Gestos. River-Boca, un imán para los políticos

Habrá dos partidos. Uno, dentro de la cancha. Otro, en los palcos. Cuando los jugadores de River y Boca pisen el césped esta noche, en Mar del Plata, habrá flashes que tendrán un objetivo distinto: retratar gestos y charlas en una velada que congregará a presidenciables, intendentes y legisladores.

Aunque juran que no hay nada "producido", el evento será pródigo en imágenes. En su condición de local, el gobernador Daniel Scioli oficiará de anfitrión. No estará solo. Llegará acompañado de un puñado de jefes comunales –como Pablo Bruera (La Plata), Francisco Durañona (San Antonio de Areco) y Patricio Mussi (Berazategui)–, diputados y concejales con los que mantendrá un encuentro previo coordinado por la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez.

Mimado por Scioli, tendrá lugar preferencial en la platea Martín Insaurralde. Aunque hay una silla reservada para su rival distrital y vicegobernador, Gabriel Mariotto, que estará rodeado por dirigentes de indudable ADN K: los camporistas José Ottavis y Santiago Carreras, y el sindicalista Víctor Santa María. Otro con ticket de ingreso es Julián Domínguez, titular de la Cámara de Diputados y potencial candidato.

También Mauricio Macri, con aspiración presidencial, aparecerá, como parte de la instalación bonaerense de su segunda, María Eugenia Vidal. Si bien en el entorno del gobernador aseguraron a LA NACION que no hay nada establecido, casi seguro habrá una postal conjunta, concebida como un mensaje de convivencia entre opositores. Cerca de Scioli, subrayan que su presencia es para supervisar in situ el operativo de seguridad, que involucra a 1400 policías. Las cámaras reflejarán algo más.

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