"Por qué se suspendió el juicio por los sobornos"

A un día del comienzo del juicio oral y público, las partes intervinientes en el proceso penal en el que se investiga el presunto soborno por la ley de reforma laboral fuimos notificados de su suspensión.

Hay que saber que el ex secretario parlamentario de la Cámara alta Mario Pontaquarto, quien se dice "arrepentido", tiene dos causas penales, en las que está seriamente comprometido por el uso y la rendición de dineros públicos cuando era autoridad de la Cámara de Senadores, cargo del cual fue exonerado.

Se trata de la apropiación de 30.000 dólares destinados al viaje de una delegación, que finalmente no se hizo. Y la otra, por falsificar documentos de recibo de dinero.

El estudio defensor Wortman Jofré había pedido que esas causas penales no se juntaran con la del Senado porque desfavorecía la imagen de su cliente. Quiere sólo defenderlo como arrepentido-acusador, pero no a Pontaquarto acusado de otros delitos comunes.

Sus abogados saben que su credibilidad quedará hundida si todas las causas se sustancian juntas, como corresponde por economía procesal y como tributo a la verdad objetiva.

El Tribunal Oral Federal N° 3 decidió acumular las causas.

A raíz del planteo que hizo la defensa de Pontaquarto, se le puso al ex secretario parlamentario, junto al abogado particular, un defensor oficial para enfrentar las nuevas causas. Pero la Defensoría Nacional consideró improcedente querer tener a la vez un defensor privado y otro "oficial", por lo que retiró a este último. Esto ocasionó la suspensión del juicio, cuyo comienzo estaba programado para ayer.

La historia de esta causa es falsa. Se montó alrededor de un anónimo y de rumores sin pruebas.

Ya en mi libro, Operación p olítica-La causa del Senado, quedó claro la falta de pruebas en el expediente judicial, las contradicciones en que incurrió Pontaquarto y su conexión con el ex jefe de Gabinete del gobierno kirchnerista Alberto Fernández.

El juicio es fundamental para esclarecer de una vez por todas la inexistencia del hecho y mi inocencia. La postergación por el problema en la defensa de Pontaquarto lo impide.

La ética pública es el bastión sobre la que he basado mi lucha política. Se probará en este juicio.

Fernando De la Rúa