Respaldo a las sanciones, pero objeciones al discurso
La oposición pidió no abrir "viejas heridas" con las FF.AA.
La eventual decisión del gobierno de Néstor Kirchner de pasar a retiro obligatorio a los militares que participaron de un acto en el que se reivindicó el accionar de la última dictadura fue respaldada ayer por casi todo el arco político, aunque algunos integrantes de la oposición señalaron que el Presidente no debería abrir "viejas heridas" entre las Fuerzas Armadas y la sociedad civil.
El jefe del bloque de diputados Peronismo Federal (ex duhaldistas aliados al kirchnerismo), José María Díaz Bancalari, consideró que "nadie en su sano juicio puede reivindicar cosas de esa naturaleza y pertenecer a ningún lado de la administración pública, mucho menos a las Fuerzas Armadas".
En declaraciones a radio La Red, el legislador dijo no conocer los detalles de las sanciones -que incluyen la baja a oficiales que también asistieron al acto-, pero opinó que lo más prudente sería tratar de encontrar "la mayor cantidad de carga probatoria para después accionar o sentenciar en un sentido o en el otro".
El secretario de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, el kirchnerista pampeano Santiago Ferrigno, sostuvo que se debe defender "la posición que está teniendo el Gobierno de reivindicación de la democracia" porque "es sabido que los militares en uniforme no pueden participar en actos políticos".
De todos modos, el diputado del Frente para la Victoria consideró que las muestras de descontento en el sector castrense corresponden a un sector "minoritario" de las FF.AA. y están relacionadas con "las reformas que se están ejecutando desde el Ministerio de Defensa".
No a la confrontación
El vicepresidente primero de esa comisión, el radical mendocino Alfredo Cornejo, respaldó las sanciones "en la medida en que se ajusten a la ley", aunque rechazó la actitud confrontativa del discurso oficial.
"Me parece que hoy en día no hay que abrir una polémica con respecto a la institución militar, teniendo en cuenta que las FF.AA. están perfectamente subordinadas al poder político", opinó.
Desde ARI, el diputado Carlos Raimundi dijo estar "filosóficamente de acuerdo con la necesidad de subordinar el papel de las FF.AA. a su comandante, que es el Presidente", pero marcó sus diferencias con los "decibeles" de esas decisiones.
"La lamentable teoría de los dos demonios hacía muchísimos años que estaba focalizada en un grupo menor de militares totalitarios y hoy la sobreactuación del Gobierno la puso de nuevo en la sociedad. Eso me parece anacrónico", señaló.
Por su parte, el presidente de Recrear y ex ministro de Defensa de la Alianza, Ricardo López Murphy, reconoció que puede haber "una actitud natural de cierto desasosiego o molestia entre algunos militares porque la responsabilidad del comandante en jefe de las FF.AA. es comandar la fuerza y no agraviarla".
De todos modos, López Murphy opinó que los militares que fueron al acto político "cometieron un error y deben ser sancionados".
lanacionar