Polémica por la construcción de dos plantas de celulosa. Papeleras: Uruguay canceló un sondeo en medio de sospechas
En Montevideo creen que la Argentina "interfirió" en una encuesta de Internet
MONTEVIDEO.- El gobierno uruguayo comunicó que se vio obligado a suspender un sondeo de opinión que estaba realizando por medio de su página web oficial sobre la instalación de las plantas de celulosa sobre el río Uruguay porque detectó una interferencia que "distorsionó el sentido y la esencia" de la consulta.
Aunque no se oficializaron las razones reales de la decisión, trascendió que se trató de una cantidad de votos provenientes de computadoras ubicadas en la Argentina.
El episodio se da en momentos en que el diferendo por la instalación de dos fábricas papeleras ha generado un amplio distanciamiento entre el gobierno uruguayo y la administración de Néstor Kirchner, lo que llevó al presidente Tabaré Vázquez a transmitir a su entorno una sensación de decepción con el gobernante argentino.
En las últimas horas el malestar con la Argentina e incluso con el embajador de ese país en Uruguay se ha hecho más notorio en conversaciones privadas de los más altos funcionarios de gobierno y también en declaraciones públicas.
Pese a que los comentarios críticos en medios de prensa se dan cada semana, ayer trascendió que el gobierno de Vázquez decidió no dar respuestas directas a comentarios del canciller Rafael Bielsa o a otras autoridades de la administración Kirchner.
El episodio de la encuesta por Internet que trascendió en las últimas horas fue leído como "una invasión cibernética de la Argentina" para incidir en el resultado del sondeo que preguntaba sobre la aprobación o no de la instalación de dos plantas de celulosa. El resultado que se podía ver al mismo tiempo de votar era favorable a la inversión papelera, pero el giro brusco en los votos llamó la atención de los operadores de Internet de la Casa de Gobierno, según informó el diario local Ultimas Noticias.
Según fuentes calificadas de Uruguay, cuando comprobaron que la mayoría de ese flujo de votos provenía de la Argentina, se decidió suspender el sondeo y además hacer público el hecho, mediante un comunicado.
El texto explica la reacción oficial. Allí puede leerse: "El sitio web de la Presidencia viene realizando consultas entre sus usuarios, desde hace tres meses, como una forma de participación en las actividades de comunicación. Por ello, ésta [la de las papeleras] no es una encuesta de carácter universal con base científica, que tampoco difundimos expresamente en ningún medio de comunicación público ni privado. Desde el primer día de octubre está en línea una consulta sobre el tema de la instalación de fábricas de celulosa en nuestro país, de la cual, lamentablemente, hemos registrado una utilización indebida que distorsionó el sentido y la esencia de la misma".
La Presidencia informó que debido a ese problema se había "resuelto levantarla hasta reformular los procedimientos para eventuales consultas posteriores".
Motivaciones de campaña
En el gobierno uruguayo se transmitía desde hacía varias semanas que había un convencimiento de que las protestas argentinas, tanto del gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, como del canciller Bielsa, respondían a motivaciones de la campaña electoral y no a una preocupación por el impacto ambiental de las plantas.
Eso que se decía en forma reservada comenzó a manejarse públicamente. Incluso el ministro de Economía, Danilo Astori; el vicepresidente, Rodolfo Nin Novoa, y el propio presidente Vázquez durante su visita a los Estados Unidos.
En los últimos días, algunos funcionarios reconocieron que ya tienen asumido que la campaña argentina contra las plantas no cesará con las elecciones legislativas y continuará luego, según dicen, como forma de "provocar" y para tener un factor de simpatía con la opinión pública.
"Es claro que el gobierno de Kirchner siempre está de campaña", comentó uno de los hombres de Vázquez. La actitud mediática del embajador Hernán Patiño también merece reparos en Montevideo: en forma pública, de representantes políticos de los partidos tradicionales, Nacional y Colorado, y en forma reservada, en el gobierno.
El sector que responde al ex presidente Julio Sanguinetti definió al representante argentino como el embajador de un imperio "en una republiqueta bananera". Patiño se ha sumado desde Montevideo a la campaña argentina contra las plantas.
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