Presupuesto: el PJ exige cambios en el gasto público

La historia anticipa un final cantado: con los votos justos gracias al aporte de un sector del peronismo no kirchnerista, el oficialismo logrará aprobar en general el proyecto de presupuesto 2019, pero a costa de incorporar, a regañadientes, modificaciones importantes en el texto. Las negociaciones se desarrollan sobre un desfiladero muy estrecho en el que el Gobierno, con la espada de Damocles del déficit cero sobre su cabeza, dice no tener margen económico para acceder a los reclamos de un mayor aumento del gasto.

Los artículos más polémicos del proyecto que el peronismo pretende modificar son de dos tipos: los institucionales y los que apuntan al ajuste del gasto propiamente dicho. De este segundo grupo se destacan el artículo que aplica un recorte del plus que cobrarán los nuevos jubilados, pensionados y beneficiarios de asignaciones familiares que viven en la Patagonia, cuestionado incluso por los diputados patagónicos de Cambiemos. En agosto pasado el Gobierno había intentado, por decreto, aplicar un recorte a los beneficios hoy vigentes, pero debió dar marcha atrás ante la resistencia generalizada de la oposición y del oficialismo. Ahora, con el presupuesto 2019, vuelve a la carga.

La oposición también cuestiona el artículo que permite gravar con el impuesto a las ganancias a todos los componentes del salario, eliminando las exenciones vigentes. La medida perjudicaría a trabajadores públicos como a privados y jubilados. Además, un sector del peronismo rechazará las restricciones que el proyecto impone al acceso a la Pensión Universal para el Adulto Mayor, un beneficio que instituyó el Gobierno para quienes cumplieron 65 años y no pudieron completar los 30 años de aportes jubilatorios.

Entre los artículos "institucionales" que la oposición reprueba figuran el que flexibiliza las condiciones para una eventual reestructuración de la deuda; los "superpoderes" que se le confieren al jefe de Gabinete para destinar recursos de la deuda a la atención de gastos corrientes; una amplia facultad al Gobierno para ejecutar expropiaciones con el objetivo de realizar obras ferroviarias; una serie de sugestivas modificaciones al Código Aduanero, y la conformación de un fondo fiduciario sin el adecuado control para atender el financiamiento de la obra pública bajo el sistema PPP (proyectos de participación público-privada).

"Si el Gobierno no modifica estos puntos, yo a este presupuesto no lo voto", anticipó Marco Lavagna (Frente Renovador).

Puntos para negociar

Aquí se plantea, entonces, el nudo de la disputa: el peronismo no kirchnerista quiere modificar algunos artículos que el Gobierno incluyó para ajustar el gasto, pero, de acceder, se vería alterada la ecuación del déficit cero, que, ya anticipó, es innegociable. Una alternativa de compensación sería a partir de una mayor carga tributaria a la que ya establecen el presupuesto 2019 y la adenda al Pacto Fiscal. Por caso, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, hombre de Cambiemos, sugirió como alternativa duplicar de $4 a $8 el impuesto por cada dólar exportado.

El Gobierno descartó de plano esta posibilidad; no quiere agravar la ya pesada presión tributaria. El peronismo tampoco: lanzado a la batalla electoral, no quiere ser visto como el impulsor de nuevos gravámenes. Por esa razón dejó a un costado aquella propuesta que lanzó el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, de aumentar el impuesto a los bienes personales en el exterior.

"Es el Gobierno el que se autoimpuso el corset del déficit cero y del ajuste. Si debe aumentar impuestos para garantizar el equilibrio fiscal, que sea su responsabilidad política", argumentan en el PJ.

Las negociaciones se anticipan tensas. A instancias del gobernador de Tucumán, Juan Manzur, este miércoles se reunirá un grupo de gobernadores del PJ para discutir los alcances del proyecto de presupuesto para sus provincias. Tal como anticipó LA NACION, en esa reunión los mandatarios dejarán en claro que, aun cuando han firmado la adenda del Pacto Fiscal (que supondrá una mayor recaudación para las provincias en 2019), su apoyo al presupuesto del Gobierno no será monolítico ni a cualquier precio.

Tampoco garantizan que se apruebe en los tiempos que se impuso el oficialismo, que prevé darle media sanción el 24 de este mes y convertirlo en ley dos semanas después en el Senado.

En buen romance, el peronismo no dejará al Gobierno sin presupuesto, pero le impondrá cambios cuyo costo él mismo deberá pagar.

"Vamos a apoyar el presupuesto: tenemos un compromiso con la democracia -enfatizó en las últimas horas el presidente del bloque de senadores del PJ, Miguel Pichetto-. Estamos tratando de que el impacto sea el menor posible para los sectores del trabajo, para los sectores que producen en la Argentina y defender los intereses regionales de la Patagonia. En las negociaciones buscamos frenar que se extienda el impuesto a las ganancias a los trabajadores en conceptos que no están gravados. Todo esto está en discusión".

Miguel Pichetto, senador PJ

El titular del bloque del PJ en el Senado advirtió que apoyarán al proyecto del presupuesto en general, pero pidió que "el impacto sea el menor posible para los sectores del trabajo".

Impacto

El PJ cuestiona un recorte del plus que cobrarán los nuevos jubilados, pensionados y beneficiarios de asignaciones familiares que viven en la Patagonia

Ganancias

La oposición también cuestiona el artículo que permite gravar con el impuesto a las ganancias a todos los componentes del salario, eliminando las exenciones vigentes

Poderes especiales

Entre los artículos "institucionales" que la oposición reprueba figuran el que flexibiliza las condiciones para una eventual reestructuración de la deuda; los "superpoderes" que se le confieren al jefe de Gabinete para destinar recursos de la deuda a la atención de gastos corrientes y el fideicomiso para financiar los PPP