El perfil. Premio a 31 años de labor judicial
Camarista y académica, Highton es producto de su esfuerzo
La doctora Elena Highton de Nolasco llega a la Corte luego de haber dedicado su vida al Poder Judicial y a la labor científica y académica.
Cuando fue nominada, una extensa nota que había escrito sobre el aborto en la Revista de Derecho Privado (Rubinzal-Culzoni) levantó una fuerte controversia, que ella despejó ampliamente en la audiencia de confirmación en el Senado.
Pero, más allá de ese artículo, escribió otros doscientos y más de treinta libros de su especialidad, el derecho civil. A los 61 años, Highton, casada, católica y políticamente ubicada en el centro -aunque nunca militó-, es el producto de su propio esfuerzo.
Se graduó como abogada en 1966, con diploma de honor en la Universidad de Buenos Aires, y se doctoró diez años después, con una tesis calificada de sobresaliente. Ingresó en el Poder Judicial en 1973, donde fue defensora oficial; jueza de primera instancia en distintos juzgados civiles, y, en 1994, fue ascendida a camarista del fuero.
También participó durante los últimos quince años de muchas comisiones de estudio creadas por el Ministerio de Justicia; creó la Fundación Libra, dedicada a la enseñanza de la mediación, y realizó cursos de especialización en la Escuela de Leyes de Harvard, donde también se interesó por la vertiente del derecho y la economía, materia que retomó en la Universidad Torcuato Di Tella.
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