Rozas: "Estoy dispuesto a dejar la conducción del radicalismo"
El presidente del radicalismo, Angel Rozas, está dispuesto a renunciar a su puesto, si se renuevan todos los cargos partidarios, con el fin de oxigenar la Unión Cívica Radical (UCR), en franco proceso de disgregación y divorcio de la sociedad.
"Una buena alternativa para movilizar al partido y dar más legitimidad a sus dirigentes sería elegir todos los cargos, incluido el del comité nacional", dispara Rozas en una entrevista concedida a LA NACION luego de un largo silencio autoimpuesto.
Aunque, ante una pregunta de esta cronista sobre si esa medida no sería interpretada como una forma de eludir su responsabilidad partidaria en el peor momento de la UCR, aclaró: "No es una especulación personal. Puede ser una alternativa volver a presentarme".
Rozas lanzará esta propuesta, aún en análisis, en el plenario que convocará a todo el radicalismo el viernes y el sábado próximos en un lugar del Gran Buenos Aires para debatir el futuro y revisar los errores del pasado.
Antes de ese encuentro, el titular de la UCR admite que todavía mantiene "intactas" sus aspiraciones presidenciales, reconoce que "el pueblo nos va a castigar fuertemente en las urnas", apuesta a un apoyo condicionado al Gobierno y critica el doble discurso de muchos de sus correligionarios.
"El radicalismo -agrega- no puede vivir autoflagelándose."
-La UCR está en un proceso muy difícil...
-Lo veo como un partido que ha sufrido un impacto tremendo. Estamos en una etapa de confusión por un excesivo acto de responsabilidad, por un mea culpa, y estuvimos en un tiempo de prudencia por respeto al pueblo que creyó en nosotros. Pero la UCR es más que cualquiera de nosotros y que De la Rúa. Por lo tanto, hoy tenemos que iniciar una etapa nueva.
-Usted habla de un excesivo acto de responsabilidad, pero la UCR nunca hizo una autocrítica seria.
-No lo creímos oportuno. Una autocrítica rápida sobre hechos sensibles iba a una destrucción mayor. Ahora creo indispensable que esto se haga en el próximo plenario, pero como una primera etapa de un proyecto superador.
-¿Puede aparecer un proyecto así en un partido hecho añicos?
-Debe aparecer, si somos maduros. Tenemos que poner la UCR de cara al futuro y encontrar un camino de reconciliación con el pueblo. Porque la gente nos perdona que nos hayamos equivocado, pero no nos perdona la falta de autenticidad.
-¿En qué sentido?
-Muchos dirigentes de la UCR dicen cosas y, en la práctica cotidiana, hacen lo contrario.
-¿Esta afirmación tiene nombre y apellido?
- No voy a personalizar. Esta es la visión que tiene la gente; en la gestión de De la Rúa hicimos todo lo contrario de lo que habíamos predicado.
-Usted pone el acento en De la Rúa. ¿Y qué hay de usted?
-Yo no me considero libre de pecados. En lo que hace al gobierno del Chaco, me siento con la conciencia tranquila porque no he traicionado mis propuestas de campaña. Me enfrenté a Cavallo y a Menem. Pero la UCR no puede vivir autoflagelándose.
-¿Realmente cree que la UCR se vive autoflagelando?
-Es muy injusto que un partido que se equivocó dos años hoy no tenga candidato y otro que se equivocó seis años, tenga seis o siete candidatos. La UCR tiene que recuperar su identidad: no puede decir que es progresista y después actuar como si fuera de centroderecha.
-¿La UCR corre peligro de desaparecer?
-No, pero está en un momento muy delicado.
-¿Y de ruptura interna?
-Sería un acto irracional si eso llegase a ocurrir.
-Pero no lo descarta.
-Bueno, espero que en el plenario seamos maduros y capaces de entender los reclamos del pueblo. Si todos comprendemos que nadie está libre de tirar la primera piedra y queremos iniciar una nueva etapa...
-¿Terragno, por ejemplo, que se acaba de ir del bloque, está libre de tirar la primera piedra?
-El partido no se va a reconstituir con actitudes individualistas, sino con gente capaz de vivir dentro de una estructura partidaria.
Una buena alternativa para que se produzca una movilización podría ser la convocatoria para elegir todos los cargos partidarios en todos los distritos, incluido el comité nacional. Que nadie se sienta atornillado a su sillón. Es una idea que tengo que profundizar.
-Tendría que renunciar...
-Si se da esa lógica, estoy dispuesto a renunciar y que la gente resuelva.
-¿Y los cargos legislativos y ejecutivos?
-No, sólo los de la UCR. Algunos dirigentes piden eso por una especulación fenomenal. Si hay una renovación total, hay muchos que van a volver. Que se vayan los que se tienen que ir, los corruptos, pero no todos son así.
-Usted coincide conmigo en que le tocó conducir el partido en su peor momento...
-No podría haber un momento peor que el que me tocó a mí.
-Entonces se podría interpretar que su propuesta de renovar los cargos partidarios es para escapar.
-Yo no estoy disparando de mi responsabilidad. Nadie me podría hacer responsable en estos cinco meses por la catástrofe de la UCR.
-¿Cuál debe ser la relación de la UCR con el gobierno de Duhalde?
-Hay que actuar con total independencia política. Nosotros somos responsables de este gobierno de transición porque se fue el ex presidente De la Rúa. Entonces tenemos que apoyar al Gobierno, pero de modo transparente y decir claramente qué apoyamos.
-¿Cómo explica entonces la postura de la UCR, que estaba en contra de derogar la ley de subversión económica, pero una de sus legisladoras favoreció la votación?
-Esto es parte del problema de confusión que vive el partido. Si votamos por sí, hay que hacer todo lo posible para que salga el sí y si no, no.
-Se habló de un acuerdo bajo cuerda con el PJ.
-No creo que haya habido mala fe. Hay muchas actitudes individuales.
-¿Tiene que haber elecciones anticipadas?
-Creo que es conveniente que el gobierno de transición llegue al 2003. No es por especulación electoral, por falta de candidatos.
Hay que llegar a un gran acuerdo nacional para que el futuro presidente no corra peligro de que en 180 días quede deslegitimado ante la sociedad. Además, los costos de la transición los tiene que seguir pagando Duhalde.
-¿Este es el gobierno del complot?
-No hubo complot. Sí hubo intentos desestabilizadores por poder.
-¿Se siente libre de representar a un partido cuando al mismo tiempo tiene otras obligaciones como gobernador?
-Algunos suponen que, por el hecho de ser gobierno, si tenemos actitudes benévolas con el poder central nos va a ir mejor. No fue mi actitud.
-¿Es partidario de sancionar a los legisladores que se fueron del bloque de senadores?
-Inicialmente, no. Lo que sí espero es que se resignen posiciones personales en favor de posiciones grupales. La división del bloque es preocupante, pero tampoco hay que pegarse un tiro.
-¿La UCR va a tener candidato? Si es así, ¿se debe elegir al mejor o a un Massaccesi?
-Va a tener candidato y tenemos que presentar nuestra mejor carta.
-¿Usted se postulará?
-Sigo teniendo intactas mis aspiraciones presidenciales. Todavía no lo he resuelto, pero me tengo confianza.
-O sea, ¿está dispuesto a inmolarse?
-No, a ser candidato. No me asusta la circunstancia.