“Queremos saber si Kirchner es el jefe de una asociación ilícita”
Elisa Carrió arremetió ayer en una fuerte ofensiva política con dos ejes: por un lado, denunció por asociación ilícita a Néstor Kirchner y a varios colaboradores del ex presidente y, por otra parte, anunció que comenzará las negociaciones para lograr acuerdos con otros sectores de la oposición.
En la sede del Instituto Hannah Arendt, la líder de la Coalición Cívica presentó un plan contra la inseguridad cuyo capítulo central es atacar la supuesta corrupción del Gobierno. En ese escenario, Carrió ratificó que mañana presentará en la Justicia pruebas contra Kirchner por "asociación ilícita agravada, defraudación, evasión fiscal y lavado de dinero".
Además del ex presidente serán incluidos en la denuncia de Carrió el ministro de Planificación, Julio De Vido; el ex funcionario Claudio Uberti, y los empresarios Lázaro Báez, Rudy Ulloa y Cristóbal López. "He excluido expresamente a la presidenta de la Nación para que esta denuncia no tenga alcance en términos institucionales", advirtió Carrió. La dirigente de la Coalición Cívica no hará público su convencimiento de que Cristina Fernández de Kirchner tiene alguna responsabilidad en los delitos que expondrá en la presentación judicial.
"Asumí la responsabilidad histórica de denunciar a un ex presidente de la Nación", aseguró Carrió. Y agregó: "El daño que hicieron es imperdonable desde el punto de vista moral y desde el costado legal es gravísimo, hasta incluye la traición a la Patria".
"Queremos saber si Néstor Kirchner es el jefe de una asociación ilícita; si Lázaro Báez es el testaferro de Néstor Kirchner", dijo Carrió después de reseñar con un grupo de legisladores de su coalición los principales puntos del proyecto de seguridad pública.
La dirigente simbolizó en el recorte de atribuciones sufridas por Manuel Garrido, el fiscal de investigaciones administrativas, a los negocios ilegales que en su sospecha llevan adelante funcionarios y empresarios amigos del poder. "Fue a los efectos de garantizar la corrupción del Gobierno para tener una mayor política de impunidad", aseveró.
La decisión del procurador general Esteban Righi fue duramente criticada por Carrió: "Righi se convirtió en el garante más escandaloso de los delitos del Gobierno. No me equivoqué cuando lo impugné".
Las repercusiones del reportaje de LA NACION a Guido Antonini Wilson, publicado en la edición del domingo último, no estuvieron ausentes en el mensaje de Carrió: "La Justicia deberá investigar la relación ilícita entre Néstor Kirchner y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez".
Otro blanco preferido
Mientras Carrió cargó contra Kirchner y su supuesto círculo íntimo, los legisladores de la Coalición Cívica tuvieron como blanco preferido al ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández. "Es el responsable político del crecimiento del narcotráfico", indicó el diputado provincial Sebastián Cinquerrui (Buenos Aires).
"Un poder político corrupto no puede darles directivas claras a las fuerzas de seguridad", insistió la diputada nacional Patricia Bullrich, que anticipó que acompañará a Carrió en la denuncia judicial contra el ex presidente.
“Esta es la denuncia que con más tranquilidad y seguridad hice en mi vida política”, aclaró Carrió. “Ojalá fuese fiscal sólo por seis meses...”, fue su expresión de deseo antes de afirmar que expondrá al peso de la opinión pública cada paso del juzgado que asuma la investigación de la denuncia contra el kirchnerismo.
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