Ricardo Jaime fue sobreseído en una causa por el uso de autos oficiales

El ex secretario de Transporte Ricardo Jaime , condenado por recibir dádivas de empresarios e intento de hurto de pruebas y actualmente en juicio por la tragedia ferroviaria de Once, fue sobreseído hoy por prescripción en una investigación por el uso presuntamente irregular de autos oficiales.

La medida, de la Cámara Federal porteña, también alcanzó el ex titular del Órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi) Claudio Uberti, cuyo nombre se hizo famoso porque había sido el funcionario que habilitó en agosto de 2007 el ingreso al país del venezolano Guido Antonini Wilson con una valija repleta de 800 mil dólares, sin declarar.

Según indicaron fuentes judiciales, los jueces Eduardo Freiler y Jorge Ballestero, de la Sala I de la Cámara, confirmaron en una resolución los sobreseimientos de Jaime y de Uberti, dictados en julio pasado en primera instancia por el juez Sebastián Casanello.

El juez Eduardo Farah, el tercer magistrado de esa sala que suele votar impulsando investigaciones contra el Gobierno, no intervino en esta resolución porque está de licencia.

Jaime estaba imputado en dos expedientes donde se investigaba el uso de dos autos oficiales para uso propio.

El fiscal Carlos Rívolo lo acusó de "peculado", pero Casanello entendió que el delito se encuadraba en la figura de "malversación", que tiene una pena menor.

El caso llegó entonces a la Cámara Federal porteña, que ahora ratificó el criterio de Casanello y confirmó el cierre de la causa por el paso del tiempo.

El uso de los vehículos

De acuerdo a la causa, iniciada en 2011, Uberti tenía a su cargo un vehículo Honda Civic destinado al control de una ruta con peaje, pero el vehículo habría estado a disposición de Jaime con un chofer y hasta se lo habría dejado en una playa de estacionamiento cercana a su casa, según la acusación.

El segundo vehículo, en tanto, era para supervisar obra pública ferroviaria pero también habría sido utilizado para tales fines.

Jaime fue condenado recientemente a pena de prisión en suspenso por recibir dádivas de empresarios a los que debía controlar, en forma de viajes y pago de alquiler de departamentos en los que vivió en esta capital.

Antes había recibido una pena menor por haber intentado hurtar pruebas para una causa por enriquecimiento ilícito durante un allanamiento a su casa en Córdoba.