Scioli dudó hasta último momento y se quedó sin nada
Rechazó la propuesta del Gobierno de encabezar su lista y cortó el diálogo con Massa y De Narváez
En una extraña estrategia a tres bandas, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, viejo cultor del consenso, quedó al borde de la fractura con el gobierno de Cristina Kirchner y rompió el diálogo con los flamantes candidatos a diputado Sergio Massa (Frente Renovador) y Francisco De Narváez (Unión Celeste y Blanco), del peronismo disidente. Su negociación final con el Gobierno terminó en la nada: el sciolismo se quedó sin candidatos propios en el Frente para la Victoria (FPV) y cualquier otra lista opositora de Buenos Aires.
Luego de avanzar durante dos semanas en el armado de un frente electoral común con Massa y con De Narváez, Scioli se arrepintió anteanoche. En ese momento retomó las gestiones con el secretario legal y Técnico, Carlos Zannini, el emisario de Cristina Kirchner.
Según confiaron a LA NACION altas fuentes oficiales, Zannini le exigió anteanoche y ayer a Scioli que se presentara él mismo como primer candidato a diputado del FPV para competir contra Massa, que se transformó en el gran fantasma de la Casa Rosada. A cambio de ese servicio, la Presidenta le garantizaría lugares en las listas de candidatos y fondos para la provincia.
Scioli rechazó el pedido. Pero la Presidenta propuso un plan B: Martín Insaurralde encabezaría la boleta y Karina Rabolini, esposa de Scioli, lo secundaría. El gobernador se volvió a negar con una contraoferta: "Lo que puedo es poner a Alberto Pérez", replicó Scioli, en referencia a su propio jefe de Gabinete.
"Con eso no alcanza para involucrarse en el modelo, fue desestimado", aseguró a LA NACION un funcionario de la Casa Rosada.
Otra exigencia de Balcarce 50 fue que los dirigentes sciolistas de La Juan Domingo debían retirarse de las listas de De Narváez. A media tarde, cuando aún existía la negociación con Balcarce 50, esos sciolistas -Baldomero "Cacho" Álvarez, Isidoro Lazo y Osvaldo Goycochea-exigieron, sin éxito, que De Narváez hiciera campaña por "Scioli presidente 2015". Además, pidieron que De Narváez moderara el discurso contra el Gobierno. Este se negó y se retiraron de las nóminas.
Luego de rechazar a Alberto Pérez y a cualquier sciolista en la boleta de diputados nacionales, el kirchnerismo le cerró también la puerta a Scioli para diputados provinciales. Así, el gobernador no tendría legisladores propios surgidos de las elecciones de agosto y octubre próximos. Perderá dos lugares en la Legislatura: el del senador Osvaldo Goycochea y el del diputado Jorge Scipioni. "No es tan grave, se negocian esos votos", dijo un sciolista a LA NACION.
También se irá la senadora Azucena Ehcosor, pero reingresaría en las listas de Massa.
Así las cosas, Scioli terminó peleado con Massa, De Narváez y Cristina, ofuscada al extremo por los coqueteos de aquél con opositores.
"Scioli jugará dentro del oficialismo, en el FPV, pero con su propio perfil: será candidato a presidente de 2015", aseguró un allegado a Alberto Pérez. Otra fuente sciolista culpó del fracaso a Massa: "No quería a De Narváez, ni a Hugo Moyano, quería algo acotado, no abarcativo". Scioli había defendido ante Massa la inclusión de aquellos en el frente massista. Y hasta Rabolini presionó en favor de De Narváez.
Tras no poder colar candidatos en ningún frente, Scioli tuiteó: "Lo más importante es el futuro de la Argentina". Y difundió una foto con su nieta, vestido con la camiseta de fútbol de su equipo, Villa La Ñata, antes ganarle 3 a 2 a Unión Ezpeleta.
Un vocero de Scioli agregó en la red: "Focalizado en la gestión", "previsible, apoyando la lista del FpV", "Mi lista es la lista de los problemas de la gente" y "responsabilidad institucional, sobre todo".
El gobernador, tras jugar al fútbol, se fotografió con el boxeador Sergio "Maravilla" Martínez y buscó mostrar desinterés por las listas. ¿Habló con Zannini? "Son temas internos del gobierno, nosotros estamos preocupados en seguir con la lista de los problemas de la gente". ¿Rabolini será candidata? "Ella ha sido clara. Han habido muchas especulaciones, pero yo no puedo andar respondiendo a rumores. Me toca trabajar en temas complejos".
Pero las negociaciones secretas habían comenzado hace dos semanas. El miércoles 12 de junio, Zannini se reunió con Alberto Pérez y le exigió a Scioli que fuera candidato. Scioli se opuso en forma tajante.
El miércoles 19, Scioli profundizó un diálogo paralelo reservado con Massa -comenzó 10 días antes- en Villa La Ñata. Al día siguiente, Zannini le prometió respuestas a Scioli sobre candidatos y fondos.
Scioli esperó el viernes su llamado, pero se reunió ese mediodía con Massa en La Ñata. Pero desde las 15 hasta esa noche desapareció y no atendió teléfonos. ¿Zannini lo habría llamado? Nadie supo.
Lo cierto es que anteanoche el sciolismo difundió el fracaso con Massa acerca de la inclusión de De Narváez y Moyano en el frente.
Ayer, a las 9, Scioli llamó por teléfono a Massa. Le sugirió que debía bajar su candidatura. "Lo mejor es no jugar. Si jugamos el Gobierno se cae en un mes", dijo Scioli, según alguien que habló con él. Massa rechazó su propuesta y le comentó a un interlocutor: "Se cagó, es el final".
Scioli repetía ayer a sus amigos: "Esta no es mi pelea. No puedo hacer esto". Fue entonces cuando recibió el llamado de Zannini, que insistió en la candidatura del propio Scioli o de Rabolini y la salida de La Juan Domingo del denarvaismo. Ahí mismo Scioli ofreció a Alberto Pérez, que fue rechazado. La novela del acuerdo que no fue había terminado.
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