Scioli designó a Alejandro Granados como nuevo ministro de Seguridad
El desembarco del intendente de Ezeiza marca la llegada de una línea más dura, identificada con las policías comunales; Casal seguirá al frente de Justicia tras el desdoblamiento de la cartera
LA PLATA.– El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, resolvió ayer dar un gesto determinante para enfrentar los elevados índices delictivos en la provincia: anunció que desdoblará el Ministerio de Justicia y Seguridad, y que al frente de esta última área estará el intendente de Ezeiza, Alejandro Granados. Para ello, la Legislatura provincial deberá aprobar un proyecto de desdoblamiento.
Scioli también informó que el actual ministro, Ricardo Casal, quedará como responsable de la cartera de Justicia. La percepción social de que el tema de la inseguridad sigue siendo el principal problema, la derrota electoral en las PASO y el desgaste de Casal en el cargo fueron determinantes en un cambio que Scioli se vio forzado a realizar. Casal había sido blanco de críticas de un sector del kirchnerismo, pero en los últimos meses los cuestionamientos habían cedido por la campaña.
El desembarco de Granados, un hombre más duro en materia de seguridad, instituye una nueva etapa en la sinuosa historia de la gestión de la seguridad provincial, que tendrá la impronta del traspaso a los intendentes de mayores responsabilidades en la materia que intentará coronarse con la aprobación del demorado proyecto de policías comunales. "Voy a llevar la experiencia y lo logrado en mi distrito a todos los puntos de la provincia", adelantó anoche Granados, quien reveló que aceptó la propuesta de Scioli porque "no es un momento de tibiezas; hay que ir al frente, poner todo para dar mayor seguridad a la gente".
"Quiero una policía activa en la calle"; "soy hincha fanático de la prevención"; y "los intendentes son fundamentales para la seguridad", fueron los principales conceptos vertidos durante una entrevista con C5N en la que el jefe comunal prefirió no adelantar si tiene cambios previstos para la policía ni expedirse sobre la idea de bajar la imputabilidad de los menores.
Tras casi dos semanas de especulaciones sobre el desdoblamiento del ministerio –que el propio Scioli había fusionado en mayo de 2010 alegando mayor operatividad– el gobernador hizo el anuncio durante un acto en Berazategui en el que se hizo entrega de 11 móviles policiales adquiridos por el municipio, en el marco de un programa provincial de Fortalecimiento Logístico, y firmó un convenio con el intendente local, Juan Patricio Mussi, para la adquisición de 40 cámaras de seguridad para ser instaladas en los puntos más críticos del distrito.
El discurso
En su discurso, Scioli destacó la necesidad de que Casal –parado a su izquierda, inmutable– "profundice e intensifique la organización de administración de la Justicia" en la provincia, y le agradeció su "vocación de servicio". Casal deja la trinchera sin conseguir pasar a su objetivo deseado: la fiscalía de Estado provincial, cuya titularidad está vacante desde hace un año, tras el fallecimiento de Ricardo Szelagowski. Ayer, el gobernador también pidió la "mayor colaboración y acompañamiento", y llamó a estar "más unidos que nunca" para combatir el flagelo de la inseguridad.
Granados, que anoche definía sus colaboradores en una reunión que se realizaba al cierre de esta edición en la intendencia, fue pionero en la intervención municipal en materia de seguridad. Hace diez años concibió un plan, avalado por el entonces gobernador Felipe Solá y su ministro de Seguridad, Juan Pablo Cafiero, que llevaba el nombre de "Tolerancia cero contra la delincuencia".
La iniciativa consistía en un patrullaje sectorizado por cuadrículas durante las 24 horas, con comunicación directa con los vecinos, además de la contratación de policías retirados y la compra de vehículos policiales. Con el tiempo, el programa incorporó cámaras de seguridad que el propio funcionario puede monitorear desde su despacho.
En ese sentido, el mensaje político de Scioli al designar a Granados intenta arrebatarle a Sergio Massa la bandera de la municipalización de la seguridad apelando a un pionero que, según lo que ayer se comentaba en la gobernación, "puede exhibir solidez en los índices y eficiencia en la organización" en el tema. "La diferencia con otros distritos como Tigre es que no priorizó lo mediático, sino que lo hizo en forma silenciosa", dijo un funcionario.
Granados ya había estado entre los candidatos a conducir el área más compleja de la provincia a fines de 2009, cuando el lamentable episodio de la familia Pomar y una seguidilla de cuatro homicidios puso en jaque al entonces titular de la cartera, Carlos Stornelli. Scioli decidió entonces frenar el cambio y evitar que la gestión quedara asociada a un fracaso.
La semana pasada, Granados estuvo en el ojo de la tormenta ante el imprevisto pase de su hermana, la senadora provincial Leonor Granados, a las filas del massismo. Inmediatamente, el intendente y su mujer, la diputada Dulce Granados, se despegaron y salieron a ratificar su alineamiento al kirchnerismo.
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