El pedido de Emilio Monzó de "jubilar" a Mauricio Macri generó polémica dentro de Juntos por el Cambio

Desde su quinta Los Abrojos, y sin muestras visibles de enojo, Mauricio Macri discutió eventuales respuestas junto a dos dirigentes de su confianza. "No hay novedad. Estuvo afuera del espacio en la campaña, sigue afuera ahora", definió, lapidario, uno de los dirigentes que comentó junto al expresidente las recientes declaraciones de Emilio Monzó, en las que el extitular de la Cámara de Diputados pidió que Macri no sea candidato en las próximas elecciones, sostuvo la necesidad de "un camino por el centro" para Juntos por el Cambio, elogió a Sergio Massa y a Néstor Kirchner, además de postularse para la gobernación bonaerense.

"No siento que Emilio Monzó sea parte de nuestro espacio político. Desde hace tiempo tiene la voluntad de generar conflicto y dividir nuestro espacio. En la provincia de Buenos Aires, sus diputados rompieron el bloque. No tomo su palabra como autorizada en nuestro espacio", dijo en la noche del lunes al canal América Jorge Macri, intendente de Vicente López y alguien que también ambiciona ser candidato a gobernador.

En la misma línea, desde el espacio interno Apertura Republicana, que integran entre otros Juan Curutchet y Pablo Walter, criticaron a Monzó y afirmaron, en defensa de Mauricio Macri: "No podemos darnos el lujo de jubilar a ningún referente valioso en aras de liberar espacio o superar una grieta que no construimos".

Fuera de micrófono, cerca del expresidente y desde el macrismo bonaerense son aún más duros. "En algún momento va a haber que invitarlo a irse. Afuera vale lo mismo que un panelista de televisión", ironizaban desde ese espacio.

Monzó tiene conformado un sub-bloque de 16 diputados en la Cámara baja, coordinado por Sebastián de Luca. Con eso en mente, y sin pensar en rupturas inmediatas, los halcones de Juntos por el Cambio y algunos antiguos enemigos de Monzó apuntan a Horacio Rodríguez Larreta que, aseguran, "va a tener que decidir" si sostiene su alianza con el exarmador de Pro, un pacto que incluye a varios referentes "monzoístas" en cargos de la administración porteña.

En sus polémicas declaraciones, Monzó incluyó a Larreta en la lista de dirigentes (también mencionó a Martín Lousteau, María Eugenia Vidal y Rogelio Frigerio) en condiciones de conducir la coalición opositora.

"En la columna [publicada el domingo en LA NACION], Mauricio buscó en todo momento no incomodar a Horacio, trató de que se sintiera respaldado. Pero el camino del medio lo dinamitó Alberto Fernández, no nosotros", expresaron cerca del exmandatario.

"Con la radicalización del Gobierno, a Monzó le está costando encontrar su lugar. Siempre habla de acuerdos de cúpula, nunca de la gente porque nunca tuvo votos propios", se desahogó otro colaborador de Macri, que tiene como aliados directos a la titular de Pro, Patricia Bullrich, y al exsecretario de Medios Hernán Lombardi a la hora de sostener sus posturas internas.

Desde el sector "dialoguista", en cambio, afirmaron que "son muchos" los que piden un paso al costado de los "duros" y la construcción de un espacio "de centro", aún cuando el Gobierno recorte fondos a la Ciudad, como hizo el viernes pasado.

"Cuando Horacio habló en su discurso de ese día, se mantuvo moderado y dialoguista. Es una manera también de apoyar lo que dice Monzó", evaluaron desde el espacio dialoguista.

En ese espacio recordaron que también Vidal y Cristian Ritondo hablaron en estos días de "autocrítica", y vieron con agrado la postura del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, quien además de proponer "un candidato radical a la presidencia" en 2023, compartió la necesidad de renovación expresada por Monzó.

"Mauricio ha sido presidente y Cristina es la vicepresidenta. Me parece que hay que salir de la grieta. La profundización de la grieta lo que hace es volver a la puja entre Mauricio y Cristina. Hay que entrar en una instancia más madura de diálogo y de competencia electoral que sea más genuina de una democracia. Sin tanto agravio, sin tanta denuncia", le dijo a Infobae el jujeño, que sostiene con el titular de la UCR, Alfredo Cornejo, una sorda disputa por el liderazgo del centenario partido de cara al futuro.