PASO 2019: Carrió, entre el té con amigas y un pronóstico optimista para octubre
Tras su llamativo perfil bajo durante la campaña, Elisa Carrió se hizo esperar y fue una de las últimas dirigentes en acercarse a las urnas este domingo. La diputada nacional de la CC-ARI, quien aclaró reiteradas veces que "no es candidata a nada", llegó a las 16:30, acompañada de su personal de seguridad y con un vistoso tapado naranja. Entre cámaras y el gran afecto del público que la rodeaba, avanzó lentamente hacia la mesa 770 de la Escuela Nº 3 Onésimo Leguizamón, ubicada en la avenida Santa Fe al 1510.
"Es la última vez que voto acá", dijo emocionada la referente de Juntos por el Cambio, quien ahora vive en una casa en un barrio privado en el partido de Exaltación de la Cruz. Contenta de caminar por la vereda de su antigua localidad, Lilita saludó a sus vecinas que le hacían señas desde el balcón del edificio en el que vivió durante 15 años.
Al llegar a su mesa, la diputada nacional rápidamente ingresó al cuarto escuro, en donde estuvo menos de dos minutos. Al salir, saludó a las cámaras mientras metía el sobre blanco con las correspondientes firmas de los fiscales en la urna.
"Yo no tengo deseos. Tengo una certeza: que en octubre gana la república democrática", dijo Carrió rodeada de cámaras en el hall de entrada de la escuela a la que asistió su hija Victoria, decorado con escarapelas y otros carteles patrios. Sorprendida por la cantidad de medios que la acompañaron durante su votación, la referente de Juntos por el Cambio, agradeció a los presentes y entre risas dijo que nadie la escoltará en octubre, cuando vote por primera vez en provincia, solo si los "invita a comer un asado a su casa".
"El hecho de no ser candidata es fascinante, es liberador", confesó la líder de la coalición cívica, quien aún tiene dos años de mandato por delante. Y aunque dijo que espera cumplirlos, agregó que no sabe si los va a completar. "A lo mejor me muero antes, o me caso", bromeó Carrió, quien también comentó sobre su estado de salud en relación a un problema que sufre en un ojo.
Té con amigas
Antes de ir al búnker de Juntos por el Cambio en Costa Salguero, donde esperará los resultados de la elección junto con el presidente Mauricio Macri, Carrió se reunirá con amigas a tomar el té por la zona. Optimista, dijo: "Para mí es todo fiesta hoy, y la fiesta total para toda la nación va a ser en octubre".
Relajada y distanciada de la realidad, la diputada nacional de la CC-ARI dijo que no lee los diarios ni las encuestas: "Yo vivo de historias de amor, para que meterme en todos los líos de la política". "Estuve 25 años en la política argentina sin un encuestador ni un asesor de imagen", agregó la referente de Juntos por el Cambio.
Lilita defendió el beneficio de las controvertidas elecciones: Sirven y es hora de que haya otros candidatos a presidente. Les sirven a las próximas generaciones. Quizás ahora todavía por el tema corporativo de cerrar una sola candidatura dada la inestabilidad y la crisis económica parece que no sirven, pero sirven" afirmó.
Además, pronosticó que en octubre no habrá ballottage y que la elección se define en primera vuelta.
"En este momento era necesario que todos acompañemos a Mauricio Macri, pero hay otros momentos en que el pluralismo y la competencia es buena", dijo Carrió para despedirse.
Al salir de la escuela, Carrió, como una celebridad, se dirigió a la camioneta negra que la trajo, acompañada de personal de la policía de la ciudad y un grupo de periodistas. Algunos vecinos se acercaron a saludarla y pedirle una selfie.
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