Reclaman avances en la causa por las muertes de Kosteki y Santillán

Con fuertes críticas a la Justicia por la falta de resultados sobre las responsabilidades políticas de la masacre de Avellaneda, ayer se conmemoró un nuevo aniversario de los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. El epicentro fue, como todos los años, el puente Pueyrredón, escenario de la tragedia, que estuvo cerrado al tránsito hasta el mediodía.

Familiares de las víctimas y agrupaciones de izquierda le reclamaron al juez federal Ariel Lijo -que lleva adelante la investigación de la causa Ciccone, que tiene como uno de los protagonistas al vicepresidente Amado Boudou- que acelere el proceso judicial por la muerte de Kosteki, de 25 años y militante hacía dos meses en el MTD-Guernica, y de Santillán, de 21 años y referente del MTD-Lanús, en 2002.

"Denunciamos al juez Lijo como uno de los responsables de que la causa por las responsabilidades políticas haya sido archivada", exigió en un comunicado el Frente Popular Darío Santillán, que apuntó contra el ex presidente Eduardo Duhalde, que por la masacre tuvo que adelantar las elecciones.

"Es lamentable que a 12 años la impunidad siga estando vigente y que no tengamos justicia", dijo Vanina Kosteki, hermana de Maximiliano, en declaraciones radiales.

"En 2003 fue puesto para frenar la investigación contra los funcionarios. Así como empezó a investigar el caso Ciccone y llamó a declarar a Boudou, que el juez Lijo haga lo mismo con el puente Pueyrredón", aseguró.

Por los asesinatos de Santillán y Kosteki fueron condenados en 2005 a cadena perpetua, como autores materiales del hecho, el ex comisario de la policía bonaerense Alfredo Fanchiotti y el ex cabo Alejandro Acosta. El 26 de junio de 2002 ambos participaban en un reclamo general contra el gobierno de Duhalde para conseguir mejoras laborales, luego de la crisis de 2001.

La protesta fue reprimida por la policía bonaerense y, además, dejó un saldo de 33 heridos. La consecuencia política fue el adelantamiento de las elecciones.