Promueven al ex consejero de la "embajada paralela"
Dos meses y medio después de desmentir por tercera vez ante la Justicia a su otrora jefe en Caracas, el embajador Eduardo Sadous, el diplomático Alberto Alvarez Tufillo prepara al fin sus valijas. La Cancillería lo postuló para liderar la embajada en Ecuador, según confirmaron fuentes oficiales y allegados al diplomático a La Nacion.
Alvarez Tufillo ya recibió el visto bueno del gobierno de Rafael Correa, por lo que para concretar su traslado a Quito deberá ahora contar con la firma del pliego de su designación por parte de la presidenta Cristina Kirchner y luego tener el respectivo aval del Senado.
De este modo, el ex consejero económico y comercial de la embajada argentina en Venezuela -el número tres de la misión- llegará al puesto ambicionado por todo diplomático, tras lograr que la Junta de Calificaciones destrabara su carrera -congelada durante cinco años- y lo postulara para el cargo de "ministro de segunda" a mediados de octubre último.
Alvarez Tufillo concentró la atención pública, ya que Sadous lo señaló como testigo de la embajada "paralela" que el ministro Julio De Vido montó en Venezuela para coordinar las relaciones comerciales con el gobierno de Hugo Chávez.
El ex consejero en Caracas fue, incluso, el redactor original del ya célebre cable CA EVENE 020096/2005, titulado "Grave situación", que Sadous firmó y envió a Buenos Aires tras incorporarle comentarios sobre los "serios problemas" observados en la relación bilateral, lo que sazonó con una palabra inusual: "corrupción".
Mensaje contundente
El cable señaló como protagonista de los problemas a un colaborador de De Vido, Claudio Uberti, cuyo cargo formal era de contralor de las concesiones viales, pero que empresarios y funcionarios argentinos y venezolanos señalaban como el verdadero enlace a la hora de los negocios bilaterales.
La respuesta que recibió el embajador después de enviar aquel cable fue contundente. "Decile a Sadous que se deje de joder", le comunicó Uberti a Alvarez Tufillo, para que le dejara claro quién mandaba en Caracas. Y así fue, hasta que el colaborador de De Vido debió renunciar al Occovi y a su rol en Venezuela, en agosto de 2007, con el decomiso de una valija con casi US$ 800.000 en el avión, rentado por la petrolera estatal Enarsa, que lo trajo a la Argentina junto a Guido Alejandro Antonini Wilson.
Tanto Sadous como Alvarez Tufillo confirmaron ante el juez federal Julián Ercolini la frase de Uberti, aunque el consejero aclaró que la retransmitió sólo como mensajero, no como partícipe de la movida.
Sin embargo, en dos declaraciones ante Ercolini y en una tercera ante el juez federal Rodolfo Canicoba Corral en la querella que De Vido y Uberti le iniciaron a Sadous, Alvarez Tufillo negó todo. "Yo desmiento todo lo dicho por Sadous; no vi nunca nada irregular", resumió ante la prensa, tras su tercera testimonial. "El tema del fideicomiso fue una cuestión técnica y fue Sadous el que agregó cosas al cable que yo redacté. Jamás hablé de irregularidades. Lo que están haciendo es circo", se lamentó.
Alvarez Tufillo no fue el único que desmintió a Sadous. También lo hizo el ganadero Eduardo Cavanagh, cuya firma Solresin SA disputa la licitación EE 02/2010 de Enarsa para proveer "energía eléctrica a partir de fuentes renovables".