Rosatti afirmó que habrá acuerdo en la Corte por el manejo de la comunicación
Después del escándalo, la Corte Suprema transitó ayer, puertas adentro, los primeros intentos de reconstruir el consenso. La inédita pelea entre el presidente Carlos Rosenkrantz y el extitular del tribunal Ricardo Lorenzetti desencadenó una jornada de conversaciones informales entre los cinco integrantes del máximo tribunal, pudo reconstruir LA NACION.
La agenda ayudó. Estaba previsto que la integración completa de la Corte se reuniera por la mañana para participar de la "foto de familia" del J-20, un encuentro con referentes jurídicos de los principales países del mundo que se celebró esta semana en Buenos Aires.
Cualquier porteño que caminara por Sarmiento y Alem, antes de las 9, podía ver a los cinco ministros de la Corte en plena conversación sobre la explanada del Centro Cultural Kirchner, como lo percibió LA NACION.
Uno siempre quiere lo mejor, pero somos cinco personas y cada uno tiene su historia de vida, su forma de ver las cosas
Horacio Rosatti fue el único que habló ayer públicamente, después de haber sido incorporado como miembro de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.
"¿Le llamó a atención cómo se desató este conflicto?", preguntaron los periodistas. La respuesta, después de un largo suspiro, demoró seis segundos. "Uno siempre quiere lo mejor, pero somos cinco personas y cada uno tiene su historia de vida, su formación, su forma de ver las cosas, su modo de interpretar el derecho, y estas misiones a veces se contraponen y se exteriorizan de alguna manera... He tenido muchas veces diferencias y las he expresado, pero la forma en que se expresan también es importante", dijo Rosatti, que fue escoltado en la ceremonia por Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda .
La intención de la mayoría de los ministros es que las diferencias más sustanciales puedan quedar saldadas en el acuerdo que se celebra hoy mismo. Sellar una tregua que le permita a la Corte avanzar con los expedientes.
"Esto se resolverá con diálogo. Tenemos una responsabilidad institucional que va mucho más allá de las personas. Siempre conversamos. Conversamos hoy [por ayer] y vamos a conversar mucho mañana [en referencia a hoy]. Durante la primera parte del acuerdo vamos a firmar expedientes y después vamos a conversar", agregó Rosatti.
He tenido muchas veces diferencias y las he expresado, pero la forma en que se expresan también es importante
Rosenkrantz había acusado el martes a Lorenzetti de haber vaciado el área de comunicación del tribunal. La respuesta de Lorenzetti fue dura: dijo que estaba "sorprendido" por "semejante mediocridad". Que Rosenkrantz pretendía privatizar el sitio de noticias judiciales y que se había apartado de la "política de género" y de "protección de la mujer" que el propio tribunal impulsa. El ida y vuelta fue totalmente público. "Es como que tu casa, de repente, tenga paredes vidriadas", resumió un funcionario del tribunal.
¿Qué pasará con el Centro de Información Judicial (CIJ), la oficina que desató la pelea? Todavía es una incógnita. "Lo vamos a decidir en los próximos días. Mañana u otro día, pero seguro vamos a estar de acuerdo. Los cinco vamos a estar de acuerdo", remató Rosatti.