Desestimó Rafecas la denuncia de Nisman contra Cristina Kirchner
Rechazó con duros argumentos la presentación del fiscal Pollicita sobre la base del trabajo de su colega fallecido; entendió que no estaba justificada la presunta responsabilidad de la Presidenta; el juez enfrenta una causa por mal desempeño
El juez Daniel Rafecas sacudió ayer el ambiente judicial y político: resolvió sorpresivamente desestimar, sin tomar ninguna medida de prueba, la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra la Presidenta, el canciller Héctor Timerman y otros funcionarios que habían sido acusados de encubrir a Irán en la causa por el ataque a la AMIA.
"Respecto de la Dra. Fernández de Kirchner, la situación es alarmante en cuanto a la ausencia de elementos de prueba que respalden la grave imputación que aquí se ha formulado", escribió el juez. Lo hizo apenas una semana después de haberse abocado al análisis de la denuncia y en un tono fuertemente cuestionador de la presentación de Nisman.
La decisión de Rafecas, que tiene abierta una investigación en su contra en el Consejo de la Magistratura (donde el Gobierno tiene mayoría)por mal desempeño, le da a Cristina Kirchner la posibilidad de enfrentar pasado mañana su última Asamblea Legislativa como Presidenta sin la acusación penal que pesaba sobre ella. No obstante, el fiscal Gerardo Pollicita, que había imputado a la Presidenta e impulsado la investigación iniciada por Nisman con 46 medidas de prueba, trabaja en la apelación de la decisión de Rafecas.
Pollicita, visiblemente afectado por el fallo, tiene plazo hasta el miércoles para presentar su escrito, que deberá ser resuelto por la Cámara Federal. Su jefe, el fiscal de Cámara Germán Moldes, uno de los organizadores de la marcha del 18-F, será el encargado de sostener sus argumentos ante el tribunal. En caso de que la Cámara Federal llegara a emitir un fallo que respalde a Pollicita -no se sabe qué sala intervendrá porque se decide por sorteo-, seguramente incluirá el apartamiento de Rafecas porque ya se pronunció sobre el fondo del asunto.
El paso del tiempo le dará oxígeno al Gobierno para sortear la crisis política que estalló con la denuncia de Nisman.
El fallo de Rafecas, que analiza el tema como una sentencia absolutoria en la que despedaza la hipótesis de Nisman, conmovió Tribunales y fue comentario en todos los despachos. Hubo allí posturas mayoritariamente críticas, no por la decisión final, sino por la oportunidad y el hecho de que el juez hubiera desestimado el caso sin producir pruebas sugeridas por el fiscal.
Rafecas argumentó que tras la lectura de la denuncia, del requerimiento de Pollcita y de los documentos que aportó el Gobierno al caso posteriormente, como un escrito de la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona, y otros escritos de Nisman, no hay elementos para sostener la comisión de un delito.
Llamó la atención el último párrafo del fallo, en el que ordena habilitar la feria judicial para notificarlo, como si hubiera sido escrito en enero, cuando no tenía la causa en su juzgado. El juez explicó que fue un error de un empleado que copió el párrafo de un escrito anterior.
Rafecas entendió que como no está en vigor el memorándum con Irán (que contempla la formación de una Comisión de la Verdad para revisar las pruebas de la causa), por haber sido declarado inconstitucional por la justicia argentina, nunca se pudo favorecer a Irán, tal como sostenía Nisman en su denuncia. "Al contrario [...] el delito nunca se cometió", dijo y los hechos de los que hablan las escuchas telefónicas, "eventuales actos preparatorios, no son punibles".
El juez dijo que la maniobra que denunció Nisman quedó en el peor de los casos "en la antesala del principio de ejecución que requiere derecho penal para su intervención", y que fue a lo sumo "una concepción" o "ideación" que no constituye siquiera actos preparatorios del delito. Un concepto similar habían vertido el ex juez de la Corte Eugenio Zaffaroni y el jurista Julio Maier.
Rafecas dijo que tampoco se sostiene la segunda hipótesis de la denuncia, la que plantea que la Argentina desde el discurso buscaba capturar a los cinco iraníes acusados, pero por debajo de la mesa pretendía que se cayeran las circulares rojas de Interpol que buscaban su arresto.
Tras las comunicaciones que realizó el ex secretario general de Interpol Roland Noble y los informes que envió la Cancillería, Rafecas concluyó que no hay pruebas de lo que afirmaba Nisman pues no hubo cambios en las órdenes de captura y la posición Argentina fue la misma desde 2007.
"Ninguna de las hipótesis del delito sostenida por el fiscal Pollicita en su requerimiento se sostienen mínimamente, la primera porque el delito nunca se cometió y la segunda porque la evidencia reunida lejos de sostener mínimamente la versión fiscal, la desmiente de un modo rotundo y lapidario", escribió el juez.
Luego analizó las escuchas sobre las que se basó Nisman para acusar a la Presidenta, a Timerman, a Luis D'Elía, a Andrés Larroque, a Fernando Esteche y al supuesto agente Yussuf Kalil. Sólo dejó en pie una investigación sobre Allan Bogado, para Nisman agente de inteligencia y para el Gobierno un fabulador que se hacía pasar por tal, para investigar su rol como traficante de influencias. Por eso Rafecas indicó adjuntar estas pruebas a la causa en la que se lo investiga por ello.
En cada caso dijo que no son reveladores de actividades ilegales. En cuanto a la Presidenta directamente afirmó que para Nisman sus discursos sobre Irán fueron una "puesta en escena", y que para aceptar esta idea habría que hacer "un salto imaginativo", debido a que las posturas de Cristina Kirchner sobre este tema "han sido a la vez, coherentes con toda su actuación política, desde 1994 en adelante".
"Si la grave acusación del Dr. Nisman fuera cierta, habría que admitir que una figura política, que actualmente reviste la Presidencia, que a lo largo de 20 años de trayectoria ha sido consecuente en la búsqueda en proveer verdad y justicia a las víctimas del atentado, conciba dar un giro en sus convicciones de 180 grados, e instruya a sus subordinados, a traicionar a esos valores, a su país y especialmente a las víctimas que siguen esperando por verdad y justicia", escribió el juez.
Rafecas se refirió a Nisman en su fallo. Destacó que compartieron su lucha contra el antisemitismo, pero que cometió errores, quizá graves.
Por si era necesario más, Rafecas sumó un último dato para sepultar la denuncia de Nisman. Explicó que el fiscal, al mismo tiempo que elaboró su acusación contra Cristina Kirchner y Timerman en enero de 2014, exaltó su labor para obtener la captura de los prófugos iraníes, en dos escritos para presentar ante el Comité de Seguridad de la ONU, uno firmado en enero y otro firmado en diciembre. Si cabía alguna duda de qué hacer con la denuncia esta última contradicción la despeja, planteó Rafecas.