El palacio. Otro capítulo en las anomalías jubilatorias
Ampliación de denuncias, el Mundial y reconocimiento
- Continuará. La saga por las irregularidades en la tramitación de jubilaciones de funcionarios de la Cancillería sigue. Como si se tratara de una novela, cada semana surgen nuevos elementos. Eso sí: los personajes que protagonizan la historia parecen no variar. Anteayer, Enrique Lanfranco, en representación del Grupo Transparencia, hizo una ampliación de la denuncia que había presentado a principios de mes ante la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas para aportar elementos que "ayuden a la investigación" del hecho. Esos elementos, según se afirma allí, "comprometerían al empleado administrativo que se sindica como responsable de realizar certificaciones irregulares" para tramitar el beneficio jubilatorio.
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- Documentado. La ampliación de la denuncia contiene documentación que acredita que aquel empleado administrativo litigó en cuestiones provisionales contra el Estado en representación de un diplomático, "a pesar de ser un empleado con cargo jerárquico en la Dirección de Recursos Humanos" de la Cancillería. "Incluso hasta hoy sigue siendo apoderado de ese funcionario, y en tal carácter tramita y cobra sumas de dinero en la Anses", agrega. Por último, el denunciante dice que se está ante una "flagrante irregularidad", ya que cree incompatible que una persona que ocupa desde hace varios años un cargo jerárquico en la Dirección de Recursos Humanos litigue contra el Estado en temas que son de su conocimiento funcional. La pesquisa está centrada, al menos en la primera etapa, en nueve casos considerados emblemáticos. Sin embargo, LA NACION supo que son por lo menos 35 los casos bajo sospecha y que la decisión de Sergio Masa, titular de la Anses, es revisar el universo completo de jubilaciones del ministerio (algo más de 200).
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- Sin privilegios. Lejos de lo que muchos creían, los cuatros funcionarios que la Cancillería envió como refuerzo a los consulados en Alemania no sólo tienen maratónicas jornadas laborales, sino que hasta ahora debieron conformarse con ver los partidos por televisión. Aunque no pudieron ver de cerca a los integrantes del seleccionado, los diplomáticos elegidos -que hablan perfecto alemán- se codearon con famosos de antaño o allegados a famosos. Seguramente, en medio de los expansivos festejos en Gelsenkirchen, tras los seis goles que la Argentina le hizo a Serbia y Montenegro, uno de los abogados de Diego Maradona perdió su pasaporte y debió tramitar uno de emergencia. Luego fue el turno de Gabriel Omar Batistuta. El máximo goleador en la historia del equipo nacional pagó 60 euros (unos 240 pesos); aceptó con gusto posar para la foto con los empleados del consulado; contó que trabaja para la televisión mexicana y que vive en Australia, y partió.
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- Orgullo. Gabriel Fuks, titular de Cascos Blancos, estaba feliz. Mostraba a quien quisiera verla la carta que recibió de parte de la gobernadora del Estado de Louisiana, Kathleen Babineaux Blanco. En el escrito se agradece "especialmente la asistencia de la Argentina" luego de los devastadores efectos de los huracanes Katrina y Rita. "No hay palabras suficientes para expresar nuestro agradecimiento. El trabajo de los Cascos Blancos fue importantísimo. La Argentina es una vieja amiga de EE.UU. y Louisiana, y apreciamos sinceramente las contribuciones que han hecho", dice la carta.
Florencia Carbone
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