par evitar problemas con los presos condenados, el Hospital Militar de Palermo acondicionó, en el tercer piso, un área con cuatro habitaciones donde los militares sometidos a proceso o sentenciados esperan que los lleven a los consultorios.
Allí estaban Olivera y De Marchi cuando fueron llevados a ver a los médicos con los que tenían turno. Los penitenciarios los esperaban. A las tres horas, como no tenían noticias, preguntaron por los presos y los médicos y auxiliares les dijeron que se habían fugado. Alertaron entonces a las autoridades penitenciarias y al Juzgado Federal de San Juan, que dispuso la captura de los dos prófugos.
Anoche, en el Gobierno no podía decir a ciencia cierta si los evadidos seguían en el país o si ya habían podido cruzar las fronteras.
Olivera era teniente del Regimiento N° 22 de Infantería de Montaña, en San Juan, cuando la joven franco-argentina Marianne Erize fue secuestrada el 15 de octubre de 1976. Fue acusado además por las torturas que sufrió la jueza Margarita Camus, hija del ex gobernador sanjuanino Eloy Camus. Olivera estuvo prófugo en 2000, fue detenido en Italia, pero presentó un documento falso y salió libre. Fue apresado en 2008, con otra identidad, pero excarcelado en 2010, en un fallo controvertido de la Cámara Federal de Mendoza. Luego fue preso.
De Marchi también fue beneficiado en 2010 con la excarcelación por el mismo tribunal, hasta que fue detenido en marzo pasado, en Villa Gesell.
Dos militares con captura
Uno es de inteligencia y el otro es paracaidista. Ambos son muy experimentados
- Fugas anteriores
Jorge Olivera fue preso en 2000 en Italia. Estuvo detenido 42 días y huyó con un documento falso. Fue nuevamente preso en 2008. En 2010 fue excarcelado. De Marchi también fue excarcelado ese año y escapó. Cayó en Villa Gesell
- Condena
El 4 de julio último fueron condenados: Olivera a prisión perpetua y De Marchi a 25 años de cárcel
- Jorge Olivera / Ejército
Grado militar: mayor (R)
Edad: 62 años
Es un ex oficial de inteligencia, estuvo destinado en Tucumán, se lo considera muy hábil y experto en documentos falsos
- Gustavo de Marchi / Ejército
Grado militar: teniente (R)
Edad: 64 años
Es paracaidista, tuvo entrenamiento de comando. Con un carácter fuerte y rebelde, se lo considera más propenso a reacciones violentas e intempestivas
Condenados
- Juicio en San Juan
Olivera (primero desde la izq.) y De Marchi (en el centro, con anteojos) recibieron condenas el pasado 4 de julio. Según los testimonios, se sonrieron cuando les fueron leídas
Nuevo pedido para el relevo de Milani
LA PLATA.– La Comisión Provincial por la Memoria exigió en un comunicado la separación del cuestionado jefe del Estado Mayor del Ejército, general César Milani, y su pase a disponibilidad.
Con las firmas de Adolfo Pérez Esquivel, Hugo Cañón, Aldo Etchegoyen, Laura Conte, Fortunato Mallimaci y Mempo Giardinelli, entre otros, el organismo reclamó una "rápida investigación judicial" y basó su petición en los testimonios y la documentación que vincularían a Milani con las acciones ilegales represivas en Tucumán y La Rioja. "La evidencia importa sospecha bastante y es suficiente para considerar que Milani no puede ser parte de la conducción de unas Fuerzas Armadas que deben ser acabadamente democráticas", añadió.
lanacionarDel editor: qué significa.
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