San Luis: Rodríguez Saá revirtió la derrota por los planes sociales
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Una avalancha de fondos públicos en planes sociales y ayuda para los sectores más vulnerables, clase media y pequeños comerciantes explican el sorprendente vuelco registrado en la elección de San Luis, que permitió a la dinastía de los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá revertir la dura caída que había sufrido en las PASO en agosto, a manos del opositor Claudio Poggi.
Todavía golpeados por el resultado, en el frente Avanzar y Cambiemos adjudicaban ayer la derrota "a las prebendas y al fuerte gasto social" que el gobierno de Alberto Rodríguez Saá volcó en los poco más de dos meses de campaña que mediaron entre las primarias y la elección de ayer.
En la categoría para senador, los números dieron un giro copernicano. Poggi perdió 30.000 votos y Adolfo Rodríguez Saá sumó 66.000 sufragios nuevos. Así, la ventaja de más de 19 puntos de agosto obtenida por el candidato de la Casa Rosada devino en una brecha de poco menos de 13 puntos (55,44% a 42,99%) a favor del oficialismo provincial.
"No tenemos pruebas para hablar de fraude", aclararon allegados a Poggi a LA NACION.
En el oficialismo puntano admitieron el incremento en la inversión social, pero lo adjudicaron a un cambio de actitud que les permitió escuchar el mensaje que los puntanos habían enviado con su voto de las primarias. "Fuimos una legión de militantes que, perfectamente organizados, se abrazaron con los más humildes", afirmó Alberto Rodríguez Saá, en medio de los eufóricos festejos.
Según la oposición, en los últimos dos meses se otorgaron más de 50.000 nuevos beneficios sociales de $ 7500 en diferentes planes (Inclusión, Pañuelos Verdes, y becas y "prebecas" para estudiantes) que administra el gobierno de "el Alberto". Otro factor que tuvo un papel importante en el vuelco electoral fue la creación de 5000 merenderos en toda la provincia. Para la oposición se trata de "unidades básicas" que sirvieron para "apretar" a los padres de los niños beneficiados, que tenían que concurrir a participar de charlas con militantes del PJ puntano mientras sus hijos disfrutaban la merienda.
Por el contrario, el gobernador se mostró orgulloso por el resultado de su criatura, al aparecer en la noche de los festejos luciendo una remera con la leyenda 22AG, en referencia al 22 de agosto. Esa fue la fecha, poco de una semana después de duro golpe sufrido en las primarias, en la que puso en marcha el plan de merenderos barriales.
A los planes sociales se suma el reparto de materiales que el gobierno provincial puso en marcha en los últimos dos meses: inodoros, chapas, colchones, juegos de dormitorio y comedor, prótesis y sillas de ruedas son sólo algunos de los bienes que, coinciden tanto oficialismo como oposición, fueron repartidos por la administración provincial.
La oposición habla de prebendas y recordó la denuncia que involucró a la Fundación Mujeres Puntanas, que preside Gisela Vartalitis, esposa de Adolfo Rodríguez Saá. El escándalo estalló durante la campaña electoral, cuando se descubrió que la entidad fue beneficiada con un subsidio provincial por $ 80 millones para repartir "entre 25.000 mujeres emprendedoras" electrodomésticos, computadoras y máquinas de coser.
Molestos con la prensa nacional, los hermanos Rodríguez Saá rechazaron hacer declaraciones. "Se puso el gobierno a trabajar, así de sencillo", fue el mensaje que se limitaron a enviar a través de allegados.
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