Romero anticipó su voto en contra y se consolida el grupo antiabortista
El senador Juan Carlos Romero (PJ-Salta) anunció ayer que votará en contra del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo y consolidó, así, la posición del sector antiabortista, que ya tiene los números suficientes para rechazar la iniciativa.
Con el pronunciamiento del salteño, el rechazo alcanza los 36 votos, la mitad del total de miembros del Senado. Si se toma en cuenta que una senadora se abstendrá y otra estará ausente, el sector antiabortista tendría garantizada la mayoría para imponerse en el recinto el próximo 8.
La única posibilidad de prosperar que le queda a la legalización del aborto, que hasta el momento tiene 32 votos, es que al menos se ausenten un par de los legisladores que ya anunciaron su rechazo.
"Voy a votar priorizando la postura de la sociedad salteña, que está mayoritariamente en contra, sobre mis convicciones personales", afirmó Romero a LA NACION, al confirmar su rechazo a la iniciativa aprobada por la Cámara de Diputados el 14 de junio.
Si bien Romero reconoció la gran movilización social que generó la campaña a favor del aborto legal, seguro y gratuito, aseguró que "en Salta no existe esa mayoría" que sí se aprecia en la zona metropolitana. En ese sentido, aseguró que las encuestas realizadas en su provincia arrojan un porcentaje superior al 70% de rechazo a la legalización del aborto.
El panorama se complica más para el sector "verde" si se toma en cuenta que el santafesino Omar Perotti (PJ), uno de los dos senadores que quedaban sin revelar su posición, dejó trascender ayer que tampoco acompañará la legalización del aborto. Así, solo quedaría José Alperovich (PJ-Tucumán) sin revelar la posición que adoptará en la sesión del miércoles.
Según confiaron voceros parlamentarios, Perotti impulsa un proyecto de despenalización del aborto, que reflejaría el fallo F. A. L. de la Corte Suprema de Justicia, el protocolo de aborto no punible que rige en su provincia y el capítulo tres del proyecto aprobado por Diputados, que contempla los programas de consejería sobre educación sexual y reproductiva.
Si Perotti confirmara su oposición, el sector que apoya la legalización del aborto llegaría a la sesión casi sin posibilidades de prosperar, aun si se sometiera a votación la denominada "opción Córdoba", que introduce cambios al texto que aprobó la Cámara baja.
De cristalizarse estos números la semana próxima, el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo no podrá volver a discutirse hasta después del 1° de marzo de 2019, en un escenario político eclipsado por la campaña electoral.