Otro discurso en la Plaza de Mayo
Los piqueteros que acompañaron ayer el multitudinario acto convocado por Juan Carlos Blumberg frente al Palacio de Justicia esperaron a realizar su propia manifestación, en la Plaza de Mayo, para expresar en público sus diferencias con los reclamos del padre del joven asesinado.
"La convocatoria tenía una clara direccionalidad política que no compartimos –dijo el líder del Polo Obrero (PO), Néstor Pitrola, ante unos 700 piqueteros del ala dura–. Pero no podíamos no estar presentes porque entendemos que el acto de Axel es el último eslabón de una serie de manifestaciones populares que empezaron con el caso María Soledad Morales."
Los manifestantes desocupados se concentraron, a las 18.30, en el Obelisco, para sumarse luego a la movilización frente al Palacio de Justicia. A pesar de que se habían comprometido a no exhibir ningún tipo de insignias identificatorias, varios de ellos vestían la clásica pechera amarilla del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), que lidera Raúl Castells; algunos incluso portaban palos guardados en fundas.
Durante el acto de Blumberg, los piqueteros acompañaron a la multitud en forma pacífica. Cantaron el Himno Nacional y escucharon en silencio las consignas manifestadas por el padre de Axel. A su alrededor, varios de los manifestantes no piqueteros se mostraban molestos con la presencia de los desocupados.
"¡Que se vayan! ¿Qué hacen con palos y pecheras?", cuestionaba por lo bajo una señora de Barrio Norte. "Que no saquen rédito político", pedía un matrimonio a pocos metros de allí.
De todas formas, en ningún momento se produjo un choque en la manifestación. Al principio, un grupo de personas les reclamó a los piqueteros "que bajen los carteles" que portaban. Se trataba de pancartas con consignas tales como "desmantelamiento del aparato represivo" o carteles con fotos de víctimas del gatillo fácil.
Castells, que llevaba su clásico poncho y una foto en el pecho de un cartonero desaparecido, escuchó atento el discurso de Blumberg. Aplaudió con entusiasmo algunos pasajes, como cuando el padre del joven asesinado reclamó que los cuidadanos puedan elegir a los comisarios. Con un gesto adusto, en cambio, mostró su disconformidad con el pedido de bajar la edad de imputabilidad.
"No creemos que encarcelando a un chico de 14 años se solucione nada", dijo, en voz baja, Pitrola.
Cuando finalizó el discurso del padre de Axel, las columnas piqueteras se dirigieron hacia la Plaza de Mayo.
En una acto propio, se despegaron claramente del petitorio presentado por Blumberg y lanzaron duros cuestionamientos al Gobierno.
"Los piqueteros vamos a estar en cuanta marcha por la inseguridad haya", desafió Castells, y agregó: "En este país se desviven por la muerte de un rico y nadie se preocupa por la vida de un morocho".
En un atrio montado en el medio de la plaza, hablaron ocho familiares de víctimas del gatillo fácil. Pitrola expresó que "no es con la mano dura ni aumentando penas que ésto se soluciona, sino disolviendo la (policía)bonaerense".
"El gobierno de Kirchner hizo suyas las banderas de la represión", denunció.