Preocupa a la comunidad judía de EE.UU. la fuerte ofensiva contra la AMIA y la DAIA
Una delegación de ese país llegó a la Argentina; le reclamó al Gobierno "cuidar sus palabras"
"Estamos aquí para apoyarlos y asegurarles que no están solos. Para acompañarlos en las injustas acusaciones que recibieron." El que habla, muy serio y en inglés neoyorquino, es Malcom Hoenlein, vicepresidente de la Conferencia de Presidentes de las Principales Organizaciones Judías de Estados Unidos.
A la cabeza de una delegación de dirigentes de 50 influyentes entidades (Benei Brith, American Joint Committee, el partido Likud israelí, entre otras), Hoenlein llegó al país para apoyar a los directivos de la AMIA y la DAIA, acusados en la Justicia por "traición a la Patria" y hostigados por distintos sectores del gobierno nacional por su oposición al Memorándum de Entendimiento con Irán y su defensa de la labor del fallecido fiscal Alberto Nisman.
En su encuentro con la prensa, y sin perder los modos diplomáticos, Hoenlein y los dirigentes que lo acompañaron a reuniones y encuentros se mostraron "preocupados" por la ofensiva contra la comunidad organizada, así como por la falta de esclarecimiento de los atentados a la embajada de Israel y la AMIA y por la misteriosa muerte del fiscal que denunció por encubrimiento a la presidenta Cristina Kirchner, el canciller Héctor Timerman y referentes del kirchnerismo.
"La justicia por Nisman no debería ser un tema político, el esclarecimiento del atentado a la AMIA, tampoco. Es un tema de justicia, de la calidad de la democracia, del ejemplo que les dan a sus hijos", dijo Hoenlein. La agenda de la delegación fue nutrida: a las reuniones con la dirigencia comunitaria se sumaron encuentros con familiares de las víctimas nucleados en Memoria Activa; con las diputadas Laura Alonso y Patricia Bullrich (ambas incluidas en la denuncia presentada por al abogado Juan Gabriel Labaké, aceptada por el fiscal Carlos Stornelli), y con el rabino y diputado de Pro, Sergio Bergman. ¿Y el Gobierno? "No pedimos ni obtuvimos ninguna reunión con ellos", contestó Hoenlein.
De todos modos, y sin nombrar la palabra "antisemitismo", la acusación a la dirigencia de la AMIA y la DAIA de "complotar" contra el país junto a los fondos buitre y el propio Nisman (esbozada por el funcionario Jorge Elbaum en el diario Página 12 y retuiteada por la propia Presidenta) fue un persistente motivo de consulta. "Hay una preocupación permanente por la seguridad de los dirigentes. Las teorías conspirativas son indignantes. [...] Las autoridades deben tener cuidado con las palabras que usan, porque las palabras anteceden a los actos", dijo Hoenlein.
Acompañado por otros dirigentes, como Stephen Greenberg y Julio Messer, Hoenlein afirmó que se creará una comisión para monitorear la situación en la Argentina, pero estimaron que comenzará a trabajar "cuando asuma el próximo gobierno". La estrategia subyacente es la de no provocar un conflicto abierto con la Casa Rosada, aunque los términos utilizados hablan a las claras de un malestar en las siempre influyentes entidades judías de Estados Unidos.
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