Sarkozy: Grecia no es la Argentina
El presidente francés y Cristina Kirchner acordaron posturas para la cita del G-20, pero disintieron en su visión de la crisis europea
PARIS.- En los jardines del Palacio del Elíseo, el sol empezaba a pegar más fuerte cuando Cristina Kirchner y Nicolas Sarkozy se sentaron, frente a frente, a una larga mesa de madera rectangular debajo de una galería. Dos perros del presidente francés correteaban a su alrededor. El mandatario acababa de terminar una reunión con el consejo de ministros y, horas después, lo aguardaba una comunicación telefónica clave con la alemana Angela Merkel y el premier griego, Yorgos Papandreu, para evitar la bancarrota de ese último país. "Hoy tengo mucho que resolver", confesó ante los visitantes.
Durante 45 minutos de charla, "Cristine" y "Nicolas" -como se llamaron mutuamente- coincidieron en los lineamientos centrales de la postura que llevarán a la próxima cumbre del Grupo de los 20 (G-20): combatir la especulación para evitar la volatilidad de los precios de las materias primas y atacar con dureza los paraísos fiscales. Francia, que ejerce la presidencia transitoria de ese foro que se realizará en noviembre en Cannes, busca encolumnar posiciones detrás de su estrategia.
La conversación fue amena, hubo cruce de elogios y un claro contrapunto cuando se explayaron sobre la crisis financiera global. La Presidenta le recordó la "solución argentina" después del estallido de 2001 y Sarkozy contestó que la situación griega es "diferente" y, por ende, también la receta para superarla, según informaron fuentes del gobierno galo. Sólo los franceses consignaron, en un briefing entregado a la prensa, esta discrepancia.
Azotado por los avatares de la economía europea, Sarkozy expuso su visión: está convencido de que Grecia no quebrará, de que debe respetar sus compromisos y los planes de ayuda adoptados por Europa tienen que ser aprobados con urgencia. Es decir: recomienda el camino inverso al que transitó la Argentina. Lo escuchaban el canciller Héctor Timerman; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini; el embajador Aldo Ferrer, y el subsecretario de Medios, Alfredo Scoccimarro. El mensaje de Sarkozy pareció también direccionado a la discusión política en Europa.
Tomaron café, jugo de naranja y agua. En un momento, Sarkozy le presentó a la Presidenta un proyecto de impuestos sobre las transacciones financieras. "La señora Kirchner pareció muy interesada y dispuesta a avanzar sobre este asunto", comunicaron las fuentes oficiales francesas.
Cristina Kirchner arribó a la sede gubernamental con una puntualidad poco frecuente, a las 11.57. Apenas se abrió el portón de hierro gris e ingresó el coche oficial, comenzó el desfile de la guardia de honor y apareció en la entrada del otro extremo un impecable Sarkozy. Así se inició la cita, que, en rigor, fue solicitada por la Casa Rosada con motivo de la visita presidencial a esta ciudad para acompañar a Abuelas de Plaza de Mayo a la entrega de un premio de la Unesco. Anoche, la Presidenta regresó al país tras una visita de tres días.
Para cerrar el capítulo del crimen de las dos turistas francesas asesinadas en Salta en agosto, la Presidenta le entregó una carpeta con información sobre la investigación. Había hecho lo mismo cuando la visitó hace dos días Jean Michel Bouvier , padre de Cassandra, una de las jóvenes muertas. Sarkozy agradeció una vez más por el esclarecimiento del caso. Ella le aseguró que las pruebas eran "irrefutables".
Sentimentalismo
Hubo lugar, también, para lo que Sarkozy denominó "sentimentalismo francés": se mostró conmovido por la muerte de Néstor Kirchner. Después de otro apretón de manos ante las cámaras, ella se retiró sin hacer declaraciones. Esquivó los dos micrófonos que había colocado personal del Elíseo en una esquina del Perron, una explanada que oficia de antesala al palacio.
Una hora después, Timerman dio la versión oficial sobre el encuentro en el patio del hotel George V, donde se hospedó la Presidenta. Enumeró los conceptos que había garabateado en una hoja A4, pródigo en elogios a la Presidenta. "Sarkozy consideró a Cristina una líder política para América latina y alabó el crecimiento económico de la Argentina", arrancó.
Al igual que los franceses, puso énfasis en las ideas fuerza para la reunión del G-20. "La Presidenta subrayó la necesidad de volcar más recursos sobre la economía real y evitar la especulación. Estas políticas, para que sean eficientes, deben ir acompañadas de una acción coordinada contra paraísos fiscales. Sarkozy apoyó esta medida", sostuvo.
Consultado por LA NACION, el canciller negó que se hubiera hablado de la cancelación de la deuda del país ante el Club de París. "No se mencionó. Ni un segundo", aseguró, tajante.
OTRA REPARACIÓN DEL TANGO 01
Cristina Kirchner salió el domingo a las 17.25 de la base aérea militar en el Tango 01 rumbo a Francia, pero llegó a París en un avión alquilado, un Bombardier Global Express. ¿Qué pasó en el medio? La jefa del Estado tuvo que dejar la nave presidencial en el aeropuerto de Madrid para un "cambio de neumáticos programado" y una revisión de rutina, conocida en la jerga aeronáutica como del tipo "C", según informó el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, a LA NACION. El T01 estuvo listo anoche y Cristina debió pasar otra vez por Madrid a buscarlo para regresar en él a Buenos Aires.
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