Rusia refuerza los gestos, pero demora inversiones
La Presidenta llegó a Moscú, donde mañana sellará acuerdos con Putin; la implementación no será inmediata
MOSCÚ.- "Llegué yo, dejó de nevar y salió el sol." Cristina Kirchner entró de un humor radiante en el hotel que se levanta a la entrada de la Plaza Roja y que ayer parecía una sucursal de la Casa Rosada.
Ocho ministros, una docena de secretarios de Estado, infinidad de asesores, custodios y diplomáticos se arremolinaban a su paso por el lobby de ese edificio de arquitectura soviética y lujo posmoderno. La comitiva terminaba de ajustar los "acuerdos estratégicos" que la Presidenta prevé firmar durante las 48 horas que pasará en Rusia: una lista de tamaño acorde con la nostalgia imperial de sus anfitriones.
En los papeles, la alianza en construcción con Vladimir Putin desatará inversiones gigantescas en la Argentina, especialmente decisivas en el sector energético. Pero detrás de las promesas y los gestos políticos, el gobierno ruso toma recaudos antes de comprometerse a desembolsar los ansiados millones.
En la cosecha de la visita presidencial, que empezó ayer, se esperan más declaraciones de intenciones que negocios cerrados.
Existe primero una cuestión de prudencia política: los convenios que se sellen aquí quedarán condicionados a la visión geopolítica de quien llegue a la Casa Rosada dentro de ocho meses. En Rusia son conscientes de que -a contramano del kirchnerismo- los tres candidatos con mejor intención de voto ansían afianzar las relaciones con Estados Unidos, donde Putin es percibido hoy como rival.
Pero además la economía rusa, afectada por la durísima devaluación de fines del año pasado y por la caída del precio del petróleo, tiene límites precisos para embarcarse en proyectos a gran escala.
"Rusia no es China", sintetizaba un miembro de la comitiva para explicar las diferencias entre esta misión presidencial y la de febrero en Pekín. A las dificultades asociadas a las sanciones de Europa y Estados Unidos que sufre Rusia por su actuación en el conflicto armado en Ucrania, se añade una complicada burocracia estatal que conspira contra los acuerdos expeditivos.
Esos factores -liquidez acotada, complicaciones económicas y trabas burocráticas- ya los sufrieron muchos de los exportadores de alimentos que viajaron a Moscú para la cumbre empresarial que Cristina Kirchner cerrará hoy. Tras la devaluación del rublo, se cortó en muchos casos la cadena de pagos y se desataron litigios que cuestan resolver.
De los convenios que presentarán mañana Cristina Kirchner y Putin hay dos que el Gobierno resalta con brillo estelar. Uno es el memorándum de entendimiento entre YPF y Gazprom para actuar en Vaca Muerta. La cifra de las inversiones se mantiene en secreto estricto.
El otro se refiere a la voluntad de construir una nueva central de energía nuclear, que contaría con financiamiento ruso a tasas bajas y con tecnología provista por la estatal Rosatom. Rusia se sumaría al desembarco chino -construirá otras dos-, pero antes de que el dinero llegue al país quedan aspectos por negociar que, según fuentes del gobierno de Putin, requerirán más tiempo del que le queda a Cristina Kirchner en el poder.
El ministro de Planificación, Julio De Vido, lleva varios días en Moscú puliendo el anuncio. También el contrato que se firmará para la construcción de la represa hidroeléctrica Chihuido I, en Neuquén. Espera que la obra empiece en cuatro meses, después de varias demoras. El sindicalista Gerardo Martínez se ilusionaba ayer en el bar del hotel con los puestos de trabajo que va a generar.
Los ocho ministros que acompañan a la Presidenta traen papeles para intercambiar con sus contrapartes. La mayoría son acuerdos marco de cooperación técnica y política, que pueden ser la base de inversiones y negocios, pero a mediano plazo.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, descartó la posibilidad de habilitar un swap de divisas como el que se activó con China. Tampoco habrá anuncios de compras de material bélico. El ministro de Defensa, Agustín Rossi, sellará un pacto de cooperación con su par ruso. Aspira a ampliar la adquisición de helicópteros MI-171E como los dos que están en funciones en la Antártida (por los que el Gobierno pagó 25 millones de dólares). Pero no es prioritario.
Además habrá anuncios en minería, comunicaciones, proyectos aeroespaciales, cultura, cooperación en la lucha contra el narcotráfico (Sergio Berni viajó para eso), turismo y agricultura.
Después de dos días de descanso en Granada, la Presidenta llegó a Moscú a pura sonrisa. Acaso era un reflejo de la satisfacción compartida en la delegación por el fallo judicial que terminó de tumbar la denuncia del fiscal Alberto Nisman.
Temas
Más leídas de Política
“Sólo se trata de vivir”. El Presidente se subió al escenario con una guitarra y cantó una canción de Litto Nebbia
Interna sin fin. Presionan al Presidente para que convoque a una mesa de diálogo con Cristina y cambie la gestión económica
"No fue crítico". Alivio en el Gobierno por el tono de la homilía de Poli y frialdad con Larreta
Menem, Bussi y Avelín. Milei avanza con su proyecto nacional con alianzas polémicas y un armado artesanal