La sucesión en la gobernación bonaerense. Ruckauf: "Pierri es un obstáculo"
El vicepresidente quiere que se aparte de Duhalde porque "hace peligrar" su proyecto para 1999 y dice que la gente lo rechaza.
Carlos Ruckauf decidió arremeter contra Alberto Pierri, su más acérrimo rival en la carrera por la sucesión de Eduardo Duhalde. Quiere que el gobernador bonaerense se aparte del jefe político de La Matanza porque si no lo hace -dice- pone en riesgo su carrera. Con esto, desató una feroz batalla que coloca al gobernador bonaerense ante una encrucijada: respaldar a uno o a otro antes de que la disputa coloque al borde de la crisis al peronismo bonaerense.
El "pierrismo" ya prepara una ofensiva contra el vicepresidente duhaldista de Carlos Menem, quien intenta eludir hablar de su candidatura a gobernador, pero quiere competir con Graciela Fernández Meijide, en 1999.
Ruckauf ensaya su típica sonrisa y utiliza el tono amable de voz, pero sabe que lo que dice va a provocar revuelo: "Pierri pone en riesgo la carrera presidencial de Duhalde y es un "obstáculo para la candidatura a gobernador bonaerense", aseguró durante una entrevista con La Nación .
La tensión política entre Ruckauf y Pierri (casi ni se hablan y hasta podría decirse que se detestan) llegó a la Justicia. El vocero del vicepresidente, Julio Macchi, denunció por amenazas a su par pierrista, Jacinto Gaibur, que éste negó (sobre lo que se informa aparte).
Menem estaba en Japón cuando se hizo la entrevista, por eso Ruckauf, entonces a cargo de la presidencia, ocupó el despacho presidencial. No quiso que le sacaran fotos porque no le gusta que registren su presencia en el despacho del riojano, para no irritarlo.
-¿Tiene ganas de ser gobernador?
-Me gusta mucho administrar, solucionar problemas, pero no estoy dispuesto a dejar ninguno de mis principios en la búsqueda de un espacio.
-¿Por qué se hace el evasivo?
-Porque no tomé la decisión (se ríe).
-¿Qué lo hace dudar?
-Los aparatos territoriales que están desprestigiados: son corruptos y tienen peso en las elecciones internas.
-¿De qué depende su decisión?
-De lo que pase en la provincia de Buenos Aires. Pierri es un obstáculo de la realidad política para mi candidatura a gobernador. Es dueño de un aparato partidario poderoso y tenemos diferencias muy profundas.
Para la mayoría de los intendentes del PJ soy el candidato a gobernador, pero no para los aparatos territoriales, porque tengo convicciones firmes y lucho contra la corrupción.
-¿Está dispuesto a competir en una elección interna con el aparato partidario que tanto critica?
-Duhalde va a tener que tomar algunas decisiones políticas con sus principales dirigentes. A partir de lo que decida Duhalde veré qué hago.
-¿No quiere ir a elecciones?
-Sí, pero con reglas de juego. Es necesario hacerlas también para renovar la conducción del partido. No tiene sentido que Pierri siga al frente del PJ bonaerense y que yo sea candidato.
-¿Quiere presidir el partido?
-No, debe hacerlo un intendente prestigioso.
-¿Le pidió a Duhalde que se le allane el camino a la gobernación?
-No hablé con Duhalde de eso. Tengo pudor y nunca le diría a mi candidato a presidente que quiero una posición determinada, tampoco lo voy a presionar. Duhalde tiene compromisos con los dirigentes de la provincia y se los voy a respetar.
Yo no me postulo, son decenas de intendentes que me llaman para que lo haga, porque soy el que puede competir con Fernández Meijide -las encuestas lo ubican en el primer lugar-. Si la Alianza tiene una candidato fuerte, estaría mal que no esté dispuesto a competir, pero eso tiene condiciones.
-¿Cuáles?
-Que todos tiremos para el mismo lado y tengamos el mismo tipo de convicciones y que no repitamos los errores de 1983, cuando preparamos un excelente candidato que fue Luder y nos equivocamos con el aspirante a gobernador (por Herminio Iglesias).
