Cambios en el presupuesto: polémica distribución de los excedentes en 2005. Santa Cruz gana en el reparto de fondos
La provincia del Presidente recibió un 42% más de lo pautado a principios de año; Salta y Neuquén, las menos beneficiadas
El año que pasó fue, una vez más, un período de vacas gordas para las cuentas públicas nacionales. Tanto es así que los pronósticos de los más optimistas quedaron cortos: el excedente de lo recaudado por el Estado superó en un 11 por ciento el cálculo hecho a principios de año.
El presupuesto final de gastos de 2005 fue de 91.820 millones de pesos, 14.000 millones más que los 77.280 que las autoridades económicas y políticas del país calcularon a principios del año que pasó.
Pero ese excedente, señal inequívoca de una época de prosperidad para la administración del presidente Néstor Kirchner, no se distribuyó de manera uniforme ni tomó en cuenta-en principio- la realidad de las provincias más necesitadas del país.
Según un estudio elaborado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas (Cippec), la provincia más beneficiada en el reparto del excedente del presupuesto 2005 fue Santa Cruz, la tierra natal del presidente Kirchner. Entre lo proyectado (757 millones) y lo que finalmente le correspondió (1074 millones), la provincia patagónica engrosó sus arcas en un 42 por ciento con el correr del año.
Luego vienen dos gestiones bien oficialistas: la Formosa de Gildo Insfrán (27 por ciento más) y La Pampa, que gobierna Carlos Verna (19 por ciento). Siguen Chaco (18), Tierra del Fuego (16), Catamarca (15) y La Rioja (14).
El estudio señala que "si se observan también los incrementos por transferencias para gasto social, se fortalece la idea de poca claridad en los criterios de distribución de los excedentes". Santa Cruz, una provincia con escasa población, recursos naturales abundantes y que no tiene los altos índices de pobreza e indigencia de otras jurisdicciones, percibió un 45 por ciento de aumento en ese rubro, seguida por La Pampa (24 por ciento más) y Tierra del Fuego, donde gobierna el peronista Hugo Cóccaro (22).
En las antípodas, la provincia que menos excedentes recibió fue Salta, gobernada por Juan Carlos Romero, ex compañero de fórmula de Carlos Menem, con sólo un 3 por ciento de aumento entre lo proyectado y el presupuesto final. Otras provincias que recibieron muy poco más de lo pautado fueron Jujuy (5 por ciento), con alarmantes índices de pobreza, y la Neuquén de Jorge Sobisch (5 por ciento), mandatario de perfil marcadamente opositor al gobierno nacional.
Perspectivas
El panorama parece mantenerse para este año. De acuerdo con los números del presupuesto aprobado en diciembre, cuatro provincias con gobernadores kirchneristas (Entre Ríos, Chubut, Buenos Aires y Códoba) obtendrán durante 2006 los aumentos más significativos comparados con los montos recibidos en 2005.
Los números causaron enojo y críticas en la oposición. "Estos son los peligros de los superpoderes cedidos al jefe de Gabinete. Los excedentes terminan yendo a donde quiere el Gobierno y no a provincias más necesitadas", afirmó a LA NACION el diputado Adrián Pérez (ARI-Buenos Aires). También cuestionó "la delegación de facultades establecidas en el presupuesto y la posibilidad del Gobierno de distribuir excedentes sin discusión en el Congreso".
El diputado José Brillo (MPN-Neuquén), delegado de Sobisch, sumó su queja: "Hay una transferencia muy fuerte a las provincias desde lo informal. Se recibe en función de acuerdos políticos: hay provincias premiadas y otras castigadas". Según su visión, "es un retroceso muy fuerte en el sistema federal, que se relaciona con graves incumplimientos a la Constitución".
Claudio Lozano (CTA-Capital) piensa que se debería discriminar cuánto dinero llegó a las provincias de manera automática (por coparticipación de impuestos, por ejemplo) y qué porcentaje fue usado de manera discrecional.
"De todos modos, el jefe de Gabinete y el ministro de Economía deben informar adónde van los excedentes", afirmó el diputado, que realizó una presentación judicial con la intención de obligar a que los funcionarios informen sobre el destino de los excedentes del año último.
Pérez y Lozano coinciden en que el Congreso aprobó un presupuesto para 2006 en el que figuraban pagos al Fondo Monetario Internacional (FMI) que finalmente no se realizarán, ya que el Gobierno pagó toda la deuda con reservas. "No sabemos qué se va a hacer con ese dinero", dijo Pérez. Para Lozano, "con los 11 mil millones de excedentes de 2005 que el Gobierno se empeña en ocultar podría establecerse una asignación de 70 pesos por chico para resolver el drama de la indigencia".
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