Reflotan el juicio político contra el titular de la Corte
La intención de Néstor Kirchner de renovar la Corte Suprema de Justicia insufló de nuevos bríos a la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados. Por unanimidad, dispuso estudiar la posibilidad de reflotar el enjuiciamiento contra el presidente del tribunal, Julio Nazareno, pese a que la acusación contra este ministro por mal desempeño en sus funciones no prosperó cuando se expuso en el recinto, en octubre último.
La idea -que presentó la diputada Elisa Carrió (ARI-Chaco)- ya genera controversia. Hay quienes consideran que el expediente contra Nazareno es "cosa juzgada" y, por lo tanto, no es posible resucitarlo. Otros legisladores, en cambio, sostienen que si bien la acusación no se aprobó, tampoco se rechazó, ya que nunca pudo llegar al Senado, que es la cámara que en definitiva resuelve o no la destitución. La polémica es tal que los miembros de la Comisión de Juicio Político resolvieron citar para los próximos días a juristas y constitucionalistas de renombre, para luego tomar una decisión.
En lo que parece que no habrá vuelta atrás es en el juicio político contra el juez Carlos Fayt, cuyo dictamen de acusación estaría listo a más tardar en dos semanas. El oficialismo pretende utilizar este caso como ariete para lograr una oxigenación del alto tribunal, ya sea en forma natural -vía renuncias voluntarias- o bien forzada -vía juicios políticos en el Congreso-.
El problema que se vislumbra con el caso Fayt son las dudas que despierta en la oposición. Diputados del radicalismo y de ARI consideran que los cargos no son lo suficientemente sólidos como para promover la acusación. Por ello pidieron más tiempo para analizar la cuestión.
El oficialismo, en cambio, sostiene que el caso Fayt es "indefendible". Con esta postura -que suscribe el flamante titular de la comisión, Ricardo Falú (PJ-Tucumán)- avanzará en un dictamen acusatorio, a más tardar en 15 días. Su intención es que se trate en el recinto en un mes.
Los diputados opositores tienen sus dudas. No sólo por la solidez del caso Fayt; en realidad, desconfían del oficialismo, que el año último desistió de impulsar el juicio político contra los nueve miembros de la Corte Suprema, a pesar de que en un principio lo había avalado.
"¿Qué nos garantiza que otra vez no se van a arrepentir?", se preguntan, desconcertados, los opositores.
Desde las más altas esferas del Gobierno ya comenzaron a tenderse puentes para intentar despejar esta desconfianza, dijeron fuentes legislativas de primer nivel. "En cuanto comprueben que con Kirchner comenzó una nueva etapa, en la que no habrá pactos de impunidad entre poderes, nos van a apoyar", confían los justicialistas.
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Pero los opositores no quieren que la renovación de la Corte pase sólo por Fayt. "El pez gordo es Nazareno", advierten radicales y legisladores de ARI. Por eso, la diputada Carrió expuso su idea de reflotar las causas que no fueron aprobadas en el recinto el año último.
"No hay cosa juzgada porque sencillamente la acusación no pudo llegar al Senado -señaló la diputada-. En aquellos expedientes hay demasiadas causales como para recorrer ahora el camino del atajo."
La idea cosechó adhesiones entre los radicales, aunque el oficialismo optó por la cautela. "Vamos a estudiarlo", reiteró Falú, sin demasiada convicción.
Sucede que el PJ no quiere reiterar la estrategia del año pasado: embestir contra los nueve miembros de la Corte Suprema en un mismo dictamen. "Esa táctica no sirve, porque provocará que la Corte se abroquele otra vez y amenace al Gobierno con nuevos fallos", aducen. No quieren, de ninguna manera, que se reedite el fracaso del año último.