Casi lo dice, pero se detuvo y no comparó a Pierri con Herminio Iglesias. Las críticas más duras nunca las hace en forma directa y recurre a una generalidad o a la ironía para decir lo que no quiere precisar.
Ruckauf asegura que si Duhalde sostiene a Pierri en su proyecto presidencial puede perder las elecciones en 1999. Para enfrentar a la Alianza, cree que el peronismo tiene que poner a sus mejores hombres en las listas.
Nada lo distrae. Ni siquiera cuando se abren y se cierran las puertas del despacho (entraron dos asesores). No tomó agua ni café y advirtió que era la primera vez que le sacaban una foto sin saco y en camisa. Mira a los ojos cuando habla y apoya las manos sobre sus piernas. Es ceremonioso y formal.
-¿Considera clave para el proyecto de Duhalde la definición en la provincia de Buenos Aires?
-La presencia de dirigentes políticos que la gente cuestiona puede perjudicar al peronismo en 1999.
-¿Acordaría con Pierri?
-No, busco una actitud política que priorice a los mejores hombres.
-¿Por qué ataca a Pierri?
-Hay muchos dirigentes con un gran desgaste. No es una postura personal, a los militantes peronistas no les gusta la manipulación de los aparatos y la sociedad lo rechaza.
-¿Cómo disputará la gobernación peleado con las estructuras?
-Estoy convencido de que se puede trabajar con los intendentes y sin los aparatos territoriales. En las últimas elecciones, una de la causas de la derrota de PJ bonaerense fue el rechazo a los aparatos y a sus líderes.
-Duhalde no se alejó de Pierri, además construyó su poder sobre la base de aparatos políticos...
-Para que Duhalde sea presidente tiene que estar rodeado de los mejores hombres y no puede haber en su carrera presidencial personas que son objetadas por la opinión pública. Lo tiene que decidir él, no lo condiciono y él tendrá que ver con quién quiere llegar en la carrera presidencial.
La presión de Ruckauf sobre Duhalde no es directa, pero es imposible negarla. Su crítica política a Pierri obligará al gobernador a definirse. El vicepresidente cosechó una feroz resistencia entre los "coroneles" duhaldistas de la provincia de Buenos Aires y se jacta de habérselo dicho al precandidato del PJ, cara a cara.
"Nunca fui Ôsicarlista´, tampoco voy a ser Ôsieduardista´", suele repetir entre sus hombres de confianza. A Duhalde lo une una estrecha relación política y personal: compartió con el matrimonio duhaldista muchos asados en la costa argentina. Se llevan muy bien.
Pese a que no quiere decir que será candidato, de pronto habla como si lo fuera.
-¿Cómo será la competencia con Fernández Meijide?
-Será respetuosa, los dos tenemos una relación personal buena, tengo afecto por ella. Imagino que discutiremos proyectos, y sobre cómo continuar la buena obra de Duhalde y cómo haremos lo que falta hacer.
-¿ Cree que está desgastada?
-No. En unos meses la Alianza estará en marcha. La gente va elegir personas, no candidatos, y se fijará quiénes lo rodean y le permitan vivir mejor.
-¿Cómo dicen sus afiches, pese a que asegura que no es candidato?
-...(Se rió y se acomodó en el sillón).
-Si Pierri es candidato, ¿qué hará?
-Tengo que analizarlo. Creo que Pierri es un riesgo para el proyecto presidencial de Duhalde y tiene que apartarse. Ningún candidato del PJ puede serlo si es rechazado por la sociedad.
-¿Cuánto se tiempo se tomará para anunciar su candidatura?
-Hay que ver qué pasa, hay tiempo.
-Mientras tanto, recorre la provincia como en una campaña...
-Sólo fui a actos institucionales.
-Usted dice que Pierri es un obstáculo, ¿él le hizo algo concreto para trabarle el camino?
-Algunas cosas...
-¿Me las va a decir?
-No.
Ruckauf volvió a sonreír. Había hecho su más brutal ataque a Pierri, una pieza clave para el poder político que dio a Duhalde peso propio en el peronismo.
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