Santa Cruz: protesta de enfermeros y médicos por las condiciones laborales
El edificio del Ministerio de Salud permanece ocupado desde el jueves; el personal exige el pago de horas extras y rechazan las acusaciones del gobierno de Alicia Kirchner
SANTA CRUZ.- Enfermos y médicos se manifestaron este martes en la puerta de Casa de Gobierno provincial para exigir el pago de horas extras adeudadas y protestar por la sobrecarga horaria y el incumplimiento del convenio colectivo. La protesta expuso el fuerte malestar que se vive desde hace varias semanas en el sector de la salud provincial. Los enfermeros mantienen desde el jueves la ocupación pacífica del Ministerio de Salud.
“Enfermería no es un sector débil, es un sector templado por el dolor y guiado por las manos de la mujeres. Esto no es demagógico, es la verdad”, afirmó este martes Manuel Piris, referente de los enfermeros, parado con un micrófono en la vereda de la gobernación. En el interior, la gobernadora Alicia Kirchner seguía con su agenda programada, pese a los bocinazos y los discursos del acto.
Los enfermeros reciben por estas horas el apoyo de la Asociación de Profesionales de la Salud, que hoy cumple un paro de 24 horas en toda la provincia, pese a que el gobierno los convocó a una paritaria para el jueves. Ellos reclaman mejora de sueldos y plantean las condiciones laborales que llevan adelante desde el inicio de la pandemia. “Nos preocupa la falta de recursos humanos en todos los hospitales debido al agotamiento y la sobrecarga horaria”, señalan los médicos a través de una nota elevada a las autoridades. Y piden que la paritaria incluya el temas salarial, que por ahora no está en la convocatoria del gobierno.
“No vamos a permitir que un ministerio mentiroso y corrupto nos maltrate, nos denigre, nos criminalice”, señaló Piris, en referencia a la denuncia judicial del gobierno contra los enfermeros, a quienes acusaron de intentar sabotear el proceso de vacunación.
Desde hace días que el personal sanitario vive en un clima enrarecido, que el jueves pasado encontró su máxima tensión cuando el ministro de Salud, Claudio García, avanzó con una camioneta oficial en medio de la protesta que se mantiene en la sede de su cartera. “Estábamos pidiendo una audiencia con él y nos decían que no estaba en el edificio, y después los compañeros lo vieron salir por un costado y subirse a la camioneta”, explicaron los manifestantes a LA NACION.
Según testigos del incidente, al salir la camioneta del edificio, unos cuatro manifestantes intentaron detener la marcha del vehículo. Sin embargo, el auto siguió su curso, con el ministro a bordo. Los manifestantes que se encuentran desde el miércoles protestando en el hall central del edificio buscan que los reciba el ministro García luego que fracasaran las reuniones con los funcionarios de menor rango. Fuentes del gobierno aseguraron que los trabajadores rodearon la camioneta del funcionario y que, “de manera muy irresponsable, uno hasta abrió la puerta y se quiso meter en el vehículo”.
La acción del ministro trajo aquí a la memoria la embestida del exfuncionario kirchnerista, Daniel Varizat, quien en el año 2007 atropelló una manifestación de docentes y enfermeros en el centro de Río Gallegos, dejando un tendal de heridos, varios de ellos de gravedad.
La protesta de los enfermeros lleva varios días, motivadas por las guardias adeudadas, en algunos casos desde hace tres meses, la modificación de la carga horaria y el incumplimiento del convenio colectivo de trabajo. También denuncian que el personal contratado en el marco de la pandemia debe cumplir una carga horaria más alta sin estabilidad laboral. “Esta no es una protesta de contratados, todos somos empleados permanentes, por miedo el personal contratado no viene pero acompaña la protesta”, aseguró Piris a LA NACION.
“Queremos que se retrotraiga la situación a antes de noviembre y volver a trabajar con normalidad”, explicó el enfermero, y desmintió que se impida el trabajo en el ministerio y, menos aún, se demore el reparto de las vacunas que allí se depositan. A la protesta van en grupos de trabajo, luego de cumplir sus horarios en el hospital o los centro de salud.
Desde el gobierno culparon a los manifestantes de romper vidrios en el hospital y de cortar la ruta frente al ministerio donde, según la versión del gobierno de Alicia Kirchner, “interrumpieron la distribución de las dosis que llegaron, se les planteó que en estas condiciones no se puede dialogar y se les pidió retirarse del ministerio”. También los acusan de amenazar con boicotear los freezer con las vacunas.
“Hay muchos puntos de conflicto dentro de la salud pública y la sociedad debe saberlo. Pedimos la apertura de las paritarias de la Salud y terminar con el convenio sectorial que lleva mucho tiempo atrasado y también para solidarizarnos con los enfermeros ante sus reclamos por las guardias mal liquidadas en toda la provincia”, afirmó el doctor Fredy Sánchez Céspedes, referente de APROSA ante este medio.
“No se suspendió la vacunación, no hubo hechos de vandalismo, no ha pasado nada de lo que denuncian las autoridades. Hasta hace poco éramos aplaudidos, trabajamos aún después de enfermarnos; ahora quieren hacer ver al personal de la salud como saboteadores y terroristas y eso está muy lejos de lo que somos”, afirmó el médico de APROSA.
Más leídas de Política
Tras hallar irregularidades. El Gobierno dejará de pagar las indemnizaciones otorgadas a víctimas del terrorismo de Estado
Tensión. El Gobierno dice que está "cerrada” la discusión con las universidades y que “la vieja política” empuja la marcha
La cadena presidencial. Un mensaje para renovar expectativas