Se agrava la tensión entre el Gobierno y Schiaretti
El gobernador dijo que temía represalias
CORDOBA.– El gobernador Juan Schiaretti entró en estado de alerta y previno sobre posibles "represalias" del gobierno nacional, luego de su decisión de promover al defensor del pueblo, Eduardo Mondino, como candidato a senador nacional por el PJ provincial.
"Como gobernador de Córdoba debo decirle al gobierno nacional que las diferencias políticas no deben transformarse en represalias, porque eso sería ruinoso para el funcionamiento de la democracia", declaró Schiaretti, luego de que entraran en la pelea los ministros del Interior, Florencio Randazzo, y de Seguridad, Aníbal Fernández.
Eventuales castigos que significaran cerrar el flujo de fondos nacionales a la provincia para provocarle un ahogo financiero "serían un acto de prepotencia, una torpeza política", juzgó. Teme una situación similar a la que se dio a partir de su apoyo a la posición del campo durante el conflicto de hace un año.
Randazzo y Fernández habían cuestionado la nominación de Mondino –un dirigente muy crítico del kirchnerismo– y otro tanto hizo el jefe del PJ nacional, Néstor Kirchner. Randazzo pronosticó una derrota del peronismo local el 28 de junio y que eso será entera responsabilidad del gobernador. Fernández ratificó que el kirchnerismo irá aquí con candidatos propios.
El gobernador contraatacó instalando la idea de que ahora puede sobrevenir la venganza. Sabe que esa amenaza, de concretarse, despertará una actitud de repulsa entre los cordobeses, entre quienes el matrimonio gobernante no despierta grandes afectos, según se aprecia en las encuestas.
Frente a los ataques por la candidatura de Mondino, Schiaretti defendió una y otra vez el derecho del PJ cordobés a decidir sus candidatos. "Al peronismo de Córdoba nadie le impone ni le veta candidatos", dijo.
El gobernador dijo estar en una línea con el santafecino Carlos Reutemann y el entrerriano Jorge Busti, y admitió no tener contactos con el PJ disidente bonaerense. Manifestó luego que veía "con sorpresa" que la conducción nacional del PJ, o sea Kirchner, "manda decir que habrá otra lista diferente a la del peronismo de Córdoba".
Y no dudó en inferir que esa determinación obedecía a que "la posición del peronismo de Córdoba no es la misma que tiene la conducción nacional en temas centrales que hacen a la vida de la provincia, como es la defensa del campo".
Martilló repetidamente sobre ese punto: "La conducción nacional del justicialismo vive peleándose con el campo, vive diciendo que los productores son unos oligarcas, como si estuviéramos en 1910 y no en 2010 [sic]".
Puntualizó que si "la conducción nacional" pretende mantener "este conflicto absurdo con el campo no va a coincidir nunca con el peronismo de Córdoba".
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