Proponen impulsar un perdón por la violencia de los años 70
Ex militares y ex combatientes guerrilleros participaron juntos de un debate sobre el tema; coincidieron en priorizar la reconciliación
Un teniente coronel retirado, un ex soldado conscripto, un ex montonero, un familiar de desaparecidos y otro de una víctima del ERP. Cinco personas que vivieron desde distintas perspectivas la violencia de la década del 70 compartieron ayer el panel "Dar la cara", ante un auditorio de más de cien personas, en el Colegio Marín, de Béccar.
Con el lema "Testimonios sobre heridas que necesitan sanar", los oradores transmitieron un mismo mensaje: la necesidad de buscar el perdón y la reconciliación entre los argentinos.
Por un lado, el coronel retirado Enrique Alsina y el ex soldado conscripto Rogelio Mazzacote. Por el otro, Luis Labraña, ex integrante de Montoneros, y el jurista Julio Ojea Quintana, hermano de dos desaparecidos y de un ex integrante de Montoneros. Además, José Sacheri, cuyo padre fue asesinado por el ERP.
Eva Donda, hija de desaparecidos y hermana de la diputada Victoria Donda (UNEN), estaba inicialmente entre los convocados, pero finalmente no asistió. El encargado de abrir el encuentro, José D'Angelo (militar retirado) explicó que Eva decidió no participar del panel ya que se encontraba "impactada sentimental y anímicamente" por la noticia del encuentro del nieto de Estela de Carlotto hace unas semanas, entre la alegría por el reencuentro y la tristeza por su distancia con su hermana.
D'Angelo presentó el encuentro como una "propuesta para que los más jóvenes escuchen la verdad completa de lo que pasó, de la boca de los actores que vivieron en carne propia esa época".
Alsina relató sus comienzos en la carrera militar como subteniente, en 1973. "Vivíamos todos en un estado de temor, porque nadie sabía lo que iba a pasar", dijo.
Labraña, licenciado en lingüística y ex montonero, relató: "Nosotros pensamos que podíamos enderezar la Argentina y tomamos las armas por ideales". Confesó que le produce indignación cuando le preguntan si está arrepentido. "No tenemos nada de qué arrepentirnos. Pero sí hago una autocrítica, porque hicimos un desastre. Todos, en ambos bandos".
Detenido y liberado en 1973, partió luego al exilio. Reivindicó, de algún modo, lo vivido. "Nosotros actuamos con valores por la patria, de un lado y del otro. Todos los que han venido después no hicieron nada realmente por la patria. Hoy tenemos la obligación de construir una nueva Argentina, unidos en la concordia", reflexionó.
Rogelio Mazzacote, albañil formoseño y ex soldado conscripto, contó que cuando en 1975 prestaba servicio militar obligatorio en Formosa, su regimiento fue atacado por Montoneros, que mataron a diez de sus compañeros. "Diez murieron y 18 quedamos heridos. Hoy, gracias a Dios, puedo contar la historia y no voy a juzgar a nadie".
Mazzacote expresó que "es doloroso y triste porque teníamos que pelear entre hermanos". Cuestionó las indemnizaciones "parciales" y señaló: "Indemnizan a gente que mataba, que hizo mucho daño, y a los familiares de los soldados no les dieron nada".
Julio Ojea Quintana, en tanto, narró que tres de sus hermanos se incorporaron a Montoneros, uno fue detenido y los otros dos desaparecidos. "Yo no militaba en nada. Experimenté el horror de la desaparición de mis hermanos. Me vi envuelto en una espiral de violencia sin pertenecer a ninguno de los dos bandos, una violencia alimentada por ambos bandos".
Ojea Quintana consideró que "no cabe esperar reconciliaciones perfectas", pero que "el perdón juega un papel decisivo".
"El perdón no niega sino que supone la memoria y la justicia, pero es algo más que ambas cosas. La memoria es imprescindible, pero una memoria veraz, no sesgada, como la que hubo en la época militar y la que hay en el relato kirchnerista".
Agregó que "las leyes no van a generar el perdón, pero pueden favorecerlo o perjudicarlo. La justicia es muy unilateral, con mucha venganza. Un paso sería poner fin a los enjuiciamientos militares para acabar de una vez con esta historia. Y concluyó con una cita de Juan Pablo II: "Un mundo del que se elimina el perdón sería sólo un mundo de justicia fría e irrespetuosa".
Sacheri, por su parte, coincidió: "Todos tenemos responsabilidad por acción u omisión; lo único que es válido es el perdón para poder llegar a una reconciliación".
Milani, acusado por su propia cuñada
- La ex diputada peronista Clara Waite, que integró la Legislatura de Córdoba entre 1995 y 1999 y es cuñada del teniente general César Milani, reveló que el jefe del Ejército "hace trabajos de inteligencia finísimos y maneja el lenguaje del silencio y las apretadas". Advirtió, además, que "no solamente realiza inteligencia interna: también hace inteligencia desde afuera".
- En diálogo con FM Identidad, la ex legisladora denunció que Milani la hostiga por un conflicto personal que no detalló, y aseguró que tiene negocios con Hebe de Bonafini. "Mi cuñado tiene mucho poder y no está sujeto solamente al Ejército", dijo, al atribuir al cuestionado jefe militar "la salida de la cárcel de Schoklender".
- "Soy la cuñada de Milani. Mi relación con él no es buena. Los problemas no son de ahora, sino desde hace muchísimo tiempo", expresó Waite. Reveló que la familia de Milani "siempre fue peronista, pero más de derecha que de Montoneros" y responsabilizó al jefe del Ejército por un incidente que ella tuvo con militantes de La Cámpora por destrozos en su departamento.
- "No puedo decir si estuvo involucrado en casos de derechos humanos. Siempre separó su trabajo en el Ejército de sus lazos familiares. Pero es una persona complicada."
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